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ComercioEuropa

El precio del gas en Europa se enfrenta a un futuro incierto

Jo Harper
10 de enero de 2023

Los precios del gas en Europa cayeron a valores previos a la invasión de Rusia contra Ucrania. Parece que este invierno podrá evitarse una gran crisis energética, pero los expertos prevén un invierno duro para 2024.

Cocina a gas
Por ahora, el precio de la gasolina ha bajado, pero no hay nada seguro.Imagen: Thomas Imo/photothek/IMAGO

Los precios del gas natural en Europa cayeron a finales de 2022 a 76 euros (80 dólares) por megavatio hora (MWh), muy cerca de los 75 euros registrados en diciembre de 2021, antes del inicio de la guerra en Ucrania.

En agosto de 2022, debido a la escasez provocada por el recorte del suministro ruso, los precios en la Unión Europea (UE) alcanzaron un máximo histórico de 350 euros por MWh. Ante este gran aumento, los compradores europeos lograron cubrir su suministro de cara al invierno, importando gas natural licuado (GNL) de otros países.

¿Se terminó la crisis?

Los expertos afirman que, por ahora, que los precios del gas están bajando, lo peor ya pasó. Sin embargo, "eso no significa que la crisis energética terminó", dijo a DW Toby Copson, responsable mundial de comercio de Trident LNG.

El próximo invierno podría ser más duro: "Qué tan difícil será, dependerá del clima, la demanda china y la disponibilidad de GNL", afirmó Adi Imsirovic, investigador del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford. 

Europa está mejor que el año pasado debido a varios factores: temperaturas más suaves de lo normal, menor uso de la calefacción, altas cantidades de suministro y más oferta disponible, debido a que China, golpeada por una ola de COVID, se ha ausentado del mercado.

"Existe la preocupación extra de que China supere la ola de COVID y vuelva a participar en la demanda, lo que dejaría a Europa compitiendo con uno de los mayores compradores del mercado", agregó Copson.

El clima, un factor crucial

"Por ahora, la cosa pinta bien, pero la Agencia Internacional de Energía pronosticó otra ola de frío a finales de marzo. Aún no estamos fuera de peligro", explicó a DW Bram Claeys, asesor principal del Proyecto de Asistencia Reguladora, una organización centrada en la transición ecológica.

Sin embargo, "las previsiones apuntan a que Europa saldrá del invierno con menos del 15 por ciento de reservas (frente al 30-35 por ciento histórico), lo que hará que los precios se mantengan por sobre los niveles históricos, ya que la demanda para rellenar las reservas es mayor", señaló Ashley Kelty, director de petróleo y gas de Panmure Gordon.

El gasoducto Nord Stream 2 ya no lleva gas desde Rusia a Alemania y Europa.Imagen: Maxim Shemetov/REUTERS

Previsiones sobre el precio

Los expertos creen que los precios del gas se mantendrán elevados durante al menos un par de años, hasta que baje la demanda: "No creo que los precios del gas vuelvan a sus niveles históricos en un futuro próximo. Esto se debe a que el GNL es más caro, a la falta de suministro de gas en Europa y a la ausencia de suministros rusos", agregó Kelty.

"Las razones estructurales de los altos precios siguen vigentes. La guerra de Ucrania está lejos de terminar, el suministro de gas ruso ha sido y sigue siendo diezmado, y el parque nuclear francés sigue de capa caída", complementó Claeys.

Discusión sobre un tope de precios

Los expertos advierten de que la decisión de la UE de limitar los precios del gas podría poner en peligro los esfuerzos del bloque por rellenar los suministros este verano. 

Los miembros de la UE apoyaron un tope de precios para limitar la influencia rusa en el mercado. Algunos países están gastando miles de millones de euros para reducir el impacto de la subida de los precios de la energía en los hogares.

El tope se activaría si se superan los 180 euros por MWh durante tres días hábiles consecutivos, y se mantendría durante al menos 20 días hábiles. 

Repercusiones a largo plazo

Los críticos afirman que la fijación de precios permitiría a compradores asiáticos como China e India ser más competitivos en el mercado al contado. 

Anna Mikulska, experta en energía de la Universidad Rice de Houston (Texas), consideró que "las repercusiones económicas pueden ser bastante problemáticas a largo plazo".

"Aunque el problema de la disponibilidad de gas es grave, su efecto crónico puede significar la huida de industrias energéticas, y especialmente de gas, que busquen relocalizarse en otro lado, donde los precios sean probablemente más bajos", advirtió a DW. (ju/rml)

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