El planeta va camino de incumplir los ODS, alerta un estudio
19 de junio de 2019
El análisis de la Fundación Bertelsmann sostiene que los países ricos se acercan a cumplir estos objetivos para el desarrollo sostenible en el plano local, pero los dificultan en perspectiva global.
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El mundo está en camino de no alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU según un estudio de la alemana Fundación Bertelsmann en el que atribuye buena parte de la responsabilidad de ello a los países desarrollados.
"En 2030 la comunidad internacional se comprometió a contribuir conjuntamente a un mejor desarrollo económico, ecológico y social para 2030", recuerda un comunicado en que se resume el estudio. "La edición actual del índice ODS muestra que ningún país está actualmente en vías de cumplir todos los objetivos para 2030", dice el comunicado.
En ello, los países ricos tienen un papel ambiguo ya que, por un lado, se acercan más que los otros a cumplir los objetivos en el plano local pero, por otro, dificultan la implementación de los mismos a escala global "al generar costes ambientales y económicos de terceros países".
"No queda mucho de las promesas históricas de hace cuatro años. Tenemos que cumplir los objetivos de la ONU y traducirlos en estrategias y medidas nacionales. La pobreza y las oportunidades educativas injustas no desaparecen no desaparecen con retórica vacía sino sólo con la acción", dijo el presidente de la Fundación Bertelsmann, Aart de Geus.
El estudio hace especial énfasis en la necesidad de mejor en lo relativo a la protección del clima y al consumo sostenible. Por otra parte, en el terreno de la agricultura se requiere un viraje ya que ese sector es responsable de una cuarta de las emisiones de gases que generan el efecto invernadero. A ello se añade la contaminación de los suelos causada por el uso de fertilizantes y pesticidas.
El cambio climático y los agricultores
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Otra crítica es la de la paradoja de un mundo en el que conviven la desnutrición y la sobreproducción de alimentos. Un tercio de los alimentos que se producen el mundo se desecha pese a que más de 800 millones de personas en el mundo padecen desnutrición.
En la lucha contra la pobreza, según el estudio, los países del G20 no han hecho sus deberes. Ello se ve en que de los países miembros sólo Dinamarca, Luxemburgo, Noruega, Suecia y el Reino Unido han destinado el 0,7 por ciento del PIB, exigido por la ONU, a ayudas al desarrollo.
Además, las costumbres de consumo de los países desarrollados generan efectos nocivos. Así, por ejemplo, la demanda de aceite de palma lleva a que crezca la tala de bosques tropicales.
eal (efe)
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Cambio climático: maravillas que hay que visitar antes que desaparezcan
Desde la Gran Barrera de Coral hasta los majestuosos glaciares, crece el número de turistas que visita lugares que se teme desaparecerán con el cambio climático.
Imagen: picture-alliance/McPhoto/SBA
Tesoro con fecha de caducidad
Dos millones de personas visitan anualmente la Gran Barrera de Coral. Una encuesta realizada en 2016 descubrió que el 69% de ellos quería ver este patrimonio mundial de la Unesco "antes que fuera demasiado tarde". Y no debe sorprendernos. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático dijo que si no se limita el calentamiento global, el 99 por ciento de los corales desaparecerá.
Imagen: picture-alliance/dpa/N. Probst
Por ver a los osos
¿Pero no resulta desastroso volar en avión para visitar estos lugares? Un estudio de 2010 descubrió que los safaris para ver osos polares en Churchill, Canadá, dejan una huella de carbono de 20 megatones. La mayoría de los turistas llega en avión, y si bien el 88% asume que los humanos somos responsables del cambio climático, solo el 69% está de acuerdo en que viajar en avión daña el planeta.
Imagen: picture-alliance/McPhoto/SBA
Arte apocalíptico
Junto con el oso polar, los icebergs esculpidos por el aumento de la temperatura son imágenes icónicas del cambio climático. Deslizarse entre los gigantes que se derriten en un crucero es una experiencia inolvidable por la que los turistas están dispuestos a pagar fuertes sumas. A principios de los 90, solo 5.000 personas visitaban la Antártida cada año. En 2018 fueron 46.000.
Imagen: S. Weniger/M. Marek
Temporada alta
No hay que visitar los polos para ver cómo se derriten los hielos. La nevada cima del Kilimanjaro es una de las postales más impresionantes que se ven en la sabana ecuatorial, donde los negocios relacionados con el turismo generan anualmente 44 millones de euros. Muchos visitantes suben al glaciar Furtwängler, que en el último siglo ha perdido el 85 por ciento de su hielo.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Schnoz
Rey sin corona
El Parque Nacional de los Glaciares tenía más de 100 de esos glaciares en 1910. Ahora hay poco más de dos docenas. Tan dramático es este retroceso que el parque se ha convertido en un centro para la investigación climatológica. Unas 3 millones de personas visitan anualmente la "corona del continente" para observar los últimos restos de una gloria que estuvo cubierta de hielo.
Imagen: Imago Images/Aurora/J. Miller
Paraíso perdido
Las Maldivas son un paraíso turístico. 1.200 islas de coral con playas de arenas blancas que se encuentran apenas a 2,5 metros sobre el nivel de las aguas. En 2017, el presidente decidió construir nuevos aeropuertos y resorts para recibir siete veces más turistas y usar los ingresos en la construcción de nuevas islas y reubicar comunidades. Luego fue expulsado del cargo y acusado de corrupción.
Imagen: Colourbox
Pantanos de agua salada
No solo las islas quedarán sumergidas ante el crecimiento del nivel de los océanos. Humedales como los Everglades de Florida también están desapareciendo. En el último siglo, cerca de la mitad fue drenada para ser utilizada como terreno agrícola. Ahora, el agua salada se está filtrando, haciendo que éste sea el único patrimonio mundial de Estados Unidos que se halla en peligro.
Imagen: Imago/Robertharding/F. Fell
Perturbando la paz
Charles Darwin notó que la fauna única de las Galápagos respondía a generaciones de vida aislada. Hoy, las islas son invadidas y asediadas por los turistas y el cambio climático, que está ocurriendo demasiado rápido, impidiendo que las especies se adapten a estas transformaciones. El calentamiento global ha dejado a criaturas únicas, como la iguana marina, al borde de la desaparición por hambre.