"Se acabaron las celdas de una misma pandilla", anunció el director de centros penales. "Trabajamos para evitar que sigan saliendo órdenes de estos lugares para afectar a las familias salvadoreñas".
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El Gobierno de El Salvador decidió este domingo (26.04.2020) mezclar a los miembros de pandillas rivales en las celdas en las diferentes prisiones del país, en las que se encontraban separados por grupos, ante el alza de homicidios registrada desde el viernes. Así lo indicó este domingo el director general de Centros Penales y viceministro de Seguridad, Osiris Luna. "Se acabaron las celdas de una misma pandilla", anunció citado por la prensa local. "Trabajamos para evitar que sigan saliendo órdenes de estos lugares para afectar a las familias salvadoreñas", añadió.
Esta acción se da ante el alza de homicidios que el país ha registrado desde el viernes, cuando las muertes violentas sumaron unas 23, según reportes de la prensa local. Este número vino a romper la tendencia de la cifra diaria de homicidios de un dígito registrada durante la Administración de Nayib Bukele, que llegó al Ejecutivo el 1 de junio de 2019.
También se colocó como una de la cifras más altas de muertes violentas registradas en un solo día durante el actual Gobierno. Ayer, Bukele ordenó aislar a los cabecillas tras informes de inteligencia según los cuales las órdenes para cometer los asesinatos habían salido desde las cárceles. Las autoridades no han detallado si los homicidios del viernes están relacionados con purgas dentro de las estructuras criminales, intentos de ampliar el control en sus territorios o si son asesinatos de civiles que se han saltado la cuarentena por el COVID-19.
El Salvador se encuentran bajo estado de emergencia y una cuarentena domiciliar obligatoria a raíz de la pandemia del COVID-9 y, según la prensa local, las principales pandillas ordenaron a los pobladores de las zonas que controlan respetar el confinamiento bajo amenazas de muerte.
A finales de junio de 2019, Luna eliminó la práctica tomada desde 2004 de dividir las prisiones por pandillas, con lo que la Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18 tenían cárceles exclusivas para sus miembros.
lgc (efe/lapágina)
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El Salvador: de expandilleros a panaderos
Vivir en una banda criminal es sinónimo de peligro. En El Salvador las armas y las drogas eran el pan de cada día de Wilfredo Gómez. Después de diez años cambió su vida de delincuente para volverse panadero.
Imagen: Reuters/J. Cabeazas
Un cambio profundo
Estas manos solían contrabandear drogas y armas para la temida banda criminal "18th Street Gang", ahora amasan harina de pan en El Salvador. La panadería de la iglesia Eben-Ezer, en la capital salvadoreña, es dirigida por un exmilitante. En la foto, Wilfredo Gómez hornea pan junto con otros diez antiguos integrantes de la banda criminal. Esta es la base con la que comienzan una nueva vida.
Imagen: Reuters/J. Cabeazas
Grandes costos
Llevar las cuentas y otro tipo de papeleos es su nuevo oficio. El joven se unió a la pandilla "18th Street Gang" cuando era todavía un adolescente. La banda presenta estructuras parecidas a las de las mafias y es una de las más conocidas de las llamadas Maras. Gómez dice que fue atraído por las armas, las mujeres y el sentimiento de pertenencia a un grupo.
Imagen: Reuters/J. Cabeazas
Con la ayuda del Señor
El exmilitante Julio Marroquín renunció a su pasado en bandas criminales y ayuda en el servicio de la iglesia de Eben-Ezer. Para desertores como él, la iglesia en Dina, un barrio de San Salvador, es un lugar de refugio. Para los exintegrantes de estas bandas criminales no es fácil encontrar un trabajo o un lugar para vivir. La iglesia le provee a Julio un lugar para dormir y comida.
Imagen: Reuters/J. Cabeazas
Marcados de por vida
Roberto Renderos también salió de la banda criminal. Sus llamativos tatuajes hacen que su pasado salte a la vista y también despierte sospechas frente a las autoridades policiales. En octubre la policía arrestó a los panaderos expandilleros porque sospechaba que habían formado una asociación ilegal. La razón: sus tatuajes. Sin embargo, los sospechosos salieron libres sin cargos en su contra.
Imagen: Reuters/J. Cabeazas
Borrar el pasado
En la banda, Raúl Valladares era conocido bajo el apodo de "La Sombra". Para él, su nombre al igual que sus tatuajes de "18th Street Gang" en su cara hacen parte del pasado. Ahora sus tatuajes son removidos con un láser, a pesar de que la banda criminal amenaza de muerte a quien se quite los tatuajes.
Imagen: Reuters/J. Cabeazas
La panadería de los sueños
"Yo perdí mi casa, mi mujer, mi hijo y los mejores años de mi vida persiguiendo una ideología sin sentido", manifestó Wilfredo Gómez acerca de su tiempo como pandillero. A los otros desertores les pasó lo mismo. En la panadería no solo se prepara pan, sino también se fabrican nuevos sueños. "Algún día vamos a tener nuestro propio negocio y vamos a competir con las pizzerías", dice.