Desde un par de años un grupo de mujeres ciclistas hacen el mismo recorrido que los hombres, solo que empiezan un día antes. Sin patrocinadores conocidos y sobre todo sin que las pistas estén cerradas. Solo esto ya es en sí un desafío y estas mujeres también deben luchar contra más dificultades: la mayoría no son ciclistas profesionales, sino aficionadas: profesoras de deporte, ingenieras y asesoras de empresas. El de por sí agotador Tour es para ellas una hazaña física inimaginable. Y no todos a lo largo de la ruta y en el negocio deportivo, valora la participación femenil. Un reportaje de Eva Beyer.