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El presidente venezolano descarta "negociar la revolución"

9 de abril de 2014

Nicolás Maduro aseguró estar "de acuerdo totalmente" con la recomendación del expresidente brasileño Lula da Silva de formar un Gobierno de coalición, pero descartó negociar los principios socialistas de su Gobierno.

Imagen: Reuters

Luiz Inácio Lula da Silva propuso previamente "establecer una política de coalición, construir un programa mínimo y disminuir la tensión", tras semanas de protestas antigubernamentales en Venezuela que han dejado 39 muertos y centenares de heridos.

"De acuerdo totalmente con Lula, que es lo que estamos haciendo, gobernando, a pesar de las guarimbas (barricadas) no hemos dejado de gobernar ni un segundo, hemos tomado decisiones, en épocas de guarimbas yo aprobé más de 150.000 millones de bolívares (15.000 millones de dólares) en proyectos", precisó Nicolás Maduro.

Maduro descartó negociar “principios socialistas”

Maduro interpretó las palabras de Lula como un llamado a afianzar la "coalición 'socialista" de partidos que apoya su Gobierno, por lo que descartó que en un posible diálogo con la oposición auspiciado por la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) vaya a negociar los principios socialistas de su gobierno.

"Lo que no hay en Venezuela es una negociación, yo nunca voy a participar en una negociación, no tengo nada que negociar con nadie, ni pactos ni nada de eso, ni negociación ni pactos, aquí lo que hay es un debate, un diálogo, que es diferente a una negociación y un pacto", dijo entre los aplausos de sus seguidores.

"Sería un traidor yo si me pongo a negociar la revolución. Es que a mí no me pertenece este poder, este poder le pertenece a la revolución, al pueblo", insistió el mandatario. Por ello, Maduro más bien aseguró que usaría su poder para "hacer más revolución", tal como interpretó las palabras de Lula.

"En todo caso, a mí me toca administrar este poder para hacer más revolución, así que tenemos una gran coalición y el presidente Lula seguramente apunta hacia allá, seguro que sí, por lo que lo conocemos, consideramos a Lula un padre de la izquierda también, querido compañero", reflexionó sobre el expresidente brasileño.

El mandatario recordó que los opositores han intentado derrocarlo desde el mismo momento en que fue proclamado presidente hace casi un año, tras haber ganado por menos de dos por ciento de diferencia las elecciones presidenciales celebradas el 14 de abril y que no fueron aceptadas por la oposición tras denunciar irregularidades.

"En un año, más o menos que cumplo ahora, no me han dado un segundo de tregua, normalmente cualquier gobierno del mundo gana y la oposición le da, no sé, una tregua para que respire. El mismo día que me estaba proclamando el Consejo Nacional Electoral (CNE) declararon la guerra civil y todo el año 2013 lo pasamos batallando", concluyó. Indagado sobre la solicitud de una Ley de Amnistía para liberar a los detenidos durante las protestas, prometió que en su gobierno "va a haber justicia, no va a haber impunidad" ante los grupos que generaron la violencia de las últimas semanas.

CP (dpa, efe)

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