En los mercados del petróleo se libra una guerra de precios. El barril cuesta menos de 50 dólares. A pesar de la sobreproducción, Arabia Saudita aumenta la producción. Algo que no se explica con argumentos económicos.
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En todo el mundo se están explotando tantos campos petroleros como si las ganancias ahora fueran astronómicas. La consecuencia: una sobreoferta de 350.000 barriles diarios en julio, según el boletín económico OPIS. Aún así, países como Arabia Saudí aumentan la producción. Este Reino Árabe aumentó su producción en junio de 2016 en 50.000 barriles por día.
El economista Thomas Mayer habla en DW del “uso del petróleo como arma", esta vez, no en contra de los consumidores en Occidente, sino en contra de la problemática competencia de su incómodo vecino: Irán. "Aunque el primer objetivo de Arabia Saudita es reducir la presión competitiva del fracking, especialmente de Estados Unidos", dice el antiguo jefe de economía del Deutsche Bank, “el otro objetivo prioritario es impedir que Irán recupere su poder en el mercado del petróleo".
El regreso de Irán al mercado del petróleo
Irán estuvo alejado del mercado del petróleo durante cuatro años que duraron las sanciones impuestas por sus planes atómicos. Un lapso de tiempo en el que las exportaciones bajaron a la mitad. Con el acuerdo nuclear han cambiado las cosas. Ahora Irán persigue tres objetivos, explica a DW Azideh Zamirirad, del Instituto Alemán de Política en Berlín: "En primer lugar: volver a los niveles de producción de 2011. Segundo: recuperar la cuota de mercado perdida, tan pronto como sea posible, y en tercer lugar: atraer inversión extranjera directa para reconstruir la infraestructura del sector energético”.
El bajo precio del petróleo dificulta alcanzar estos objetivos. Además, con 30 dólares por barril, Irán tiene costos de exploración casi dos veces más altos que Arabia Saudita, en donde cuesta 14 dólares. En Rusia, por su lado, los costos ascienden a unos 50 dólares estadounidenses. "Teherán cree que Arabia Saudita quiere evitar, por todos los medios, su resurgimiento económico y político", dice el experto Zamirirad. No en vano, "Teherán ha acusado en repetidas ocasiones a Riad de bajar el precio del petróleo deliberadamente".
Arabia Saudita juega con fuego
Sebastian Sons, de la Sociedad alemana de Relaciones Exteriores (DGAP), considera la agresiva política de precios del petróleo de Arabia Saudita “una estrategia peligrosa”. Las golpeadas arcas del país no podrán aliviar el impacto de los problemas socio-culturales olvidados por décadas, como el alto desempleo juvenil, una juventud falta de orientación, fuerte dependencia de la mano de obra extranjera y el inflado sector estatal.
Leon Leschus, experto del Instituto de Hamburgo de Economía Internacional, también ve el fuerte incremento de la producción en Estados Unidos como uno de los principales factores para la disminución de los precios entre 2014 y 2016. Leschus recuerda que los precios estaban por esa época por encima de los 100 dólares por barril y se precipitaron a menos de 30. Incluso en ese tiempo Arabia Saudí no frenó su producción para ejercer presión sobre los productores estadounidenses que implementan el fracking, un proceso más caro que la extracción de petróleo del desierto.
Sons, de la DGAP, indica, por último, que "aquí vemos el petróleo utilizado por Arabia Saudita como arma dirigida contra su archirrival: Irán". Thomas Mayer, por su parte, no le ve un pronto fin a esta guerra de precios. Una mala noticia para unos y una buena para los consumidores.
El remolino de los precios del petróleo (enero, 2016)
Casi a diario, los precios del petróleo alcanzan mínimos históricos. Una coyuntura mundial débil y la sobreproducción causan incertidumbre desde hace ya más de un año. Algunos países resienten los duros efectos.
Imagen: picture-alliance/dpa/W. Hong
Resaca de una larga fiesta
¿Quién lo hubiera dicho? La rica Noruega convierte su economía. Durante muchos años, el país sacó provecho del auge petrolero. El hidrocarburo del Mar del Norte transformó a Noruega, que pasó de ser un país agrario pobre, a uno de los más ricos del mundo. Ahora los noruegos dan marcha atrás: en vez de apostar todo por el petróleo y el gas, vuelven a concentrarse cada vez más en la pesca.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Hagen
Doble impacto
Además de las sanciones occidentales, los bajos precios del petróleo afectan a Rusia. En 2015, el crecimiento económico del país gobernado por Vladimir Putin disminuyó en casi cuatro por ciento. Consecuencia: el rublo ha perdido casi la mitad de su valor frente al dólar. Analistas de la consultoría financiera Bloomberg estiman que 2016 será otro año de recesión para Rusia.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Druzhinin
Ritmo decreciente
Nigeria es el más grande productor petrolero de África. El nuevo presidente, Muhammadu Buhari, prometió aumentar el gasto público. Pero esta promesa podría caer, víctima de las bajas cotizaciones petroleras. Según el Banco Mundial, tres cuartas partes de los ingresos del país provienen de la industria del petróleo. Muchos proyectos de infraestructura permanecen congelados.
Imagen: picture-alliance/dpa
Nuevas realidades
Además de Nigeria, muchos otros países elaboran sus presupuestos usando como referencia estimados de los precios petroleros. Si el cálculo es demasiado alto, se produce un vacío presupuestario. La gráfica muestra los precios del petróleo necesarios para que los respectivos países logren un equilibrio en sus presupuestos.
Luego de las sanciones
Irán pretende introducir medio millón de barriles adicionales de petróleo en los mercados, tras el levantamiento de las sanciones económicas. Con ello, el país persa parece resultar perjudicado, pues el incremento ejercerá mayor presión sobre los precios. Pero Irán culpa a su archirrival Arabia Saudita por los bajos precios petroleros.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Taherkenareh
Subvenciones y lujos
Arabia Saudita se opone a una disminución en las cuotas de producción a fin de contener a Irán y al fracking estadounidense. Pero ahora incluso el segundo mayor productor de petróleo del mundo se halla en dificultades. El FMI habla de un “déficit masivo” en el presupuesto saudita. El régimen de Arabia Saudita quiere ahora compensarlo introduciendo nuevos impuestos y eliminando subvenciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Grimm
¿Cuánto aguantará la olla?
Al igual que en Arabia Saudita, en Catar, Omán y los Emiratos Árabes Unidos se recurre a las reservas. Estos países poseen amplios fondos estatales. Pero también tienen en conjunto un déficit presupuestario de 260.000 millones de dólares, según estimaciones de JP Morgan.
Imagen: M. Naamani//AFP/Getty Images
¿Cambio de poder?
Venezuela dispone una de las mayores reservas petroleras del mundo. Durante años, el gobierno socialista financió programas sociales con los ingresos petroleros. Pero ahora, el presidente Nicolás Maduro se ve forzado a declarar una emergencia económica. Entre la población, el apoyo al chavismo cae casi tanto como los precios del petróleo.
Imagen: Reuters
Taladros peligrosos
Gracias a la tecnología del fracking, Estados Unidos se ha transformado en el mayor productor de petróleo del mundo. Pero los bajos precios hacen que esta tecnología no sea rentable. Estados Unidos es uno de los mayores consumidores de energía del mundo. Los conductores se alegran por los bajos precios de la gasolina e invierten en autos más grandes. Esto es un peligro para el medio ambiente.