El privilegio de los ricos
29 de agosto de 2002La segunda jornada de la cumbre para el desarrollo sostenible se ocupó de uno de los temas mas controvertidos de la agenda, como son las subvenciones a la agricultura. Un problema que divide a países industrializados y en desarrollo en dos mitades irreconciliables.
En la pasada conferencia de la Organización Mundial del Comercio, OMC, que tuvo lugar en Doha, Qatar, en noviembre pasado, los países miembros de la organización acordaron establecer un período máximo de tres años tras el cual los países en desarrollo podrían acceder a los mercados de los países ricos. A pesar de que se discute desde hace años la reducción de las subvenciones agrícolas con miras a su total abolición, aún no hay cifras concretas ni compromisos por parte de los países industrializados.
Estados Unidos y Francia se oponen
El sur, sobre todo los países dentro del grupo de los 77, acusa a los países del norte de anular todo esfuerzo en el terreno agrícola, a través de las millonarias subvenciones con las que sus productos no pueden competir, ni en sus mercados internos ni con exportaciones. Las grandes potencias agrícolas como Estados Unidos y Francia tienen enormes grupos de presión que impiden a toda costa cualquier intento de reducir las subvenciones al campo. La organización ecologista Greenpeace criticó que se discuta sobre un documento carente de objetivos concretos, que no menciona fechas ni medidas específicas.
La Política Agraria Común de la UE, destina alrededor de 40.000 millones de euros anuales a la agricultura. Los principales beneficiados son los agricultores franceses y los países mediterráneos. La política agraria de la UE representa casi el 50% del presupuesto de la unión de 15 países. Sus subsidios y trabas a las exportaciones de países en desarrollo, son considerados causantes de las mayores distorsiones al comercio agrícola mundial.
Posibilidades de maniobra inexistentes
Esta tensa situación, en donde prácticamente las posibilidades de maniobra son inexistentes, ya se percibió en las negociaciones previas a la Cumbre. Los países en desarrollo recriminan a los países ricos de invertir, más recursos a las subvenciones agrícolas -en una proporción de seis a uno- que en la ayuda al desarrollo. En Johannesburgo, los representantes de los tres grandes bloques: EEUU, Unión Europea y el Grupo de los 77, acordaron seguir la propuesta formulada en Doha, Qatar. El documento final con el que concluirá la Cumbre de la Tierra el próximo 4 de septiembre, deberá recoger los objetivos de la Cumbre de Río, la Cumbre del Milenio de la ONU, así como de la Conferencia de Monterrey sobre el financiamiento del desarrollo.