DW-WORLD: ¿Cuál es su balance de la segunda vuelta de las elecciones a la presidencia de Colombia?

Carsten Wieland: Colombia entra ahora en la fase pos – Uribe con nueva energía, con la convicción de que va a lograr superar gran parte del conflicto. Fue una campaña con mucho respeto y justa. Y después de las elecciones, según lo que dijeron Santos y Mockus en sus discursos, parece que hay un futuro muy reconciliador.

El gran número de votos para Santos (más de nueve millones) se explica por varios factores, entre ellos la exitosa estrategia de seguir el camino de Uribe. La sociedad colombiana es una sociedad todavía con miedo, donde la seguridad y la continuidad de la confianza en las instituciones, especialmente la ejecutiva, juegan un papel muy importante.

La sociedad colombiana todavía no considera tan relevantes temas como la cultura ciudadana, la justicia social y hasta la corrupción. Colombia todavía vive mentalmente en un estado de beligerancia, así sea la delincuencia común o la lucha contra los grupos armados (paramilitares, narcotraficantes, Farc), que para los colombianos son todos iguales; ellos quieren orden y tranquilidad.

DW: ¿Qué opina del resultado de la segunda vuelta para Antanas Mockus, el candidato del Partido Verde?

Wieland: No es una sorpresa que Mockus obtuviera un porcentaje parecido al de la primera vuelta, pero es muy respetable para un candidato que comenzó de cero, y que logró el segundo puesto con más de 27 %. Sin embargo, en la segunda fase de las elecciones Antanas Mockus no fue lo suficientemente convincente. Cometió varios errores y no pudo posicionarse como un desafío real frente a Santos.

Había un gran entusiasmo en un sector específico urbano, intelectual, joven, alrededor de Mockus, que creó una realidad virtual en el Internet y en los medios sociales de la Web 2.0, que no coincidió con la realidad en el país, mucho menos con la de las zonas rurales, donde hay la mayoría de los problemas hoy en día. Todavía estamos en la fase donde la seguridad juega el primer rol para los colombianos. Quizás en cuatro años sea el tiempo para alguien como Antanas Mockus.

DW: Santos habló en su discurso de triunfo de la 'unidad nacional'. ¿Qué opinión le merece esto?

Santos se mostró mucho más conciliador en las últimas semanas. Después de la primera vuelta mostró más emociones, cambió su estilo. Ahora es más un reconciliador nacional. Él sabe que ya no tiene que probar su capacidad y experiencia en aspectos militares. Intentó mostrar otros rasgos de su personalidad y de su plataforma política. Su énfasis hacia la ‘Unidad Nacional’ fue muy inteligente. Los colombianos necesitan más de esos intentos de reconciliación, porque si Santos es estratégicamente inteligente, no va a seguir el camino de la retórica polarizadora de Uribe. Ahora su tarea es evitar eso. Si lo logra, las perspectivas son exitosas.

DW: ¿Debe Juan Manuel Santos su éxito a la popularidad de Uribe?

Wieland: Sí. Y eso también lo dijo él en su discurso de triunfo. Ahora el reto de Santos es distanciarse de las fallas del Gobierno de Uribe y de crear también su propio perfil personal y político. Porque hasta ahora había estado a la sombra de Uribe. Ahora él tiene que posicionarse por sus propios logros. Y eso es un gran reto, porque el estar tras las huellas de Uribe le dio muchas ventajas en las elecciones, pero eso también será una carga para él para los próximos años. Santos tiene que demostrar que es serio y destapar los escándalos en las fuerzas armadas, evitar que inocentes colombianos mueran, hacer algo también por las víctimas y los desplazados que aumentaron bastante en estos últimos años.

DW: En las relaciones internacionales de Colombia, ¿cuáles son los retos de la presidencia de Santos?

Wieland: Santos tiene que diversificar la política internacional de Colombia. Chile, por ejemplo, lo ha hecho muy bien con muchos acuerdos de TLC con todo el mundo. Colombia tiene que salir un poco de su aislamiento por su orientación hacia los Estados Unidos. Porque en la región no hay opciones. En el vecindario, muy agitado ideológicamente, Colombia no va a encontrar opciones. Colombia es un país comercial, exportador, trabajador, y por eso necesita la paz. Y Santos debe representar eso: un país que está dispuesto a hacer compromisos con países como Ecuador, que no está tan polarizado como Venezuela, y tiene que demostrar que puede ganar confianza internacional y confianza inversionista.

Santos indicó en su discurso al ganar las elecciones que la diplomacia será el eje de las relaciones internacionales de su Gobierno. Esto es importante, pero yo creo que Uribe ya lo había intentando. Pero como su plataforma política fue el conflicto, descuidó las relaciones multidimensionales en el campo de las políticas internacionales. Y eso algo que Santos puede recuperar. Tiene que construir una plataforma más integral.

DW: ¿Cómo serán las relaciones con Alemania y con la Unión Europea?

Wieland: La imagen de Colombia cambió bastante en Alemania bajo el Gobierno de Uribe, aunque a veces la discusión sobre Colombia en Europa es más polarizada que en Colombia misma. Ambos países establecieron vínculos en temas de ciencia, economía, cultura, medio ambiente. Eso es lo que Colombia necesita, para que los europeos se den cuenta que es un país que tiene más que ofrecer.

La Unión Europea es importante como contrapeso a la orientación tan estrecha hacia los Estados Unidos. Europa no solamente tiene posibilidades económicas diferentes, sino también una cultura política diferente, y quizás acercamientos diferentes hacia el conflicto. Y por eso espero que el Acuerdo de Asociación de la UE sea todo un éxito, para que los otros países andinos se convenzan de que tiene sentido.

DW: ¿Cuáles son los retos domésticos más importantes que va a asumir el nuevo presidente de Colombia?

Wieland: Para mí el reto más importante es el resurgimiento de grupos armados y de nuevos paramilitares con metas claramente económicas y comerciales, que amenazan la paz del país. Ese es un punto en el que el nuevo Gobierno debe ser más transparente, más honesto y más fuerte en la lucha contra estos nuevos desarrollos. De esta forma, en las próximas elecciones habrá más espacio político para temas que son realmente mucho más importantes detrás del conflicto colombiano, como la reforma agraria urgente desde años, y que fue una causa clave para la creación de las Farc.

Autora: Cristina Mendoza Weber

Editora: Emilia Rojas-Sasse