1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW
Sociedad

Primer alemán pisará la luna en 2030 dice astronauta germano

18 de julio de 2022

Matthias Maurer, quien en mayo volvió tras casi medio año en la Estación Espacial Internacional, dijo descartar la opción de "colonizar" la luna y se mostró escéptico sobre el éxito de una misión tripulada a Marte.

Astronaut Matthias Maurer
El astronauta Matthias MaurerImagen: ESA/NASA/dpa/picture alliance

El astronauta alemán Matthias Maurer espera que en menos de diez años un compatriota suyo pueda aterrizar en la luna, según declaró hoy al diario "Augsburger Allgemeine".

"Si tuviese que especular, diría que en 2030 el primer astronauta alemán pisará la luna", indicó.

Maurer destacó que en los vuelos espaciales tripulados de la Agencia Espacial Europea (ESA) participan principalmente Alemania, Francia e Italia, también financieramente. Estos tres países son los principales protagonistas de las misiones lunares previstas en cooperación con Estados Unidos.

"Por eso, los astronautas europeos también pisarán la luna en el año 2030 o antes", aseguró.

El germano, de 52 años, que en mayo regresó a la Tierra tras pasar casi medio año en la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés), admitió que a él mismo le gustaría viajar a la luna.

Sentados de izquierda a derecha, los astronautas de Space X Crew-2 en el interior de la nave espacial Crew Dragon Endurante: el astronauta de la ESA Matthias Maurer, los astronautas de la NASA Tom Marshburn, Raja Chari y Kayla Barron. Imagen: Aubrey Gemignani/NASA/REUTERS

Escéptico sobre una misión tripulada a Marte

Por otro lado, hizo hincapié en que no tendría sentido colonizar la luna. "Me ocuparía de la luna más bien como se hace hoy en día con la Antártida. Explorarla científicamente, permitir un turismo sostenible limitado, pero no colonizarla ni tampoco sobreexplotarla".

En base a su experiencia en la Estación Espacial Internacional, Maurer se mostró escéptico sobre la posibilidad de que una misión tripulada a Marte pudiera tener éxito.

"En el transcurso de mi estancia de seis meses en el espacio, mi cuerpo cambió. Se acumuló más líquido en mi cabeza, la presión intracraneal aumentó porque no había gravedad. Esto me provocó un edema en los ojos, que en mi caso fue reversible, afortunadamente", apuntó. Advirtió que en un vuelo de casi dos años, las consecuencias son aún mayores.

Añadió que a ello hay que sumarle la radiación fuera del campo magnético terrestre. "No tiene sentido volar a Marte y que los astronautas lleguen allí ciegos y con cáncer".

ee (dpa / Augsburger Allgemeine)