Las tradiciones existen para ser cambiadas. De esta máxima no se salva ni la festividad más “sagrada” de los alemanes: la navidad. Mientras hasta hace unos 10 años era impensable no asistir a la obligada reunión familiar del 24 de diciembre, a la que se suman otras más el 25 y el 26, hoy son cada vez más los alemanes que prefieren pasar ese tiempo en tierras con temperaturas más amenas.

El principal aeropuerto de Alemania espera superar en este diciembre los cinco millones de viajeros. Esto, a pesar de las grandes dificultades que ha causado la irrupción del invierno desde el comienzo de la época decembrina.

Si bien son cada vez más los alemanes que “huyen” de la estrictamente cerrada celebración navideña en las familias alemanas, muchos quieren escapar también de las gélidas temperaturas. Así que poder pasar unos días bajo el sol, lejos del frío y las obligaciones que impone la navidad, es cada vez más atractivo, tanto para jóvenes como para viejos.

Unos porque no quieren supeditarse (más) a la obligada carrera por la difícil compra de regalos - a menudo para gente que materialmente lo tiene todo - y otros porque ya no tienen familia con quien celebrar. Mientras los jóvenes prefieren irse al Caribe o a Asia, los más entrados en años visitan o regresan a las costas andaluzas de España, en donde, a menudo, pasan todo el invierno. Los amantes de las caminatas en la naturaleza escogen las Islas Canarias, en donde por esta época se goza de temperaturas que bordean los plácidos 22 grados centígrados.

Navidad, parabólicas y reuma

Los amantes del “verano” español que escapan del “invierno” alemán, ejecutan, cada año una completa mudanza. Sobre todo las personas de la tercera edad aterrizan en los aeropuertos de la Costa Blanca con sus amados perros, gatos y hasta pájaros enjaulados. Pero no es que rompan todos los vínculos con Alemania mientras aquí nieva. En la era de las telecomunicaciones satelitales, gracias a las antenas parabólicas siguen todos los días los horrores que causa el frío en Europa central. Noticias de carreteras bloqueadas por la nieve, de cancelaciones de vuelos y de temperaturas bajo cero hacen sentir mejor a muchos “fugitivos” que se convencen, día tras día, de haber tomado la decisión correcta.

Para atender a la creciente demanda de viajeros navideños la industria turística ofrece toda suerte de posibilidades: desde vuelos charter con rumbo al populoso balneario español de Benidorm hasta el paquete completo de una semana en las playas de la República Dominicana. Mientras las agencias de viajes especializadas en España recalcan que el seco aire de Andalucía mengua el asma y alivia los dolores reumáticos, los consorcios turísticos atraen viajeros más ágiles con planes que incluyen cocktails sin límite, servidos en la misma playa.

España: la salvación al frío invierno teutón

Pero para escapar varios meses del “caos” que generan las nevadas en Alemania ya no parece necesario comprar apartamento en España. Hoy hay planes para tres meses que cuestan unos 30 euros por día e incluyen transporte y pensión completa. Pero no todos necesitan vivir en hoteles o pensiones. Unos 100 mil alemanes poseen o una lujosa finca en la Costa Blanca o un pequeño apartamento en alguno de los altos edificios a lo largo de la rivera marina.

Quien aún disfrutando del suave sol del sur español lo asalta la mala conciencia de perderse la celebración navideña en Alemania, los vecinos le recuerdan que sus hijos ya adultos, sólo pasaban la nochebuena para recoger los regalos de camino a las discotecas que el 24 ofrecen cada vez más programas alternativos al cerrado círculo familiar.

La navidad también trae “calor” a los hogares

Pero quien no quiera prescindir totalmente de la navidad a la alemana, no tiene por qué desesperarse. Por estos días, tiendas y supermercados, ya sea en Lanzarote, Tailandia o Egipto, venden todo lo necesario para celebrar la fiesta de las fiestas, desde Papas Noel de lycra hasta árboles de poliuretano.

Pero en Alemania no siempre domina el frío en épocas navideñas. Los bomberos de Berlín reportan que, cada año, hay unos 15.000 incendios provocados por adornos de adviento o arbolitos de navidad causando daños que rodean los 36 millones de euros. Y mientras los bomberos apagan aquí los incendios y liberan las vías de hielo y nieve, los que han escapado a tiempo de la navidad y el frío alemanes disfrutan un cocktail navideño bajo alguna palma tropical.

Autor: José Ospina-Valencia

Editor: Enrique López