El Gobierno alemán reconoció durante el fin de semana que considera inalcanzables sus metas de consolidación del presupuesto público. Ni la meta a mediano plazo de lograr un presupuesto equilibrado en el 2006, ni la más inmediata de lograr para el 2003 un déficit inferior al 3% del Producto Interno Bruto (PIB) y cumplir con los criterios del Pacto de Estabilidad, parecen accesibles. Esto no sólo ha puesto bajo presión al ministro de finanzas alemán, Hans Eichel. Entre los especialistas, a la cabeza el comisario europeo de Asuntos Monetarios, crece el temor de que si Alemania no logra por tercera vez consecutiva cumplir con los criterios establecidos, ni los franceses ni los italianos vean motivos para seguir respaldando el Pacto de Estabilidad.

Apoya Ecofin

El ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, se ampara ahora en la decisión tomado por el Consejo de Economía y Finanzas (Ecofin) en su reunión de enero pasado, en el sentido de que en caso de que un Estado registrara un crecimiento económico real de menos de un 1%, se toleraría un déficit superior al 3% del PIB. Esta es justamente la situación pro la que atraviesa Alemania, a la que se pronostica para el 2003 un crecimiento menor al 1% del PIB. Eichel no se cansa de recordarlo y habrá recibido con agradecimiento las palabras del portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios, Gerassimos Thomas, quien hizo hincapié en que la situación y las perspectivas de crecimiento han cambiado en Alemania. Por lo mismo desde el punto de vista de Bruselas y del Ecofín, en el caso germano debe aplicarse un análisis de tipo estructural en el mediano plazo.

Tranquilo Eichel

Por el momento, Eichel no debe temer más que preguntas críticas y una intensa discusión. El ministro acudirá a la reunión del Consejo del Ecofín, prevista para este 13 de mayo, en la que entre otros temas se analizará la situación presupuestaria de los países de la zona euro, sobre todo Francia y Alemania, consciente de que cuenta con apoyo de Bruselas y el Ecofin que saben que no habrá una solución sostenible para los problemas de las finanzas públicas alemanas sin una recuperación del crecimiento. Más tranquilidad aun le dará el hecho de que también el canciller alemán, Gerhard Schröder, de gira oficial por el sudeste asiático, lo ha defendido e indicado que Eichel se mantendrá en el cargo hasta que concluya la legislatura en el 2006.