El Sea-Eye 4 desembarca en Sicilia a migrantes rescatados
22 de mayo de 2021
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Los más de cuatrocientos migrantes rescatados en los últimos días por el barco Sea-Eye 4, de la ONG del mismo nombre, terminarán de desembarcar este sábado (22.05.2021) en el puerto siciliano de Pozzallo, en el sur de Italia, al reanudarse las labores iniciadas en la víspera con el trasladado de 260 de estas personas, informó la organización humanitaria.
"El segundo día de desembarco ha comenzado", tuiteó el responsable de la nave Gorden Isler, que aseguró que cuando esos trabajos finalicen "la tripulación del Sea-Eye 4 tendrá que regresar al mar para una cuarentena de 14 días, a pesar de los resultados negativos de las pruebas de coronavirus".
Está previsto que desembarquen hoy los últimos 140 migrantes que viajaban en el buque de la ONG alemana, después de que ayer lo hicieran 260 migrantes, entre ellos más de 160 menores no acompañados, así como mujeres, niños y familias. Los menores no acompañados han sido trasladados al Centro Don Pietro de Ragusa para la cuarentena mientras que los núcleos familiares ya fueron alojados ayer viernes a bordo de la nave de cuarentena "Aurelia", según medios locales.
Sea Eye denunció ayer "los comentarios racistas de parte de las autoridades en el lugar" durante el desembarco, así como que "no se tomaron medidas proporcionadas y humanas. A un bebé de 8 meses y a los niños pequeños se les tomaron muestras de la nariz mientras gritaban", según el jefe de operaciones, Jan Ribbeck. (efe)
Ceuta: miles de migrantes llegan nadando al enclave español en el norte de África
Esta semana, un número récord de migrantes ha llegado a Ceuta, un pequeño territorio español en el norte de África, nadando o remando en botes inflables.
Imagen: Fadel Senna/AFP
Nadando hacia el enclave europeo
Alrededor de 6.000 migrantes consiguieron cruzar desde Marruecos hasta el pequeño territorio español de Ceuta este martes (18.05.2021). Muchos de ellos nadaron o utilizaron botes de goma. Un joven se ahogó cuando intentaba llegar al enclave.
Imagen: Fadel Senna/AFP
Caminando por aguas bajas
En algunos lugares, la marea estaba tan baja que los migrantes podían incluso caminar por las aguas poco profundas desde las playas que se encuentran a pocos kilómetros al sur de Ceuta.
Imagen: Fadel Senna/AFP
Un puente hacia Europa
Los migrantes africanos consideran a Ceuta como un trampolín hacia Europa. Pero el enclave español en el norte de África nunca había visto una afluencia tan rápida de llegadas. Las autoridades locales acusaron a Marruecos de relajar sus controles fronterizos. Las relaciones entre ambos países son tensas desde que España aceptó que un líder rebelde marroquí recibiera tratamiento hospitalario.
Imagen: Fadel Senna/AFP
El viaje comienza en las playas de Fnideq
Muchos migrantes comenzaron su viaje trepando por los acantilados de Fnideq, una ciudad del norte de Marruecos. Aprovecharon la oportunidad cuando Marruecos relajó sus controles fronterizos el lunes.
Imagen: Fadel Senna/AFP
Detenidos a su llegada
Pero una vez que llegaron a Ceuta, los guardias civiles españoles los detuvieron. España no concede el estatuto de asilo a los marroquíes: solo los menores no acompañados pueden permanecer bajo la supervisión del Gobierno.
Imagen: Antonio Sempere/AFP
Ceuta se enfrenta a una crisis humanitaria
La repentina llegada de miles de migrantes ha puesto en apuros al Ejército español, a la Guardia Civil y a los trabajadores de emergencias en Ceuta, una pequeña ciudad de 85.000 habitantes. España envió al territorio 200 agentes más, entre policías antidisturbios y profesionales especializados en el control de fronteras, según informó el Ministerio del Interior.
Imagen: Javier Fergo/AP Photo/picture alliance
España quiere acelerar el retorno
Las autoridades españolas trasladaron a los adultos que llegaron a un estadio de fútbol, donde tienen que esperar a ser reenviados a Marruecos.
Imagen: Javier Fergo/AP Photo/picture alliance
Niños y adolescentes también llegaron a Ceuta
Muchos de los migrantes que llegaron eran menores de edad. Las autoridades trasladaron a los que se pensaba que eran menores de edad a almacenes gestionados por organizaciones humanitarias como la Cruz Roja.