El Salvador: exministro en arresto domiciliar por caso maras
30 de julio de 2020
Según el Ministerio Público, el proceso contra David Munguía Payés “está fuerte” y hay “abundancia de pruebas".
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Un juzgado antimafia de El Salvador ordenó este miércoles (29.07.2020) que David Munguía Payés, exministro de Seguridad y de la Defensa, enfrente en detención domiciliar una investigación judicial por el supuesto favorecimiento a las pandillas durante un pacto promovido por el Gobierno de Mauricio Funes (2009-2014).
De acuerdo con Álvaro Rodríguez, de la Fiscalía General de la República (FGR), el militar retirado deberá pagar una fianza de 10.000 dólares para que pueda ser trasladado a su casa. Añadió que el juzgado otorgó estas medidas alternas a la detención provisional por razones "humanitarias", dada la edad de Munguía Payés y por padecer condiciones de salud que lo podrían poner en riesgo ante la pandemia del COVID-19.
El representante del Ministerio Público aseguró que la jueza titular de la Corte "ha reiterado que el proceso está fuerte, que hay abundancia de pruebas" y que revisarán la "legalidad" de la decisión de la detención domiciliar.
Por su parte, Manuel Chacón -uno de los abogados defensores del militar- manifestó a periodistas que las medidas están dentro de lo que solicitaron al tribunal y explicó que Munguía Payés únicamente podrá salir de su casa por emergencia o para cumplir diligencias judiciales solicitadas por la defensa.
Entre 2012 y 2014, las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras minoritarias mantuvieron un pacto de no agresión que, de acuerdo con datos del Gobierno de Funes, redujo los homicidios sensiblemente. La reducción de la violencia por el supuesto acuerdo de las pandillas llamó la atención de todo mundo, pero detrás estaba -según las acusaciones de la Fiscalía- un acuerdo con el Gobierno. Esto supuestamente incluía beneficios carcelarios para los líderes presos, inversión pública en las comunidades bajo el control de estas bandas y una menor presencia de las fuerzas de seguridad.
ama (efe, ap, La Prensa Gráfica, El Diario de Hoy)
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El Salvador: de expandilleros a panaderos
Vivir en una banda criminal es sinónimo de peligro. En El Salvador las armas y las drogas eran el pan de cada día de Wilfredo Gómez. Después de diez años cambió su vida de delincuente para volverse panadero.
Imagen: Reuters/J. Cabeazas
Un cambio profundo
Estas manos solían contrabandear drogas y armas para la temida banda criminal "18th Street Gang", ahora amasan harina de pan en El Salvador. La panadería de la iglesia Eben-Ezer, en la capital salvadoreña, es dirigida por un exmilitante. En la foto, Wilfredo Gómez hornea pan junto con otros diez antiguos integrantes de la banda criminal. Esta es la base con la que comienzan una nueva vida.
Imagen: Reuters/J. Cabeazas
Grandes costos
Llevar las cuentas y otro tipo de papeleos es su nuevo oficio. El joven se unió a la pandilla "18th Street Gang" cuando era todavía un adolescente. La banda presenta estructuras parecidas a las de las mafias y es una de las más conocidas de las llamadas Maras. Gómez dice que fue atraído por las armas, las mujeres y el sentimiento de pertenencia a un grupo.
Imagen: Reuters/J. Cabeazas
Con la ayuda del Señor
El exmilitante Julio Marroquín renunció a su pasado en bandas criminales y ayuda en el servicio de la iglesia de Eben-Ezer. Para desertores como él, la iglesia en Dina, un barrio de San Salvador, es un lugar de refugio. Para los exintegrantes de estas bandas criminales no es fácil encontrar un trabajo o un lugar para vivir. La iglesia le provee a Julio un lugar para dormir y comida.
Imagen: Reuters/J. Cabeazas
Marcados de por vida
Roberto Renderos también salió de la banda criminal. Sus llamativos tatuajes hacen que su pasado salte a la vista y también despierte sospechas frente a las autoridades policiales. En octubre la policía arrestó a los panaderos expandilleros porque sospechaba que habían formado una asociación ilegal. La razón: sus tatuajes. Sin embargo, los sospechosos salieron libres sin cargos en su contra.
Imagen: Reuters/J. Cabeazas
Borrar el pasado
En la banda, Raúl Valladares era conocido bajo el apodo de "La Sombra". Para él, su nombre al igual que sus tatuajes de "18th Street Gang" en su cara hacen parte del pasado. Ahora sus tatuajes son removidos con un láser, a pesar de que la banda criminal amenaza de muerte a quien se quite los tatuajes.
Imagen: Reuters/J. Cabeazas
La panadería de los sueños
"Yo perdí mi casa, mi mujer, mi hijo y los mejores años de mi vida persiguiendo una ideología sin sentido", manifestó Wilfredo Gómez acerca de su tiempo como pandillero. A los otros desertores les pasó lo mismo. En la panadería no solo se prepara pan, sino también se fabrican nuevos sueños. "Algún día vamos a tener nuestro propio negocio y vamos a competir con las pizzerías", dice.