El país nórdico ha logrado discretamente mantener los niveles de infección cinco veces por debajo de la media de la Unión Europea, así como una tasa de letalidad de las más bajas del continente.
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Mientras la mayoría de los países europeos endurecen las medidas para frenar una nueva ola de coronavirus, para desesperación de muchos sectores de la población, en Finlandia la tasa de infecciones cae y los habitantes apoyan ampliamente las restricciones.
Eclipsado por su vecino sueco que ha captado la atención del mundo por su estrategia de no confinar ni imponer medidas coercitivas, el país nórdico ha logrado discretamente mantener los niveles de infección cinco veces por debajo de la media de la Unión Europea, así como una tasa de letalidad de las más bajas del continente.
En las últimas dos semanas, Finlandia ha registrado 45,7 nuevos casos por 100.000 habitantes, la tasa más baja de la UE, según la OMS. El país es el único donde se han reducido las nuevas infecciones en comparación con dos semanas atrás.
"El pico ha pasado"
"La situación parecía preocupante cuando aumentaron rápidamente las infecciones" a principios de octubre, reconoce el epidemiólogo jefe Mika Salminen, "pero está claro que el pico ha pasado".
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Una situación que las autoridades sanitarias explican por la acción rápida del gobierno que instauró un semiconfinamiento en marzo y prohibió los desplazamientos desde y hacia la capital. Una vez desmanteladas estas medidas, las autoridades hicieron hincapié en el establecimiento de sistemas eficaces de diagnóstico y trazabilidad con una aplicación.
Dicha aplicación se utiliza actualmente en todo el país, donde ha sido descargada unos 2,5 millones de veces, en un país con 5,5 millones de habitantes, eludiendo los problemas de confidencialidad o de funcionamiento frecuentes en otros países de Europa.
Tranquilidad en el confinamiento
En un país donde las autoridades gozan de un alto nivel de confianza, los finlandeses se han sumado mayoritariamente a las reglas.
Según un estudio del Parlamento Europeo realizado a finales de octubre, cerca de un cuarto de los habitantes estiman incluso que el confinamiento ha mejorado sus vidas, lo que convierte a Finlandia en el país más positivo de Europa con las restricciones.
Un entusiasmo que se explica sobre todo por la facilidad para trabajar en una sociedad altamente digitalizada.
El carácter de los finlandeses, a menudo vistos como reservados y solitarios, también ha influido. "En la cultura finlandesa, no somos muy sociables (...) nos gusta estar solos y un poco aislados", explica a la AFP Nelli Hankonen, profesora de psicología social de la Universidad de Helsinki. (AFP)
Conclusiones y recomendaciones del Dr. Drexler
Conclusiones y recomendaciones del Dr. Drexler
Imagen: picture-alliance/Zumapress/NIAID
Sobre la importancia de las mascarillas
"Mientras no tengamos una vacuna, sigue siendo muy importante el uso de la mascarilla. Es un símbolo de solidaridad con el prójimo. Un escudo sencillo y al alcance de todos. La evidencia de que funciona es cada vez mayor. Probablemente a nadie le gusta usarla, pero hay que recordar que podemos ser asintomáticos y, al mismo tiempo, contribuir a que otros se infecten".
Imagen: Reuters/F. Bensch
Sobre la importancia del intercambio con América Latina
Cooperamos con América Latina porque son los que más están sufriendo en esta primera fase de la pandemia. Alemania puede aprender mucho de la dimensión del COVID-19 allí y de las medidas que se han tomado. Es errado pensar que los países de la región deben aprender de Alemania o que nosotros somos los profesores y los latinoamericanos son los alumnos que escuchan. La cooperación no funciona así.
Imagen: SRE Mexico
Sobre las lecciones de la primera ola en América Latina
Los países latinoamericanos deberían preparar y fortalecer mejor sus sistemas de salud pública. También trabajar en la descentralización de la salud para que funcione no solo en la capital. Esa sería una gran lección, y ojalá sea parte del aprendizaje de América Latina. Veremos si se llega a implementar.
Imagen: Getty Images/AFP/S. Avila
Sobre la desinformación y los políticos que utilizan la pandemia
Esto existe en todos los países del mundo. La desinformación y el rechazo de las personas a tomarse el trabajo de informarse bien y buscar fuentes sólidas está en todas partes. Ojalá que haya un fortalecimiento de la distribución de hechos científicos y salud por parte del Gobierno, que es el indicado para ese rol. Estados Unidos es el peor ejemplo que existe.
Imagen: Tom Brenner/Reuters
Sobre el factor del clima
Es probable que la trasmisión se reduzca por el clima, pero el virus no va a parar por eso. Antes se decía que con altas temperaturas ya no habría problemas, pero luego vimos los casos en la Amazonía. También se dijo que en las zonas altas de los Andes el virus no era estable, y estamos viendo brotes enormes en esas zonas. Hay que tener mucho cuidado con esas conclusiones.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Pimentel
Sobre la vacuna rusa y otras posibles vacunas
Hay que esperar y no crear falsas esperanzas. Ojalá funcione para 2021. Muchas de las vacunas que se están desarrollando son muy buenas. Yo soy amigo de todas las vacunas y no tengo preferencias. La demanda es tan grande que necesitamos todas. Por ahora, hay que tener confianza en las autoridades sanitarias de los países de la región, que están haciendo su trabajo dentro de sus posibilidades.
Imagen: picture-alliance/dpa/Yonhap
Sobre el peligro que el coronavirus mute y la vacuna ya no sirva
Ese es un gran interrogante. Según propios análisis, yo creo que el riesgo de que el virus mute lo suficiente para escapar de la inmunidad inducida por la vacuna en la población es muy bajo. El virus de influenza A cambia muy rápidamente sus proteínas, pero los coronavirus no. Los coronavirus, incluyendo probablemente el SARS-CoV-2, tienen una proteína que corrige errores en su genoma.