Después de muchas décadas, el fotógrafo alemán Stefan Weger comenzó a cuestionar el largo silencio de su familia. Su proyecto fotográfico «Luise» explora la culpa, la supresión del recuerdo y la responsabilidad. El polaco Daniel Sieczkowski también busca respuestas: su abuela fue deportada de joven a la Alemania nazi. Ella y muchos otros polacos, considerados por los nazis «racialmente inferiores», fueron vendidos como ganado. Se calcula que unos tres millones de civiles polacos fueron sometidos a trabajos forzados; el segundo grupo más numeroso después de los ciudadanos soviéticos. Dos personas con dos perspectivas diferentes. Una misma generación que se plantea preguntas complejas: "¿Qué hicieron nuestros antepasados? ¿Y qué significa eso para nosotros?". Una búsqueda de respuestas entre el malestar, la conciencia y la reconciliación.