El "Plan F" de Putin
16 de abril de 2014Los medios y la clase política rusa los describe como “seguidores de la federalización”. Sus colegas ucranianos, en cambio, los llaman “separatistas”. Se trata de miles de activistas que, desde comienzos de abril, ocupan cada vez más edificios administrativos y centrales de la Policía en el este de Ucrania. Muchos de ellos están armados. Exigen que se lleve a cabo un referéndum sobre una federalización de Ucrania para que las regiones rusoparlantes del este del país obtengan poderes más amplios.
También Rusia apoya la federalización, ya que, “de lo contrario, Ucrania no se estabilizará”, según dijo el Ministerio de Exteriores de Moscú, y exige, además, una reforma fundamental de la Constitución ucraniana como nunca la hubo en la historia reciente de ese país. El artículo 2 de la Constitución define a Ucrania como un Estado unitario. La exrepública soviética está dividida en 24 territorios (oblast, en ruso), y la República Autónoma de Crimea, que fue anexionada hace poco por Rusia. La capital de Ucrania es Kiev, y al presidente, el Gobierno y el Parlamento deciden desde la política impositiva hasta la idiomática.
¿Un remedio contra la guerra civil?
Pero los activistas quieren que eso cambie, y sus demandas no son nuevas, solo que en años pasados nadie las tomó en serio. A fines de enero de 2014, cuando las protestas, en un principio pacíficas, de la oposición fueron opacadas por la violencia, el entonces gobernante Partido de las Regiones puso nuevamente a discusión la idea de una Ucrania federal, que podría evitar la desintegración del Estado. También los comunistas ucranianos piden que el país se federalice. A comienzos de febrero –tres semanas antes de que el expresidente Viktor Yanukovich huyera a Rusia- fue presentado un proyecto de ley al respecto. En el Parlamento, los comunistas son aliados del Partido de las Regiones.
Gobierno de Kiev no quiere la federalización
Solo el Parlamento puede decidir si Ucrania se federaliza o no. Para que se concrete una reforma constitucional deberían votar a favor 300 de los 450 diputados, pero el Gobierno de Kiev dejó en claro que no quiere la federalización. El presidente interino, Olexander Turchinov, rechazó categóricamente las demandas federalistas de Moscú. Muchos políticos en Kiev temen que la federalización pueda conducir a una división de los territorios del este y del sur de Ucrania. Sin embargo, el Gobierno ucraniano está dispuesto a otorgar más poderes a las provincias. Turchinov no descarta que se realice un referéndum a nivel nacional en el que se vote acerca de una futura división del poder. Según encuestas, no hay una clara mayoría a favor de la federalización, pero muchos ucranianos del este quieren que a esos territorios se les dé mayores atribuciones.
Los ciudadanos de Kiev se muestran escépticos acerca de la federalización de Ucrania. “Ucrania como federación no estaría mal si se llevara a cabo en forma democrática, como en Alemania”, dijo un manifestante en la Plaza Maidan a Deutsche Welle. Pero añadió que está en contra de una federación al estilo ruso: “Rusia es una federación solo en los papeles. El poder real lo tiene el Kremlin”. Otro manifestante subrayó que “Ucrania no es un Estado formado por muchas naciones, como Rusia. Todos somos ucranianos, ya sea en el este o en el oeste”.