"Caravana al revés": jóvenes piden apoyo para no migrar
10 de octubre de 2021
La marcha se organizó en contraposición a las caravanas de personas migrantes -mayoritariamente de El Salvador, Guatemala y Honduras- que han intentado llegar a EE. UU. huyendo de la violencia y de la pobreza.
Imagen: Marvin Recinos/AFP
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Unas 2,000 personas salvadoreñas -en su mayoría jóvenes de comunidades vulnerables- marcharon este sábado (09.10.2021) desde un paso fronterizo con Guatemala para reclamar a la sociedad y al Gobierno de Nayib Bukele oportunidades de desarrollo para no verse forzadas a emigrar.
Bajo el lema "Me quedo en El Salvador", los miles de jóvenes -de diferentes zonas del país y algunos acompañados por sus familiares se concentraron en el paso fronterizo de Las Chinamas, 100 km al oeste de San Salvador. Usando camisetas blancas y gritando la frase "apoyemos la integración", caminaron desde la frontera un par de kilómetros en dirección al interior del país, para simbolizar su deseo de no migrar.
"La clave está en que, si queremos cambiar como sociedad, que haya más progreso, inclusión, hay que trabajar en conjunto. Eso nos abre oportunidades a todos, no solo los jóvenes que muchas veces, porque no las hay, deciden irse del país ", dijo a la agencia AFP José Fernández, estudiante de Administración de Empresas de 21 años.
Imagen: Marvin Recinos/AFP
"Queremos menos migración, entonces que haya más integración, es muy necesario que le respondamos a la gente, no es posible que se le siga robando el futuro a los pobres", declaró a la misma agencia por su parte el presidente de la Fundación Forever , Alejandro Gutman, organizador de la marcha. Se trata, según Gutman, de que el Gobierno, la empresa privada y las organizaciones civiles "se integren" para apoyar proyectos que permitan a la juventud culminar sus estudios de secundaria y universidad, y que -con una carrera profesional- puedan optar por un trabajo que dé calidad de vida a su familia.
Según cifras de organizaciones que trabajan con migrantes, entre 200 y 300 personas abandonan a diario El Salvador, de forma irregular, rumbo a Estados Unidos. "Creo que por medio de un proyecto de integración se pueden generar las condiciones adecuadas para tratar de erradicar o al menos minimizar la migración que afecta nuestro país", expresó Jairo Acuña, de 26 años.
"Caravana al revés" se llamó la caminata, en contraposición a las caravanas de personas migrantes centroamericanas -mayoritariamente de El Salvador, Guatemala y Honduras- que han intentado llegar a Estados Unidos huyendo de la violencia, la pobreza y la falta de oportunades pandemia de COVID-19. In el trayecto, por el que deben de pagar miles de dólares a bandas de traficantes, los grupos de migrantes enfrentan una serie de peligros, son víctimas de asesinatos, abusos, secuestro y explotación.
ama (afp, efe, teleprensa)
Migración México-EE.UU.: ¿por el Río Grande hacia una vida mejor?
Miles de refugiados y migrantes centroamericanos tratan de llegar a EE.UU. desde México a través del fronterizo Río Grande. Por esa ruta, el fotógrafo Adrees Latif pasó un año documentando gente, caminos y peligros.
Imagen: Reuters/A. Latif
El camino largo
Huyen de la violencia y la pobreza en sus países de origen con el anhelo de una vida mejor. Los de la imagen ya caminaron más de mil kilómetros. Ahora, solo el Río Grande separa a estos refugiados y migrantes de su ansiado destino: Estados Unidos.
Imagen: Reuters/A. Latif
Peligro mortal
Ladi, de Honduras, y su sobrino de cuatro años lo lograron. Y subieron la pendiente del lado estadounidense. No todos los inmigrantes tienen tanta suerte. El Río Grande no es muy ancho en muchas partes, pero es traicionero. En junio, la foto de un padre y su hija de dos años ahogados causó conmoción mundial: ambos fueron arrastrados por la corriente.
Imagen: Reuters/A. Latif
Frontera natural
La frontera entre EE.UU. y México se extiende a lo largo del Río Grande por casi 2.020 kilómetros. Esto corresponde a casi dos tercios de la longitud total de la frontera entre los dos países. La embarcación de la imagen cruzó en mayo desde Los Ébanos.
Imagen: Reuters/A. Latif
Métodos extremos
Muchos intentan cruzar hacia Estados Unidos en familia, como la hondureña Gabriela, de 16 años, con su bebé. Los traficantes de personas se aprovechan de la situación, según informan los guardias fronterizos estadounidenses. A veces, los “coyotes” tomaban como rehén a uno de los niños y amenazaban a los policías con tirarlo al río si se acercaban demasiado.
Imagen: Reuters/A. Latif
El otro negocio
También hay otra realidad: a través de la frontera fluvial, los traficantes ingresan drogas a Estados Unidos. Los paquetes en la imagen contienen 63,5 kilos de marihuana con un valor estimado de 112.000 dólares. Los traficantes probablemente dejaron este encargo cuando escucharon que se acercaban autos.
Imagen: Reuters/A. Latif
En fila
En abril de 2019, estos migrantes esperaban juntos para entregarse a los guardias. Querían solicitar asilo. En mayo, la cantidad de cruces fronterizos ilegales alcanzó su punto máximo: casi 133.000 personas fueron detenidas.
Imagen: Reuters/A. Latif
Presión por ayuda
El presidente Trump convenció a México de hacer más esfuerzos para evitar que los migrantes y refugiados centroamericanos llegaran a su país. Trump había amenazado al país vecino con aranceles, entre otras cosas. Las medidas parecen haber funcionado, ya que los cruces ilegales en la frontera disminuyeron. Este joven fue una de las 34.000 personas que fueron detenidas en septiembre de 2019.
Imagen: Reuters/A. Latif
El problema de la "deportación"
¿Hay migrantes escondidos aquí? Testigos informaron que grandes grupos de personas fueron transportados a esta casa en McAllen, Texas, luego deportadas. El acuerdo con el Gobierno mexicano incluye que los solicitantes de asilo tendrán que esperar en México su audiencia, no en territorio estadounidense. Hasta febrero pasado, EE.UU. deportó a unas 57.000 personas a través de la frontera.
Imagen: Reuters/A. Latif
Parte del muro lista
Para parar la inmigración ilegal, una de las promesas electorales centrales de Trump fue construir un muro en la frontera con México. El proyecto sigue estancado. Sin embargo, a principios de 2020, un empresario empezó a construir uno: cerca de la ciudad de Mission, mandó construir una valla alta de metal, financiada con fondos privados, de casi cinco kilómetros a lo largo del Río Grande.