La moneda rusa se hundió el viernes (07.04.2023) hasta alcanzar su punto más bajo en un año, a 82,4 rublos por dólar y 90 por euro, debido, en parte, a la disminución de los ingresos de Rusia en divisas a causa de las sanciones. El dólar no superaba los 80 rublos desde hace un año.

Moscú afronta desde hace un año las sanciones adoptadas por la Unión Europea y por Occidente en respuesta a su ofensiva en Ucrania. La economía rusa, de hecho, se contrajo un 3,2 % en los primeros dos meses de este año, después de caer ya un 2,1 % en 2022, en gran medida debido al impacto de las sanciones. El rublo, sin embargo, después de hundirse tras el inicio de la ofensiva, había logrado recuperarse considerablemente durante el verano y el otoño, reforzado por el alza de los precios de los hidrocarburos.

Pero tras un año de sanciones, con una Europa que se aleja en gran medida del gas ruso y con la imposición de un tope al precio del petróleo de Moscú, las perspectivas para la economía del país son más sombrías. Según los expertos, entre los motivos de la depreciación de la moneda rusa está el aumento de las importaciones, sumado a la reducción de las exportaciones desde principios de año. Otros serían la decisión de Moscú de reducir la venta de divisas y también la demanda especulativa de moneda extranjera debido a la continuada fuga de capitales.

El propio presidente Vladimir Putin admitió en ese sentido que habrá un impacto "negativo" a "medio plazo" en la economía del país a causa de las sanciones. Por su parte, el ministro de Finanzas, Anton Siluanov, quiso tranquilizar explicando que el rublo evolucionaba en función del mercado y que esperaba que se reforzara, ya que los precios de los hidrocarburos rusos estaban en alza. "Es la señal de que van a entrar más divisas en el país. Esto conducirá a una tendencia al fortalecimiento del rublo", predijo esta semana. (afp/efe)