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“El primer programa de igualdad social en Colombia es paz”

26 de enero de 2021

Marta Ruiz, miembro de la Comisión de la Verdad de Colombia, sostiene en diálogo con DW que en su país “el conflicto no terminó realmente”.

Marta Ruiz I Mitglied Aufklärungskommission Kolumbien
Imagen: Comisión de la Verdad de Colombia

Se trata de un ejercicio de memoria colectiva. De esclarecer la verdad. De sentar las bases para una convivencia en paz. Estas son las tareas, tan imprescindibles como complejas, de la Comisión de la Verdad de Colombia, creada hace 2 años y con mandato hasta fines de 2021.

La prestigiosa periodista Marta Ruiz, con más de una década de experiencia en la cobertura del conflicto armado interno de su país, es una de sus integrantes. DW dialogó con ella.

DW: ¿Cuál es balance de la tarea desarrollada por la Comisión?

Marta Ruiz: Se ha hecho un gran trabajo de escuchar a las víctimas y a los responsables, y yo diría que hemos logrado el objetivo de una escucha muy plural: hemos incorporado a sectores casi siempre excluidos del relato de nación, como son las comunidades étnicas y las propias comunidades campesinas. Y hemos llegado hasta los rincones más recónditos del país, donde el conflicto fue peor.

¿Cuál es el consenso de la sociedad colombiana respecto a la tarea de la Comisión?

Pues yo creo que no hay consenso. Es decir, lo paradójico de Colombia es que la paz no logró un consenso, pero se ha ido construyendo. Poco a poco el país va entendiendo que el tema de la verdad y la justicia son necesarios para poder seguir adelante, y la necesidad de una justicia transicional.

¿Cuáles son las características de esta justicia?

Su base es la verdad. Ahora bien: es imposible con 9 millones de víctimas y una impunidad acumulada del 95 por ciento, hacer justicia caso por caso; entonces, lo que se hace es recoger grandes dinámicas, patrones, y se concentra el juicio sobre grandes responsables.

La Comisión es extrajudicial, tiene la función de crear una verdad histórica. Y una idea sobre la cual trabajamos es que no hay un solo responsable. La derecha construyó la narrativa de que solo hay un responsable, que es la guerrilla comunista y punto, y el resto somos víctimas de esa guerrilla. Pero en realidad existen responsabilidades múltiples.

¿Cuál será el legado de la Comisión?

Por un lado, tenemos que presentar un informe en un año, que tendrá que dar como un juicio histórico sobre responsabilidades, la magnitud del daño y las causas del conflicto.

Pero esto no es una Comisión para sacar un libro, esto es una Comisión para instalar un proceso de reflexión colectiva y un proceso de diálogo. 

Marta Ruiz afirma que las grandes víctimas en Colombia son los pobres.Imagen: Comisión de la Verdad de Colombia

Tenemos que caber todos en este país. Porque si la democracia no es suficientemente sólida como para aguantar que haya comunistas, que haya derechistas, que haya de todo, pues la gente saca la pistola y se mata. Al final, la guerra es un tema de la democracia.

¿Y el conflicto a su vez atenta contra la justicia social?

Claramente. Las grandes víctimas de este país son los pobres: los campesinos, los indígenas, los pueblos negros, las mujeres: la pobreza está radicalmente asociada a la victimización.

Si queremos un programa de equidad y de inclusión social para esa gente, esa gente necesita vivir en paz. El primer programa de igualdad social en Colombia es la paz.

Y el problema agrario está íntimamente ligado a todo esto. ¿Por qué Colombia tiene los cultivos de coca más grandes del mundo? Pues porque no hay títulos de tierra, la gente no tiene tierra.

Hay una cantidad de factores asociados explicativos del conflicto. El primero, la tierra. El segundo, la exclusión política. Porque en Colombia el régimen político también ha sido excluyente, ha habido genocidio a la oposición política.

Así las cosas, los desafíos exceden el plazo de la Comisión

Así es. Es que el conflicto no terminó realmente. O sea, terminó una parte muy importante de la guerra, pero los remanentes de violencia están en un nivel muy preocupante: la guerrilla del ELN sigue armada, hay varias disidencias de las FARC que siguen actuando, hay paramilitares todavía vigentes, el narcotráfico está campante, y hay una resistencia muy grande de los sectores del Estado a reconocer su responsabilidad, hay un gran negacionismo por parte del Estado. Entonces todo esto hace muy difícil que la Comisión sea un proceso de cierre.

¿Qué atenta contra la paz?

Yo creo que la paz es una cosa que todo el mundo desea, pero hay dos cosas que conspiran muy fuerte en su contra: los grandes negocios e intereses que todavía hay alrededor de la violencia y, segundo, yo creo que el gran miedo es que estas conclusiones dejen claros los cambios que se necesitan, ya que hay eternos excluidos y eternos ganadores.

El desafío más grande es lograr construir un puente con esos sectores que lo han ganado todo en la guerra y sienten que en la paz pierden. Y que acepten que el ejercicio de la verdad muestra el retrato descarnado de un país que, si sigue como va, está condenado a la violencia -como diría García Márquez- otros 100 años más.

(ers)

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