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El poder de la Iglesia en Polonia

24 de julio de 2017

La disputa sobre la reforma judicial prevista en Polonia se torna religiosa y revela la estrecha relación del gobierno del PiS con los clérigos conservadores del país.

Polen Christus-König-Statue in Swiebodzin
Imagen: picture alliance/ZB/K. Schindler

¿Es la controvertida reforma judicial en Polonia, contra la que miles de personas están protestando en las calles, compatible con la fe católica? Lo que podría parecer una pregunta irrelevante, es para Polonia de vital importancia. El 92 por ciento de los aproximadamente 38 millones de habitantes del país profesan la fe católica, la mitad de los cuales acude regularmente a misa.

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Pero, ¿de qué fe católica se trata? El gobierno del conservador partido Ley y Justicia (PiS) no se suma, por ejemplo, en la cuestión de los refugiados al papa Francisco y su llamamiento a la solidaridad con ellos. Eso a pesar de ovacionarlo en Cracovia en julio del año pasado durante la Jornada Mundial de la Juventud. Menos, eso sí, que a Juan Pablo II, venerado en su país mucho antes de ser canonizado.

La iglesia guarda silencio

Cada vez parece más estrecha la conexión entre el PiS y la Conferencia Episcopal polaca. Sin embargo, el 17 de julio su portavoz Pawel Rytel-Andrianik, anunció que la Iglesia no se pronunciaría sobre la disputa en torno a la reforma judicial. Tres días después, el 20 de julio, el arzobispo primado Wojciech Polak hizo un llamamiento, en vista de las masivas protestas, a "preservar los principios del Estado democrático de derecho".

Un gesto débil, encuentra Malgorzata Gersdorf, presidente de la Corte Suprema de Polonia: "la única institución que podía conseguir algo en Polonia es la Iglesia", explicó en una entrevista con el diario Süddeutsche Zeitung. "Pero no espero nada de ella, está estrechamente vinculada al partido del gobierno; por eso ni ha dicho nada ni va a hacerlo". El gobierno aumentó los subsidios estatales para la Iglesia, mejoró la educación religiosa voluntaria en las escuelas y bloqueó el uso de la píldora "del día después".

"Baluarte del cristianismo"

Polonia como "baluarte de la cristiandad", como el hogar del "Papa del milenio ", Juan Pablo II. Esta visión comparten la Conferencia Episcopal y el gobierno polacos. Sirve tanto para defenderse contra la secularización de Occidente como contra la percibida propagación del Islam. Pero también, 25 años después de la caída del muro de Berlín, el influjo se difumina: las creencias también evolucionan. Según un estudio, el número de polacos que se guían por las directrices de la Iglesia ha descendido desde 2005 del 66 al 39 por ciento.

"Un partido autoritario, el Ley y Justicia de Jaroslaw Kaczynski, ha tendido la mano al catolicismo fundamentalista", resumió el teólogo y ex sacerdote jesuita Stanislaw Obirek el año pasado en una entrevista con la emisora Mitteldeutsche Rundfunk. La iglesia se ha convertido en un actor político en Polonia. Aun cuando apoya al papa Francisco, la mayoría del clero polaco es conservador y pide el voto para el PiS, explica Obirek. "La situación política que tenemos hoy en Polonia se debe al servilismo de todos los partidos políticos hacia la Iglesia".

 

Autora: Astrid Prange (LGC/ CP)


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