El Salvador: piden reabrir caso por masacre de jesuitas
14 de noviembre de 2021
La masacre de los seis sacerdotes fue recordada con un homenaje en el campus de la Universidad Centroamericana (UCA), donde fueron ejecutados por militares hace 32 años.
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La comunidad jesuita de El Salvador conmemoró el sábado (13.11.2021) el 32 aniversario de la masacre de seis sacerdotes, cinco de ellos españoles, y dos mujeres, ocurrido 1989 a manos de un comando del Ejército del país centroamericano, donde uno de los impulsores de la causa solicitó "reabrir" el caso.
La conmemoración se realizó en el campus de la Universidad Centroamericana (UCA), donde fueron ejecutados los religiosos en el marco de la guerra civil salvadoreña (1980-1992). Decenas de personas se congregaron para participar en una misa, un acto cultural y escuchar el mensaje del rector de la UCA, Andreu Oliva, quien destacó que el legado de los jesuitas sigue vigente.
"En este tiempo de luto por la muerte de tantos seres queridos a causa de la pandemia, de confrontaciones, de decisiones políticas que nos alejan cada día más del rumbo democrático y nos conducen al autoritarismo y militarismo, los mártires de El Salvador siguen siendo fuente de inspiración", dijo Oliva.
Añadió que el legado de los jesuitas llama a "seguir al lado de los más pobres, de seguir siempre del lado de la verdad, de la justicia, paz y bien común".
Este 32 aniversario se da en momentos en los que la causa penal se encuentra cerrada por decisión de la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia, sin que se conozca si se han admitido los recursos que buscan hacer retroceder el fallo. Fue en septiembre de 2019 que la referida sala del Supremo emitió su fallo en respuesta a un recurso de casación de la defensa de los militares señalados de ser autores intelectuales.
El proceso penal "debe reabrirse", dijo a la agencia EFE José María Tojeira, uno de los principales impulsores de la causa.
La Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia ordenó en septiembre de 2020 el cierre del proceso tras resolver tres recursos de casación a favor de los vinculados al crimen, incluido el expresidente Alfredo Cristiani (1989-1994).
"Vamos a seguir en la lucha, vamos a seguir insistiendo que fue un acto corrupto de un par de jueces de la Sala de lo Penal, a los que hemos denunciado por prevaricación, y creemos que el caso debe reabrirse", dijo el religioso español. "Vamos a seguir trabajando, porque eso no se olvida ni se deja quieto", añadió.
Por su parte, la Universidad Centroamericana acusó a estos jueces ante la Fiscalía por el delito de prevaricato.
"El sistema judicial es un sistema en crisis que ha aumentado los niveles de corrupción muy fuertemente. El reclamo de la Fiscalía no lo han contestado, nosotros hemos denunciado por prevaricación a dos de los tres jueces de la Sala de lo Penal, (pero) eso está paralizado en la Fiscalía", se quejó Tojeira.
gs (efe, elsalvador.com)
Óscar Romero, el santo de los pobres y las víctimas de la violencia en América Latina
El salvadoreño Óscar Romero, asesinado en 1980, fue canonizado en octubre de 2018 en El Vaticano. Romero es un ícono de la teología de la liberación, insultada como “comunista”, pero movida por el servicio a los pobres.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Rivera
Lo mataron, pero no pudieron callar sus denuncias
Romero, beatificado en 2015, denunciaba en sus homilías los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil. Fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un escuadrón de la extrema derecha mientras oficiaba misa en el hospital Divina Providencia de San Salvador, en días previos al estallido de la guerra civil (1980-1992). Su muerte no acalló las denuncias, las hizo más fuertes.
Imagen: Adveniat
Naciones Unidas: "Día Internacional del Derecho a la Verdad"
En El Salvador, Óscar Arnulfo Romero es venerado como héroe nacional y paladín de la paz y la Justicia. En 2011, el entonces presidente estadounidense Barack Obama se arrodilló ante la tumba del "obispo de los pobres". La ONU declaró el 24 de marzo, fecha del asesinato de Romero, como "Día Internacional del Derecho a la Verdad".
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El Vaticano dejó de verlo como a un “comunista”
Tras el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, a fines de 2014, Francisco emitió una señal de reconciliación: monseñor Romero dejó de ser considerado un “revolucionario” o “comunista” y pasó a ser visto como un adalid de los derechos humanos. “También alguien que defiende a los pobres con su vida es un santo”, comentó en esa ocasión el teólogo de la liberación Leonardo Boff a DW.
Imagen: Museo de la Palabra y la Imagen, El Salvador
El mensaje de Romero sigue calando
Con Óscar Romero “pasa una cosa curiosa, y es que cuanto más tiempo transcurre, más gente se entusiasma con él, más gente lo sigue, lo ama, se emociona con su historia, con su figura”, decía el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa. En toda Centroamérica Romero ya es visto como “un santo de las Américas”.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Rivera
Un mensaje irrefutable: “La Iglesia tiene que vivir para los pobres”
También en Alemania dejó sus huellas, inspirando la creación de organizaciones como la Iniciativa Cristiana Romero (ICR). “Es un ejemplo de solidaridad con los pobres. Ser solidario con los pobres significa darles una voz y apoyar las demandas de los países del sur”, explica a DW Anne Nibbenhagen, de la asociación civil alemana Iniciativa Cristiana Romero.
Imagen: Adveniat
Peregrinos, prelados y juventud
Miles de salvadoreños viajaron al Vaticano para presenciar el acto de canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero. El beato Romero fue canonizado junto a Pablo VI durante un Sínodo de Obispos.
Imagen: Adveniat
Reconciliando a la sociedad
Óscar Romero ha sido una figura reconciliadora de la sociedad salvadoreña. Por un lado, Anne Nibbenhagen, de la Iniciativa Cristiana Romero (ICR), celebra la decisión del Vaticano de canonizar al arzobispo. Por otro, teme que al presentar a Romero como el santo "unificador", se acabe la cuestión de la culpabilidad, en lugar de seguir investigando a los responsables de la violencia y sus causas.
Imagen: Adveniat
Una historia de impunidad
Una Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas ha señalado como autor intelectual del asesinato al fundador del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Roberto D'Aubuisson. No obstante, la Ley de Amnistía, aprobada en 1993, ha impedido que sea juzgado por el crimen. Romero representa a las más de 70.000 víctimas de la guerra civil salvadoreña.
Imagen: Adveniat
Difamaciones en El Salvador, ataques desde El Vaticano
“Él no quería ser político, no le interesaban las ideologías. Solo quería acabar con la violencia y abogar por la justicia. Un mensaje muy actual”, dice el biógrafo Giuseppe Morozzo Della Rocca. “Romero fue difamado como "suversivo" por la oligarquía salvadoreña que informaba a Roma. El prefecto de la Congregación de la época, el cardenal Sebastiano Baggio, lo atacó hasta su asesinato en 1980.
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Morir, para convertirse en semilla
Óscar Romero fue asesinado a tiros en el altar, por orden de poderosos políticos. Un crimen que antecedió a la guerra civil entre fuerzas de seguridad, escuadrones de la muerte de ultraderecha y grupos guerrilleros de izquierda. Romero sabía del peligro. Justo antes de su muerte había dicho en su sermón: “El que no asume los peligros de la vida, como la historia nos exige, perderá la vida”.
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Saludo del Papa, impulsor de la canonización
"A los jóvenes reunidos en días felices por la canonización de monseñor Romero, un saludo grande y mi bendición. Y por favor no se olviden de rezar por mí", pide Francisco. La petición del Papa permite intuir las grandes dificultades para lograr la canonización de un religioso como Romero, cuya misión por los pobres generó un fuerte rechazo en las más altas esferas de la jerarquía católica.
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Origen modesto
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez había nacido en Ciudad Barrios (El Salvador) el 15 de agosto de 1917 y fue asesinado el 24 de marzo de 1980 en San Salvador. Su padre se llamaba Santos y su madre Guadalupe. Una familia modesta. Su padre era telegrafista; su madre ama de casa. Romero vivió la II Guerra Mundial. Fue ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942. En la imagen, su tumba en San Salvador.