El Servicio Secreto alemán necesita especialistas en tecnologías de la información. En búsqueda de nuevos talentos, las autoridades eligieron un lugar inusual para sus anuncios de trabajo: el transporte público.
Publicidad
"Hacer el bien en secreto". Con este lema, la Oficina Federal de Protección de la Constitución alemana hace publicidad para reclutar aprendices, estudiantes y futuros empleados. El eslogan de la Oficina de la Policía Criminal (BKA) alemana, "Hacer lo correcto", suena similar.
El Servicio Federal de Inteligencia (BND) también tiene más de tres docenas de vacantes, cerca de la mitad de ellas en el sector de la tecnología de la información. Y la Policía Federal tiene alrededor de 2.150 puestos que cubrir este año. Para llenar las vacantes, se han reducido los requisitos para los solicitantes. Se permiten más errores en el dictado y en la prueba de aptitud física fueron descartados los saltos largos y las flexiones, siendo reemplazados por las carreras de relevos.
La desesperada búsqueda por los talentos
Aparte de la Polícia, casi todas las reparticiones buscan expertos en informática, no solo en cibercrimen y ciberseguridad, sino también en el campo de los medios de comunicación social, reveló Thomas-Gabriel Rüdiger, criminólogo de la Universidad de Policía de Brandeburgo, a DW. "Llenar los puestos con el personal adecuado es un gran desafío, ya sea a nivel federal o regional", agregó.
Hans-Wilhelm Dünn, de la Asociación de Alemania del Consejo de Seguridad Cibernética, cree que las campañas publicitarias de la BKA y de la Oficina de Protección de la Constitución son una clara indicación de lo dramática que se ha vuelto la "lucha por los talentos". El organismo, con sede en Berlín, se describe a sí mismo como políticamente neutral, y asesora a empresas, autoridades y políticos en las áreas de ciberseguridad y ciberdelincuencia.
Falta de atractivo
Rüdiger subraya que, además, la imagen del servicio público no es comparable con la de las empresas de nueva creación. "Esto asusta a muchos que no asocian el servicio público con el trabajo creativo", dice el experto.
Los poderes públicos deben competir en el mercado, dice Hans-Wilhelm Dünn. "Como hay muy pocos graduados para demasiadas vacantes, más informáticos están optando por un trabajo bien pagado en empresas del ramo", indica. Además, la seguridad informática no es la especialización más atractiva dentro de la posible carrera de un informático.
Burocracia rezagada
Thomas-Gabriel Rüdiger también atribuye la escasez de especialistas en informática en Alemania al hecho de que la sociedad en su conjunto comenzó a adaptarse a la digitalización demasiado tarde.
Dünn está de acuerdo: "La burocracia en Alemania se está quedando atrás". Hoy en día, cualquiera que quiera solicitar un nuevo pasaporte tiene que ir a una oficina, esperar y presentar una solicitud en papel. En el actual "Índice de Economía y Sociedad Digital" de la Unión Europea, Alemania ocupa el puesto 26 de 28 en cuanto a gobierno electrónico. En la opinión de Dünn, esto es un signo de pobreza para Alemania como plaza de alta tecnología.
Por lo tanto, Dünn advierte que los procesos anticuados y la falta de redes entre las autoridades de seguridad y la policía podrían, en el peor de los casos, obstaculizar la aplicación de la ley y la recopilación de información. "Esta situación debe ser remediada urgentemente. El programa 'Policía 2020' tiene como objetivo normalizar y centralizar las decenas de bases de datos, las arquitecturas informáticas atomizadas y las soluciones especiales", explica el experto. El proyecto es un paso importante, pero tardará años en completarse.
(jb/er/few)
Espionaje: los casos más espectaculares
El servicio secreto alemán, el BND (Bundesnachrichtendienst), cumple 60 años este 1 de abril. Buena ocasión para recordar algunos grandes escándalos de espionaje que han sacudido al mundo.
Imagen: picture alliance/dpa/P. Steffen
Agente seductora
Una joven holandesa hizo carrera como bailarina exótica en el París de la década de 1910. Mata Hari se movía en los círculos más encumbrados de la sociedad francesa y tuvo romances con oficiales y políticos. Por eso, el servicio secreto alemán la enroló como espía. Poco después, también el servicio secreto francés recurrió a sus servicios. Pero luego fue descubierta como doble agente y fusilada.
Imagen: picture alliance/Heritage Images/Fine Art Images
Los Rosenberg y la bomba
El caso de Julius y Ethel Rosenberg dividió en la década del 50 a la opinión pública estadounidense. El matrimonio fue acusado de haber entregado informaciones sobre el programa atómico de Estados Unidos a Moscú. Mientras algunos consideraban que merecían la pena de muerte, otros denunciaban una histeria anticomunista. Pese a las protestas internacionales, los Rosenberg fueron ejecutados en 1953.
Imagen: picture alliance/dpa
Un espía en Bonn
Lo que comenzó como una novela de espionaje, desató una crisis política en la República Federal de Alemania. Como asistente del canciller Willy Brandt, Günter Guillaume tuvo acceso a documentos secretos que hizo llegar a la RDA. El hecho de que un espía germano oriental lograra infiltrarse en el centro del poder político de Bonn estremeció a la opinión pública y llevó a Brandt a renunciar en 1974.
Imagen: picture alliance/AP Images/E. Reichert
"Los cinco de Cambridge"
Fue uno de los mayores escándalos de espionaje de la historia de Gran Bretaña. Anthony Blunt confesó en 1979 -a cambio de inmunidad- que un círculo de cinco exestudiantes de Cambridge, que tenían acceso a las altas esferas gubernamentales, había espiado para el KGB desde la II Guerra Mundial. Cuatro de sus miembros quedaron así al descubierto. El nombre del quinto sigue siendo un misterio.
Imagen: picture alliance/empics
Del servicio secreto a la pasarela
Anna Chapman, considerada en Estados Unidos una maestra del espionaje, fue detenida en 2010, como parte de un círculo de agentes rusos. Tras un intercambio de prisioneros emprendió en Rusia una carrera como modelo y conductora de TV. Su fama la llevó, entre otras cosas, a aparecer en la portada de la edición rusa de la revista masculina "Maxim", en ropa interior y portando una pistola.
Imagen: picture alliance/dpa/M. Shipenkov
Matrimonio "común"
Heidrun Anschlag pasaba por ser una dueña de casa común y corriente de Marburgo. Cada martes recibía en su receptor de onda corta instrucciones del servicio secreto de Moscú. Y eso durante décadas. Se estima que ella y su marido, que tenían pasaportes austriacos, entregaron a los rusos cientos de documentos de la UE y la OTAN. Ambos fueron condenados por espionaje en 2013.
Imagen: Getty Images
Strauss, ¿un espía?
El político bávaro Franz Josef Strauss sigue provocando titulares en Alemania, aún décadas después de su muerte. Supuestamente habría trabajado para el servicio de inteligencia militar estadounidense OSS, un precursor de la actual CIA. Un estudio al respecto, realizado por la Central Federal de Formación Política, fue publicado para el centenario del nacimiento del político socialcristiano.
Imagen: picture alliance/dpa
Espionaje 2.0
En tiempos de la Guerra Fría, los gobiernos temían a los dobles agentes. Hoy provoca dolores de cabeza la tecnología de los servicios secretos. Las revelaciones de un exempleado de los servicios de inteligencia estadounidenses pusieron al descubierto, en 2013, la forma en que estos vigilan las telecomunicaciones globales y en particular Internet, almacenando los datos de milones de usuarios.