Republicanos apartan a congresista Cheney, crítica de Trump
12 de mayo de 2021
Liz Cheney copresidía su fracción en Cámara de Representantes y refuta el supuesto fraude electoral en el que insiste Donald Trump. “No me quedaré sentada mientras el partido abandona el Estado de derecho”, dijo Cheney.
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En una votación secreta, el partido cumplió con su amenaza de apartar a Cheney, hasta ahora número tres de los republicanos en la Cámara Baja, por haber refutado las denuncias infundadas de Trump de que hubo un fraude en los comicios presidenciales de noviembre que dieron como ganador al actual mandatario estadounidense, el demócrata Joe Biden.
Nada más conocerse el resultado de la votación, Cheney afirmó en declaraciones a la prensa que planea "liderar la lucha" por conseguir un Partido Republicano "fuerte" en el futuro y subrayó que hará todo lo que esté en su mano para que Trump "no vuelva a acercarse al Despacho Oval".
Añadió que su partido debería asegurarse de elegir como líder y próximo candidato a la Presidencia a alguien que esté comprometido con la Constitución, algo que no ocurre, en su opinión, en el caso de Trump.
Cheney: "Hay una cruzada de Trump para socavar la democracia"
Con esta votación se consuma una purga que se esperaba por parte del Partido Republicano, que sigue al lado del expresidente y apartando a las voces críticas que rechazan las acusaciones de fraude electoral.
Sabedora de que esta votación se iba a producir hoy, la legisladora, que es hija del exvicepresidente republicano Dick Cheney (2001-2009), pronunció la noche del martes un discurso en la cámara en la que criticó duramente a los dirigentes del partido por su fidelidad a Trump.
"No me quedaré sentada a mirar en silencio mientras otros llevan a nuestro partido por un camino que abandona el Estado de derecho y se unen a la cruzada del expresidente para socavar nuestra democracia", dijo Cheney en el hemiciclo.
"Permanecer en silencio e ignorar la mentira envalentona al mentiroso", añadió la congresista, quien insistió en que no hubo un fraude en las elecciones de noviembre y alertó de que Washington se enfrenta "una amenaza como nunca antes".
jov (afp, tagesschau)
Joe Biden, 46º presidente de Estados Unidos
Siendo un joven abogado, Joe Biden fue elegido senador de los EE. UU. Desde entonces, ganó reputación como hombre de centro. A sus 78 años, asume el cargo más alto del Estado. Su carrera política en imágenes.
Imagen: Alex Wong/Getty Images
Primer juramento como senador: en el hospital
El abogado Joseph Robinette Biden Jr. se convirtió por primera vez en senador de los Estados Unidos a los 30 años. Y fue uno de los momentos más duros de su vida: dos semanas antes, su esposa y su hija de un año habían muerto en un accidente automovilístico. Sus dos hijos, Beau y Hunter, aún seguían gravemente heridos en el hospital cuando Biden juró, a su lado, sobre la Biblia y la Constitución.
Imagen: AP Photo/picture alliance
Un hombre de política exterior
Como senador de Delaware, no solo defendió las preocupaciones de su estado. En las décadas de 1970 y 1980, el demócrata se hizo un nombre como político de exteriores. En 1979, se reunió con el presidente egipcio Anwar As-Sadat, quien había firmado poco antes el histórico tratado de paz entre Egipto e Israel, con la mediación del presidente estadounidense Jimmy Carter.
Imagen: Public Domain
Primera candidatura: corta y dolorosa
Biden hizo el primer intento por llegar al cargo más alto del Estado en las elecciones presidenciales de 1988. Pero pronto surgieron varias acusaciones de plagio en su contra: había tomado pasajes enteros de discursos de otros políticos sin declararlos como tales. Cuando surgieron además dudas sobre trabajos de su época universitaria, retiró su candidatura, tras solo seis semanas.
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La larga sombra del Comité Judicial
Como presidente del Comité Judicial del Senado (1987-1995), Joe Biden presidió, en 1991, las audiencias del candidato a la Corte Suprema, Clarence Thomas. Su colega Anita Hill (de espaldas en la foto) acusó a Thomas de acoso sexual ante el comité, pero Biden no reaccionó. En 2019, antes de su candidatura presidencial, Biden se disculpó, según Hill, más bien con desgano.
Imagen: Blue Fox Entertainment/Everett Collection/picture alliance
Segunda candidatura: premio de consuelo
20 años tras su primera candidatura, Biden (izq.) se ofreció nuevamente a los demócratas como candidato presidencial. Entretanto, había presidido varias veces el Comité de Exteriores del Senado y se distinguía como un hombre centro, que conseguía entenderse también con los republicanos. Al final, Barack Obama (cuarto de la izq.) se convirtió en candidato y presidente, y Biden en su vicepresidente.
Imagen: CJ Gunther/dpa/picture-alliance
Hombre de confianza de Obama para Exteriores
El presidente Barack Obama aprovechó el talento de su vicepresidente para tratar con socios extranjeros, independientemente del continente. Biden también es considerado un acérrimo multilateralista. En sus ocho años como vicepresidente, no solo se reunió con el entonces presidente del Consejo de la UE, Donald Tusk (foto), sino también con casi todos los principales políticos europeos.
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A la tercera va la vencida
Joe Biden volvió a probar su suerte a sus 77 años. Tras la campaña de las primarias demócratas, quedó claro que él, y no el socialista y un año mayor Bernie Sanders, se enfrentaría a Donald Trump. Le favoreció la esperanza de que una figura de compromiso entre demócratas y repúblicanos presentaría la alternativa al implacablemente polarizante presidente.
Imagen: Morry Gash/Getty Images
Al fin en la Casa Blanca
El cálculo demócrata funcionó: Biden dejó su huella en la política estadounidense durante casi medio siglo. Ahora, a sus 78 años, está coronando su carrera con lo que probablemente sea la cumbre máxima para cualquier político. Ningún presidente de EE. UU. lo supera en edad al asumir el cargo. Quizás esto le conceda sabiduría para lidiar con la sociedad estadounidense, profundamente dividida.