"El periodismo tradicional se ha desactualizado"
14 de julio de 2013 En el marco de su taller en la Universidad de Colonia sobre Crónica Latinoamericana, Deutsche Welle conversó con Roberto Herrscher, periodista y docente, sobre el desafío de ejercer la profesión en la era de las nuevas tecnologías.
Acerca del periodismo narrativo, de la crónica, un género periodístico que aúna la búsqueda tenaz de información verídica de los sucesos con las herramientas de la literatura, Roberto Herrscher señala que “se trata de relatar las noticias como un cuento real, algo que está teniendo cada vez más vigencia en América Latina, así como en el resto del mundo”.
Un factor clave del alcance de este tipo de periodismo son las nuevas tecnologías y las redes sociales, “formas cercanas al lector de contar lo que pasa”. Debido a ese fenómeno, dice, "una parte del periodismo tradicional ha quedado desactualizado". El periodismo “acartonado”, las noticias habituales que se leen en los diarios, ejemplifica.
Luego de que, en los años 60 y 70 surgiera el “Nuevo Periodismo”, que se sumerge en el “barro” de los sucesos, con largas entrevistas, “para entender quién es la gente con la que hablamos”, el panorama del periodismo ha cambiado y ofrece mucho más al público: “Las formas de contar tienen cada vez más elementos de la literatura: contar una historia real como si fuera una novela, o un cuento, usando elementos multimedia, video, audio, en diálogo con el cine, con las series. Es un gran “menjunje”, una gran combinación de elementos. Y me parece que los lectores, el público, es cada vez más abierto y más sofisticado, a formas nuevas de relatar las historias de manera más creativa para poder entender un mundo muy cambiante y, muchas veces, difícil de entender”.
El periodismo y el desafío de las redes sociales
Antes del surgimiento de las redes sociales, el discurso en los medios era exclusivo del periodista, explica Herrscher. Había una división muy clara entre el poder, que dominaba, controlaba y censuraba -o no, de acuerdo con la época- y la población, que se quedaba fuera de ese discurso. "En este momento, lo fascinante es que, tanto en Facebook como en Twitter, nada de lo que se puede decir queda sin ser dicho; en algún lado aparece. El problema no es acceder a la información, ya que hay demasiada, sino saber cuál es la confiable, en la que poder basarse para tener un criterio real de lo que está pasando".
"Seleccionar la información y saber quién me está hablando, y desde dónde me está hablando. Allí está el papel del periodista, de justificar nuestro rol en cada palabra que decimos y escribimos, algo que no teníamos que hacer antes. Antes, el que tenía una columna en un diario era periodista; ahora, cualquiera puede tener un blog, para bien o para mal". ¿Quién es el periodista de hoy? Según Roberto Herrscher, no es aquel que hace que su mensaje llegue a todos, sino el que tiene un saber, una formación, una ética, un control propio y externo de calidad, unos métodos para conseguir información y para saber que esa información es confiable y relevante.
"Una serie de cosas que hacen que, cuando el lector entra en una página web, al segundo párrafo sepa si está en buenas manos, en las de un periodista confiable, cuyo fin es informar a la gente y no vender la causa de un partido o la de quien le paga. Siento que en este momento más que nunca tenemos que justificar, día a día y palabra a palabra, nuestra función".
"El pueblo vigila al poder, y no el poder al pueblo"
Roberto Herrscher recuerda, en este contexto, el debate que se inició con la revelación de datos de WikiLeaks, "con un periodista no profesional, Julian Assange, que se dio cuenta de que para que esa información se difundiera tenía que aliarse con medios tradicionales de probada honestidad, y por eso decidió dejar su análisis, criterio y selección en cinco medios internacionales, y creo que eso fue clave. Un experto en nuevas tecnologías y su alianza con medios serios fue lo que hizo que WikiLeaks cambiara la forma de entender las noticias y los datos secretos hoy".
Sobre el escándalo de espionaje revelado recientemente por el estadounidense Edward Snowden, Roberto Herrscher señala que cree en la buena fe de Snowden, que, como mucha otra gente que trabaja en movimientos para obtener información que el poder quiere mantener en secreto, quiere darlos a conocer a todos. "Ese es, según mi punto de vista, el funcionamiento correcto de la democracia y la libertad. Si es cierto lo que se está revelando ahora, nosotros sabemos muy poco de ellos, y ellos saben todo sobre nosotros", subraya el periodista. "La democracia ideal es un sistema en donde el pueblo vigila al poder, y el poder no vigila al pueblo", concluye Herrscher.
Roberto Miguel Herrscher (Buenos Aires, 1962) es periodista y docente de periodismo. Dirige el Master en Periodismo BCNY, organizado conjuntamente por la Universidad de Barcelona y la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, en Nueva York. Publicó en España “Periodismo narrativo: cómo contar la realidad con las armas de la ficción”, donde investiga aspectos del periodismo narrativo estudiando el legado de grandes del género, como Oriana Fallaci, Gabriel García Márquez y Tomás Eloy Martínez. Además, Herrscher trabaja para la Academia de la Deutsche Welle. (Cliquee en el enlace más abajo para escuchar la entrevista completa).
Autora: Cristina Papaleo
Editor: Diego Zúñiga