El Salvador revive tema de polémica Ley de reconciliación
31 de octubre de 2020
La norma fue aprobada en febrero de 2020, pero el presidente Nayib Bukele, la vetó y la retornó al Congreso.
Publicidad
El tema de la polémica ley de reconciliación nacional, aprobada en febrero pasado por el Congreso de El Salvador y que es rechazada por las víctimas de la guerra civil (1980-1992), volvió este viernes (30.10.2020) a la palestra pública, tras meses de silencio por las partes involucradas.
La Ley Especial de Justicia Transicional, Reparación y Reconciliación Nacional fue aprobada el 26 de febrero en una sesión extraordinaria convocada por urgencia por el presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce, ante el vencimiento de un plazo otorgado por el Supremo para su aprobación.
De inmediato la normativa fue rechazada por diversos sectores, con mucha más fuerza por las víctimas de violaciones de derechos humanos durante la guerra, que dejó un saldo de 75.000 muertos y 8.000 desaparecidos.
La ley también recibió un portazo del presidente del país, Nayib Bukele, quien la vetó y la mandó al Congreso, donde los diputados debían de superar el veto, situación que no fue posible y el tema quedó en el congelador.
Ocho meses después de la aprobación y el veto de Bukele, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) citó al mandatario salvadoreño, quien mandó a un representante, al titular de la Asamblea Legislativa y a otros actores involucrados en el tema a una audiencia de seguimiento oral, realizada hoy.
Ponce dijo durante su intervención que el proceso para la formación de la ley fue objeto de estudio, discusión y consulta a diversos sectores, con lo que cumple con los parámetros establecidos en una sentencia del Supremo, a pesar de que las organizaciones sociales señalan que es una "amnistía de facto".
La Sala de lo Constitucional anuló en 2016 una ley de amnistía de 1993 que impedía juzgar los crímenes de guerra y ordenó al órgano Legislativo crear una normativa que garantizara el acceso a la Justicia de las víctimas de la guerra.
"Dicha ley, honorable sala, cumple los parámetros de los términos ordenados en la sentencia, así como con los principios del derecho internacional de los derechos humanos". apuntó.
Ponce manifestó que debido a la pandemia de la COVID-19 "no se ha podido retomar la discusión para superar el veto del presidente Bukele" y señaló que el próximo miércoles la comisión Política del Congreso retomará el estudio.
Publicidad
Ley "inconstitucional"
Por su parte, el representante de la Presidencia, José Ángel Pérez, señaló, como ya lo había expresado Bukele, que el veto a la ley fue porque se considera "inconstitucional" y "el presidente ha señalado que no sancionará una ley que no cumpla con las exigencias de las víctimas".
Al ser consultado por los jueces del Supremo sobre qué se consideraba inconstitucional, no supo responder y tampoco logró responder sobre las acciones que realiza el mandatario para evitar la impunidad a favor de los autores materiales e intelectuales de crímenes de guerra.
La ley de reconciliación no contempla penas de prisión para las personas responsables e involucradas en crímenes de guerra o de lesa humanidad, y deja abierta la puerta para la conmutación de penas por razones de enfermedad y edad, sin especificar casos en los que se aplicará.
El representante de la Fiscalía General de la República (FGR), Julio Larrama, reiteró que la ley "posee elementos que afectan sus facultades para investigar y procesar a los involucrados en crímenes de guerra".
"Limitar las acciones penales a crímenes registrados antes de 1980 podría afectar los derechos de las víctimas", subrayó. Larrama llamó al Parlamento a tomar especial atención a este punto para "judicializar los hechos para dar a las víctimas la justicia que reclaman".
La activista Ima Guirola pidió al Supremo durante su intervención que imponga un plazo perentorio e impostergable al Congreso para la finalización y aprobación de una ley de justicia transicional que responda a las exigencias de las víctimas.
"Es importante que esta honorable sala imponga un plazo a la Asamblea (Legislativa) para la finalización de una ley acorde a lo que las víctimas han exigido durante tantos años", manifestó.
Por su parte, el procurador de derechos humanos, Apolonio Tobar, pidió al Supremo que "tenga por inconstitucionales varias disposiciones de la ley aprobada y se incorpore la obligación de apertura de los archivos militares".
La audiencia concluyó sin ninguna resolución y los cinco magistrados analizarán los documentos que los participantes les proporcionaron.
mg (efe, El Diario de Hoy)
Óscar Romero, el santo de los pobres y las víctimas de la violencia en América Latina
El salvadoreño Óscar Romero, asesinado en 1980, fue canonizado en octubre de 2018 en El Vaticano. Romero es un ícono de la teología de la liberación, insultada como “comunista”, pero movida por el servicio a los pobres.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Rivera
Lo mataron, pero no pudieron callar sus denuncias
Romero, beatificado en 2015, denunciaba en sus homilías los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil. Fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un escuadrón de la extrema derecha mientras oficiaba misa en el hospital Divina Providencia de San Salvador, en días previos al estallido de la guerra civil (1980-1992). Su muerte no acalló las denuncias, las hizo más fuertes.
Imagen: Adveniat
Naciones Unidas: "Día Internacional del Derecho a la Verdad"
En El Salvador, Óscar Arnulfo Romero es venerado como héroe nacional y paladín de la paz y la Justicia. En 2011, el entonces presidente estadounidense Barack Obama se arrodilló ante la tumba del "obispo de los pobres". La ONU declaró el 24 de marzo, fecha del asesinato de Romero, como "Día Internacional del Derecho a la Verdad".
Imagen: Getty Images/Bettmann Archive
El Vaticano dejó de verlo como a un “comunista”
Tras el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, a fines de 2014, Francisco emitió una señal de reconciliación: monseñor Romero dejó de ser considerado un “revolucionario” o “comunista” y pasó a ser visto como un adalid de los derechos humanos. “También alguien que defiende a los pobres con su vida es un santo”, comentó en esa ocasión el teólogo de la liberación Leonardo Boff a DW.
Imagen: Museo de la Palabra y la Imagen, El Salvador
El mensaje de Romero sigue calando
Con Óscar Romero “pasa una cosa curiosa, y es que cuanto más tiempo transcurre, más gente se entusiasma con él, más gente lo sigue, lo ama, se emociona con su historia, con su figura”, decía el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa. En toda Centroamérica Romero ya es visto como “un santo de las Américas”.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Rivera
Un mensaje irrefutable: “La Iglesia tiene que vivir para los pobres”
También en Alemania dejó sus huellas, inspirando la creación de organizaciones como la Iniciativa Cristiana Romero (ICR). “Es un ejemplo de solidaridad con los pobres. Ser solidario con los pobres significa darles una voz y apoyar las demandas de los países del sur”, explica a DW Anne Nibbenhagen, de la asociación civil alemana Iniciativa Cristiana Romero.
Imagen: Adveniat
Peregrinos, prelados y juventud
Miles de salvadoreños viajaron al Vaticano para presenciar el acto de canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero. El beato Romero fue canonizado junto a Pablo VI durante un Sínodo de Obispos.
Imagen: Adveniat
Reconciliando a la sociedad
Óscar Romero ha sido una figura reconciliadora de la sociedad salvadoreña. Por un lado, Anne Nibbenhagen, de la Iniciativa Cristiana Romero (ICR), celebra la decisión del Vaticano de canonizar al arzobispo. Por otro, teme que al presentar a Romero como el santo "unificador", se acabe la cuestión de la culpabilidad, en lugar de seguir investigando a los responsables de la violencia y sus causas.
Imagen: Adveniat
Una historia de impunidad
Una Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas ha señalado como autor intelectual del asesinato al fundador del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Roberto D'Aubuisson. No obstante, la Ley de Amnistía, aprobada en 1993, ha impedido que sea juzgado por el crimen. Romero representa a las más de 70.000 víctimas de la guerra civil salvadoreña.
Imagen: Adveniat
Difamaciones en El Salvador, ataques desde El Vaticano
“Él no quería ser político, no le interesaban las ideologías. Solo quería acabar con la violencia y abogar por la justicia. Un mensaje muy actual”, dice el biógrafo Giuseppe Morozzo Della Rocca. “Romero fue difamado como "suversivo" por la oligarquía salvadoreña que informaba a Roma. El prefecto de la Congregación de la época, el cardenal Sebastiano Baggio, lo atacó hasta su asesinato en 1980.
Imagen: picture-alliance
Morir, para convertirse en semilla
Óscar Romero fue asesinado a tiros en el altar, por orden de poderosos políticos. Un crimen que antecedió a la guerra civil entre fuerzas de seguridad, escuadrones de la muerte de ultraderecha y grupos guerrilleros de izquierda. Romero sabía del peligro. Justo antes de su muerte había dicho en su sermón: “El que no asume los peligros de la vida, como la historia nos exige, perderá la vida”.
Imagen: Adveniat
Saludo del Papa, impulsor de la canonización
"A los jóvenes reunidos en días felices por la canonización de monseñor Romero, un saludo grande y mi bendición. Y por favor no se olviden de rezar por mí", pide Francisco. La petición del Papa permite intuir las grandes dificultades para lograr la canonización de un religioso como Romero, cuya misión por los pobres generó un fuerte rechazo en las más altas esferas de la jerarquía católica.
Imagen: pictrue-alliance/dpa/AP/M. Kulbis
Origen modesto
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez había nacido en Ciudad Barrios (El Salvador) el 15 de agosto de 1917 y fue asesinado el 24 de marzo de 1980 en San Salvador. Su padre se llamaba Santos y su madre Guadalupe. Una familia modesta. Su padre era telegrafista; su madre ama de casa. Romero vivió la II Guerra Mundial. Fue ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942. En la imagen, su tumba en San Salvador.