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El poder y los medios

27 de diciembre de 2010

Los editorialistas comentan la nueva ley de medios en Hungría y los retrasos en los aeropuertos europeos.

Diarios húngaros podrían ser objeto de censuras, dicen los críticos de la ley.Imagen: picture alliance/Lonely Planet Images

La democracia, en peligro

Der Kurier, Viena: “La ley húngara de medios de comunicación pone en peligro la democracia. La Unión Europea debe observar atentamente qué hace Viktor Orbán. Lamentablemente, las críticas al autoritario primer ministro húngaro son pocas. No puede extrañar. Al fin y al cabo, también los gobiernos democrácticos quieren domesticar a los medios. En la era de Internet, ello suena absurdo. Pero justamente la ilimitada libertad de la red lleva a que los poderosos quieran asegurar su poder en los medios. Silvio Berlusconi comanda desde hace tiempo la televisión del embobecimiento en Italia, donde los canales privados prácticamente no se diferencian de los estatales. En Francia, Sarkozy es quien elige a los directores de televisión y en la cadena pública ZDF alemana, un redactor jefe debió marcharse por la presión ejercida desde Berlín”.

Manejo no responsable

Handelsblatt, Düsseldorf: "Este proceso (en Hungría) se anunciaba desde hace ya tiempo. La nueva ley de medios es sólo la parte particularmente visible de las transformaciones: la Corte Constitucional, las universidades, el Banco Nacional e incluso los teatros: todo es reformado al gusto del Gobierno de Orbán. Y quien (en filas del Gobierno) se anime a manifestar la más leve crítica, debe marcharse. La democracia es otra cosa. En los primeros meses de su gobierno, Orbán no ha sabido manejar responsablemente su mayoría de dos tercios en el Parlamento”.

Un caos aéreo sin justificación posible

El Periódico de Catalunya, Barcelona: “La regañina que el comisario de Transportes de la UE, Siim Kallas, dedicó hace unos días a los gestores de algunos de los principales aeropuertos de Europa estaba más que fundamentada: es injustificable que las primeras nevadas, ni más ni menos intensas que las de otros años, hayan sembrado el caos y condenado a miles de viajeros a vivir un vía crucis. Como no hay ninguna garantía de que el caos no se repetirá, se antoja más necesario que nunca que la Unión Europea tome cartas en el asunto para fijar una normativa mínima que, sin acogotar a los gestores, dé garantías a los usuarios. Entre otras razones porque la gestión privada de muchos aeropuertos entraña el riesgo de que las empresas concesionarias antepongan los intereses de los accionistas y el reparto de dividendos a otras consideraciones. Se trata, en suma, de proteger a la parte más débil del sistema aeroportuario -el viajero- y de delimitar las responsabilidades de quienes están obligados por contrato a ofrecer un servicio eficaz”.

El billete ya está pagado

Der Standard, Viena: “Esperemos que lo que está sucediendo en el tráfico aéreo estos días de celebraciones en Europa sea el máximo en cuanto a desfachatez y no la punta del iceberg. ¿Falta glycol para descongelar los aviones? ¿Y qué? Quizás en los aeropuertos se introduzca próximamente el racionamiento de combustible para los aviones o se clausure una de cada dos pasarelas, para comprar con lo ahorrado un nuevo escáner de cuerpo completo. (…) Dejad esperando a los pasajeros, mandadlos de vuelta a casa, el billete de cualquier forma ya está pagado. Para la Navidad 2011 se deben tomar desde ya precauciones…”

dpa
Editor: Enrique López Magallón

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