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El plástico, asesino de los mares

Alois Berger/ CP5 de noviembre de 2013

Cada vez se encuentran más partículas de plástico en los cadáveres de peces y pájaros. Por eso, los países de la Unión Europea planean tomar medidas para reducir en un 80 por ciento el uso de bolsas de plástico.

Imagen: picture alliance/WILDLIFE

“El problema es tan grande que ya no se lo puede dimensionar correctamente”, advierte Benjamin Bongardt, experto de la Asociación Alemana de Protección de la Naturaleza (NABU, por sus siglas en alemán). Nadie puede decir con exactitud cuánto plástico flota en los océanos del mundo. Solo se sabe que es mucho más de lo que la naturaleza puede soportar.

Desde hace más de diez años, los oceanólogos estudian el nivel de contaminación de los mares examinando la cantidad de pájaros muertos. En promedio, actualmente se detectan 31 partículas de plástico en el aparato digestivo de la mayoría de los animales que son arrastrados hacia las costas por las corrientes. Y esa tendencia va en aumento. A partir de dichas cifras, los científicos llevaron a cabo cálculos según los cuales en un kilómetro cuadrado de superficie marina flotan cerca de 18.000 partículas de plástico. A veces se trata de partículas ínfimas; otras veces, de bolsas de plástico enteras.

El plástico permanece en el mar durante siglos

Muchos tipos de plástico no se descomponen sino hasta después de 450 años, dice Bongardt, y las bolsas de plástico son culpables de gran parte de la polución de los mares: “Un 80 por ciento de las bolsas de plástico no proviene del mar, es decir, que éstas no son tiradas por la borda de los barcos, sino abandonadas en las playas por turistas y habitantes de las costas. O viajan través de los ríos y son transportadas por el viento”, explica. Sobre todo las bolsas de plástico más fino, que se desechan inmediatamente luego de su primer uso, son transportadas por el viento a grandes distancias.

Bolsas de plástico en un basurero.Imagen: CC/Zainub Razvi

Ahora, la Comisión Europea planea poner freno a la contaminación de los océanos por medio de una reducción drástica del uso de bolsas plásticas. En la Unión Europea se emplean todos los años 100.000 millones de bolsitas, según estima Janez Potocnik, comisario europeo de Medio Ambiente: “Mas de ocho mil millones de bolsas plásticas terminan como desecho y representan un enorme problema para el medio ambiente, sobre todo para los animales, que ingieren buena parte de ellas”. A fin de poner coto al problema, Potocnik presentó el lunes (4.11.2013) un proyecto para modificar las normas de empaquetado de productos en la UE, según el cual los países miembros se comprometerían a reducir el consumo de bolsas plásticas.

Finlandia: cuatro bolsas de plástico por cabeza

El problema, sin embargo, es que la utilización de las bolsas de plástico es muy diferente en cada país de la UE. Los daneses y los finlandeses se las arreglan con cuatro bolsas por cabeza y por año, mientras los polacos, portugueses y eslovacos necesitan 450. Los alemanes, por el contrario, usan unas 70 bolsas anuales per cápita. Justamente debido a esas grandes diferencias, Potocnik propone dejar a criterio de cada país los métodos a poner en práctica para reducir el consumo de plástico, incluso dejando de lado las reglas del mercado interno europeo.

Las bolsas plásticas cubren una playa del Mar del Norte, en la costa de Dinamarca.Imagen: picture-alliance/dpa

Una prohibición sería una medida impopular

La propuesta del comisario de Medio Ambiente de la UE aún debe ser aprobada por el Parlamento Europeo y por el Consejo de Ministros de la UE, en el que están representados los Gobiernos de los países miembros, que tienen ciertas reservas al respecto. Por un lado, porque consideran que una prohibición, sobre todo en aquellos países con un alto uso de bolsas plásticas, se toparía con el el rechazo de la población. Por el otro, en países con una fuerte industria del plástico, como Alemania y Francia, ésta podría ejercer presión para hacer fracasar el proyecto de ley.

Dagmar Roth, diputada europea de la socialdemocracia alemana (SPD), critica que Potocnik quiera dejar la decisión en manos de los países miembros. “Si se tomase en serio su rol de comisario de Medio Ambiente de la Unión Europea, entonces tendría que buscar una solución unificada para toda Europa. Si piensa que hay un problema grave, debería buscar una solución viable para ese problema”, señaló la diputada.

Benjamin Bongardt, de NABU, saluda, sin embargo, la flexibilidad del enfoque que plantea Potocnik. Más importante que un debate a largo plazo es tomar medidas concretas lo antes posible, dice. Algunos países, como Irlanda, ya comenzaron a llevarlas a cabo: a lo largo de algunos años, impuso el pago de un impuesto por cada bolsa usada. Actualmente, ese impuesto es de 22 céntimos por bolsa: “Eso hizo que se redujera el uso de bolsas plásticas en un 90 por ciento, a 18 bolsas por habitante por año. Al mismo tiempo, el dinero recaudado se invierte en campañas de concientización”, subrayó Bongardt. Pero el uso del plástico no atañe sólo a la Unión Europea, sino que es un problema a nivel mundial. Por ese motivo, el experto añadió que, “si la UE no puede encontrar una solución definitiva a la contaminación de los mares con partículas de plástico, al menos dará un buen ejemplo que podría ser imitado por otros países”.

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