Según analistas consultados por DW, candidatos a la presidencia de otros países latinoamericanos podrían incorporar el discurso extremista para intentar ganar elecciones. En cuanto a Mercosur, las cosas serán difíciles.
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En varios países de América Latina se realizarán elecciones en 2019. "Algunos candidatos se podrían inspirar en Bolsonaro y adoptar un discurso similar, con el apoyo del presidente de Brasil”, afirma Oliver Stuenkel, profesor de relaciones internacionales de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), quien se basa en la "tradicional influencia de Brasil en la región”.
"Bolsonaro se benefició de una situación específica en Brasil: la falta de un proceso sistemático de análisis de los crímenes cometidos durante la dictadura militar”, explica Stuenkel, quien advierte que algún día podría surgir un candidato de extrema derecha "en un país como Chile, en donde se habla bien de la dictadura de Pinochet, más no en Argentina, en donde la población es muy crítica con las dictaduras”.
"Pero, aunque los argentinos repudian un régimen dictatorial, eso no garantizaría protección definitiva contra el surgimiento de un candidato de extrema derecha" advierte Stuenkel.
Para Ricardo Sennes, investigador del observatorio Consejo del Atlántico, con sede en Washington, con la elección se podría formar un cuarteto de países dirigidos por la derecha, compuesto por Brasil, Argentina, Chile y Colombia, "aunque esta unión solo influiría en la agenda regional, más no en las elecciones de otros países”.
"El posible programa económico será más liberal, con cambios en la política comercial y fuerte rechazo al proteccionismo. En cuanto a la crisis de Venezuela, el discurso se puede volver más virulento”, cree Senes.
Mercosur deja de ser prioridad
El gobierno de Bolsonaro realizará cambios importantes en Mercosur, el bloque formado por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela (este último suspendido desde 2016). En entrevistas concedidas a emisoras brasileñas, Bolsonaro anunció que dicha unión aduanera no tendrá prioridad en su administración.
Según Bolsonaro, el Mercosur fue sobrevalorado por razones ideológicas que protegían a países que "burlaban" las reglas. "Queremos librarnos de las ataduras del Mercosur", como el impedimento de poder firmar acuerdos bilaterales con otros países, afirmó.
Según los datos del Gobierno brasileño de finales de 2017, el Mercosur es la quinta economía del mundo con un Producto Interno Bruto (PIB) de 2,7 billones de dólares. Más del 10% de las exportaciones brasileñas tiene como destino los demás países del bloque. El intercambio comercial en 2016 alcanzó los 38 mil millones de dólares, 8,5 veces más que en 1991, el año de la fundación del bloque, cuando apenas se comercializaban 4,500 millones de dólares con los mismos países. Aún así, para José Alfredo Graça Lima, experto de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y consejero del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri) "el Mercosur ha sido un éxito político, más no comercial”.
Los expertos no están de acuerdo en cuál será el "efecto Bolsonaro” sobre las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea, que se reanudaron en 2010. En junio pasado, el ministro de Relaciones Exteriores, Aloysio Nunes, informó que de los más de 300 puntos en negociación, solo quedaban cerca de 50 por resolver.
Stuenkel vaticina que, por ahora, los dos bloques no avanzarán, y concluye que "podría darse una ronda abierta, tal vez solo con Brasil, porque las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea han fracasado”.
(jov/er)
Brasil: los capítulos de una elección polarizada
Trece candidatos se presentaron en la disputa por el Planalto, en las elecciones que ganó, en segunda vuelta, el ultraderechista Jair Bolsonaro. Vea aquí los principales episodios de esta disputa.
Imagen: Agencia Brasil/R. Rosa
Entra en escena el financiamiento de las campañas
Ante la prohibición a las donaciones hechas por empresas, el Congreso creó en octubre de 2017 un nuevo fondo de 1,7 mil millones de reales para financiar candidaturas políticas. El 60 por ciento de fondo quedó en las manos de seis partidos: MDB, PT, PSDB, PP, PSB Y PR, dejando a los candidatos independientes con menos recursos.
Imagen: Reuters/A. Machado
Lula es condenado y arrestado
Cuando anunció, en 2016, su intención de disputar la elección presidencial, Lula se convirtió en el líder en las encuestas. En enero, sin embargo, su situación se complicó tras una condena en segunda instancia que lo dejó virtualmente inelegible. En abril, fue arrestado, con la posibilidad de que su candidatura fuera anulada. El PT comenzó a tener dificultades para formar alianzas.
Imagen: Reuters/L. Benassatto
Los "outsiders" salen de la escena
La posibilidad de que Lula quedara fuera y el sentimiento antipolítico entre la población, indicaban que ésta sería la elección de los "outsiders". El exministro del Supremo Joaquim Barbosa y el presentador Luciano Huck llegaron a aparecer en las encuestas. El empresario Flávio Rocha anunció su candidatura. Sin embargo, en julio todos habían desistido.
Imagen: Imago/ZUMA Press/M. Chello
Candidaturas descartadas
La elección de 2018 parecía destinada a superar el número de candidatos de 1989, cuando 22 aspirantes disputaron la Presidencia. En abril había 23 nombres interesados en aparecer en la papeleta, entre ellos el presidente Michel Temer, el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, y el expresidente Fernando Collor. Pero pronto desistieron. En agosto se llegó al número de 13 candidatos en carrera.
Imagen: Marcelo Camargo/Agência Brasil
Los candidatos aislados
La jugada de Alckmin con el "centrón" acabó aislando a otros candidatos. Jair Bolsonaro (PSL) intentó negociar con el PR, pero tuvo que contentarse con el PRTB. Ciro Gomes (PDT) también vio naufragar sus intentos de coalición. Los tres terminaron la fase de convenciones con poco apoyo y tiempo de TV.
La novela de los vices
La fase de convenciones comenzó a finales de julio sin que la mayoría de los precandidatos tuviera un compañero de fórmula. Bolsonaro recibió tres rechazos hasta cerrar con el general Mourão (PRTB). Henrique Meirelles (MDB) y Ciro Gomes (PDT) se contentaron con nombres del propio partido. Alckmin fue rechazado por el empresario Josué Alencar antes de optar por Ana Amélia (PR).
Imagen: Agência Brasil/F.Frazão
El "plan B" del PT
Con Lula virtualmente inelegible, la elección de su vicepresidente pasó a ser un trampolín para el candidato sustituto. A principios de agosto, el PT acabó eligiendo a Fernando Haddad, que desde el inicio del año era visto como "plan B". Manuela D'Ávila (PCdoB) quedó con la curiosa posición no oficial de "vice del vice", asumiendo la posición una vez que se supiera si Lula era candidato o no.
Imagen: Agência Brasil/F.Rodrigues Pozzebom
Ataque a Bolsonaro
El candidato del PSL, Jair Bolsonaro, fue apuñalado durante un acto de campaña en Juiz de Fora. Sus adversarios condenaron la agresión, y algunos llegaron a cambiar el tono de la campaña. Pero no hubo un impacto decisivo en el electorado, pues sigue liderando las encuestas aunque casi con el mismo porcentaje, mientras que el rechazo hacia él aumentó.
Imagen: picture-alliance/dpa/Agencia O Globo/A. Scorza
El intercambio de Lula por Haddad
Después de meses de suspenso y con el aval de Lula, Fernando Haddad fue oficializado candidato a la Presidencia por el PT el 11 de septiembre, a menos de un mes de la primera vuelta, lo que ocurrió una vez que se agotaron todas las posibilidades de que el expresidente participara en la carrera presidencial. El desafío desde entonces fue transferir los votos de Lula a Haddad.