Neuenburg es el punto de partida para una excursión en canoa por el antiguo cauce del Rin, por el que no navegan ya barcos. En la parte sur del Alto Rin, entre Basilea y Breisach, el cauce y las orillas han sido renaturalizados, formándose bancos de grava e islas. Antes de pisar tierra en Hartheim, unos rápidos ponen a prueba la pericia de los tripulantes de las canoas. La siguiente estación es Breisach. Fundada por los gibelinos (la dinastía Staufer) en el año 1185, la ciudad fue sitiada, destruida y reconstruida varias veces. La Catedral de San Esteban, culminada en el siglo XV, es su edificio más emblemático. Desde la colina de Münsterberg, la vista se extiende hasta la ciudad hermanada de Neuf-Brisach, al otro lado del Rin. El río es la frontera natural que une y separa a la vez a Alemania y Francia.