El presidente brasileño visita Jerusalén junto a Netanyahu
1 de abril de 2019
Los dirigentes extranjeros evitan aparecer junto a mandatarios israelíes ante el Muro de las Lamentaciones para no definirse sobre cuestiones de soberanía. Jair Bolsonaro lo hizo a días de las elecciones en Israel.
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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, visitó este lunes (01.04.2019) la basílica del Santo Sepulcro, el lugar más importante para el cristianismo, y el Muro de las Lamentaciones, el sitio de culto más sagrado para el judaísmo, en la ciudad vieja de Jerusalén, en la parte ocupada de la urbe. Se trata de un potente gesto diplomático dado que los mandatarios no suelen incluirlos en su agenda oficial.
Bolsonaro hizo una primera parada en el Santo Sepulcro y luego se desplazó al Muro de las Lamentaciones, a escasa distancia del templo cristiano. Allí visitó junto a Benjamín Netanyahu este lugar sagrado del judaísmo, situado en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Décadas de conflicto
Durante décadas, los dirigentes extranjeros han evitado aparecer junto a un mandatario israelí ante el Muro de los Lamentos para no posicionarse sobre cuestiones de soberanía. Este gesto simbólico, ocho días antes de las elecciones parlamentarias israelíes, es leído como un apoyo para la campaña del primer ministro.
El estatuto de Jerusalén es una de las cuestiones más espinosas del conflicto israelo-palestino.
El presidente estadounidense Donald Trump visitó el lugar en mayo de 2017, en esa ocasión estaba acompañado por el rabino del Muro, Shmuel Rabinovitz, y no por un dirigente israelí.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, había abierto el camino cuando el 21 de marzo se convirtió en el responsable estadounidense de mayor rango en visitar el Muro junto a un primer ministro israelí.
Fue el último episodio de una serie de iniciativas proisraelíes de la administración Trump, que ha multiplicado en paralelo medidas desfavorables para los palestinos.
Historia
El Muro de los Lamentos está ubicado en Jerusalén Este, ocupado por Israel en la Guerra de los Seis Días en 1967 y anexado en 1980, en una decisión que no ha sido reconocida por la comunidad internacional.
Israel considera Jerusalén, --su sector Este incluido-- como su capital "indivisible". Para los israelíes, la soberanía del Muro nunca se ha puesto en duda e incluso su conquista en 1967 se celebra como una liberación.
Los palestinos, en cambio, quieren que Jerusalén Este sea la capital del Estado al que aspira. En ese sentido, Bolsonaro anunció, siguiendo a Estados Unidos, su intención de trasladar la embajada de Brasil en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.
Sin embargo a su llegada a Israel el domingo, anunció la apertura en Jerusalén de una oficina diplomática dedicada a los asuntos económicos, pero evitó mencionar el traslado de la embajada.
El ultraderechista brasileño era católico pero en 2016 fue bautizado como evangélico en el río Jordán, un recuerdo al que hizo alusión en varias ocasiones a su llegada ayer a Israel en un discurso plagado de referencias religiosas.
Dg (efe, afp)
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La historia de Jerusalén en imágenes
Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo y una de las más disputadas hasta el día de hoy. Judíos, musulmanes y cristianos la consideran una ciudad sagrada.
Imagen: Getty Images/AFP/T. Coex
Jerusalén, la ciudad de David
De acuerdo con el Antiguo Testamento, el rey David conquistó Jerusalén en torno al año 1000 a.C. Trasladó allí su sede de gobierno, convirtiendo a Jerusalén en la capital y centro religioso de su reino. Salomón, hijo de David, construyó según la Biblia el primer templo para Yahvé, el Dios de Israel, y Jerusalén pasó a ser el centro del judaísmo.
Imagen: picture-alliance/ZUMAPRESS.com
Dominio persa
El rey babilonio Nabucodonosor II conquistó Jerusalén en el año 597 y en el 586 antes de Cristo, según la Biblia. Tomó prisionero al rey Joaquín y a la clase alta judía, los llevó a Babilonia y destruyó el templo. Más adelante, el rey persa Ciro conquistó a su vez Babilonia, tras lo cual autorizó a los hebreos a regresar a Jerusalén y reconstruir el templo.
Jerusalén cayó bajo dominio del Imperio Romano. Pero en la población se fue formando la resistencia y en el año 66 d.C. estalló la guerra judeo-romana. Terminó cuatro años más tarde con una victoria romana y la nueva destrucción del Templo de Jerusalén. Roma y Bizancio dominaron cerca de 600 años Palestina.
Imagen: Historical Picture Archive/COR
Conquista árabe
Por orden del califa Omar, en el año 637 Jerusalén fue sitiada y tomada. En la era de dominio musulmán que se inició entonces, la ciudad fue sitiada en múltiples ocasiones y cambió varias veces de gobernantes.
Imagen: Selva/Leemage
La época de las cruzadas
El mundo cristiano se sintió cada vez más amenazados por los selyúcidas musulmanes que dominaron a partir de 1070. El Papa Urbano II llamó finalmente a emprender una cruzada. En 200 años, los europeos llevaron a cabo cinco cruzadas para conquistar Jerusalén. Por momentos lo consiguieron. Pero en 1244 los cruzados perdieron definitivamente la ciudad, que volvió a caer en manos musulmanas.
Imagen: picture-alliance/akg-images
Otomanos y británicos
Tras la conquista otomana de Egipto y Arabia, Jerusalén se convirtió en 1535 en sede administrativa de un distrito otomano. Las primeras décadas de dominio turco brindaron a la ciudad un considerable auge. En 1917, con el triunfo de Gran Bretaña sobre las tropas turcas, Palestina quedó bajo control británico. Jerusalén pasó sin resistencia a manos británicas.
Imagen: Gemeinfrei
La ciudad dividida
Después de la II Guerra Mundial, los británicos entregaron su mandato sobre Palestina. La ONU se pronunció por una partición del territorio, para crear una patria para los sobrevivientes del Holocausto. Algunos Estados árabes emprendieron una guerra contra Israel y conquistaron parte de Jerusalén. Hasta 1967, la ciudad estuvo dividida en una parte occidental israelí, y una parte oriental jordana.
Imagen: Gemeinfrei
Jerusalén oriental vuelve a Israel
En 1967, Israel libra la Guerra de los Seis Días contra Egipto, Jordania y Siria. Conquista el Sinaí, la Franja de Gaza, la Cisjordania, los Altos del Golán y Jerusalén Oriental. Paracaidistas israelíes se abren paso hasta el casco antiguo y llegan al Muro de los Lamentos por primera vez desde 1949. Oficialmente Jerusalén Oriental no es anexada, sino integrada administrativamente.
Desde entonces, Israel no niega a los musulmanes el acceso a sus lugares sagrados. El Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas está bajo administración autónoma musulmana.
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Pugna no resuelta
Jerusalén constituye hasta hoy un obstáculo en el camino hacia la paz entre israelíes y palestinos. En 1980, Israel declaró a la ciudad como su "capital eterna e indivisible". Jordania renunció en 1988 a sus pretenciones sobre la la Cisjordania y Jerusalén Oriental, en favor de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Los palestinos conciben a Jerusalén oriental como su capital.