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El Partido Liberal en profunda crisis

2 de diciembre de 2002

La cúpula del Partido Liberal alemán (FDP) decidió abrir un procedimiento para expulsar a su ex vicepresidente Jürgen Möllemann.

Malas perspectivas para Möllemann.Imagen: AP

La dirección del partido le había puesto el pasado lunes un plazo hasta hoy para abandonar el partido, después de que dejara ya la vicepresidencia y la dirección de la agrupación regional de Renania del Norte-Westfalia.

Möllemann y la cúpula del FDP entraron en una línea de confrontación tras las elecciones generales del pasado septiembre, en que los liberales obtuvieron un 7,4 por ciento, muy debajo del objetivo del 18 por ciento con que hicieron campaña.

Guerra interna

La profunda crisis del FDP se convirtió en una guerra personal entre el presidente del partido, Guido Westerwelle y su ex vicepresidente a los que los máximos dirigentes achacan buena parte de la responsabilidad en la derrota del partido en las elecciones.

El ex vicepresidente del partido, Jürgen W. Möllemann ocultó aproximadamente 1,5 millones de euros de donaciones con motivo de las elecciones legislativas celebradas en septiembre de este año. Estos fondos sirvieron para financiar unos panfletos electorales en los que se acusaba al primer ministro israelí, Ariel Sharon, de "despreciar las resoluciones de la ONU".

El domingo, la agrupación de Renania del Norte-Westfalia eligió a Andreas Pinkwart, hombre de confianza de Westerwelle, como nuevo líder regional, en un congreso tormentoso en el que quedó patente que Möllemann todavía cuenta con un buen número de seguidores.

Möllemann: El apasionado paracaidista

Analistas y hasta miembros del Partido Liberal consideran que Westerwelle trata de castigar a su antigua mano derecha para desviar la atención de su propia responsabilidad. Sospechan que la maniobras de financiación irregular no podrían haberse efectuado sin el conocimiento del presidente Westerwelle y que este debería haber actuado mucho antes contra las declaraciones populistas de su vice.

La controvertida figura de Möllemann fue durante mucho tiempo motor y obstáculo de su partido. Un ideólogo con ideas poco ortodoxas que buscó los votos con mucho show y lanzándose en paracaídas por toda Alemania.

Parece que esta vez el paracaídas de Mölleman no se abrirá. Pero Westerwelle, como piloto de la avioneta FDP podría quedarse muy pronto sin gasolina.