Sus historias parecen ligadas. Los dos nacieron en 1976, llevan el cabello largo y han destacado como seleccionados de sus respectivos países: Alemania y Argentina. Ambos pisaron la cancha del Olympiastadion el 30 de junio de 2006, en los Cuartos de Final del Campeonato Mundial Alemania 2006. Y también los une la desgracia. Tanto Torsten Frings como Juan Pablo Sorín se encuentran inhabilitados por sendas lesiones en la rodilla.

¿Próximo regreso?

Sorín no ha jugado un solo minuto de la presente campaña para su equipo, el Hamburg SV. Mucho se especuló sobre su tratamiento para curarle una inflamación en los tendones de la rodilla izquierda. El técnico holandés Huub Stevens dijo a principios del torneo que no contemplaba al defensor argentino en sus planes a futuro, lo que dio lugar a especulaciones sobre el posible retiro del seleccionado albiceleste.

Del mismo modo, el semanario Sport Bild publicó hace semanas informaciones según las cuales el Hamburgo habría adquirido a Sorín pese a que el cuerpo médico del club germano conocía de las lesiones sufridas por el argentino. El medio periodístico luego se olvidó del tema, pero el reportaje basado en documentos tampoco fue desmentido.

El defensor, con todo, parece con posibilidades de ganarle la batalla a la lesión en la rodilla. Esta semana se presentó al campo de entrenamiento donde realizó ejercicios ligeros y también pateó, por primera vez en seis meses, un balón de fútbol.

Destino cambiante

El caso de Frings es similar. A finales del torneo anterior, se insistió en que el mediocampista del Werder Bremen pasaría a formar parte del Juventus de Turín. Los rumores afectaron de manera notable al desempeño del equipo, y finalmente Frings decidió quedarse a jugar junto con Diego, Naldo y compañía. Todo parecía sonreírle al veterano alemán.

Pero a principios del campeonato 2007/2008, Frings se resintió de la rodilla derecha. El diagnóstico: lesión en los ligamentos. Trató de regresar en octubre, jugando tres encuentros de la presente campaña. Pero a finales de ese mes, en encuentro frente a Schalke 04, la lesión regresó. De nuevo se hizo necesaria una pausa de varias semanas.

Cuando se preparaba para su reaparición a finales de 2008, los ligamentos de la rodilla derecha flaquearon de nuevo. El técnico Thomas Schaaf, ante ello, ha preferido no presionar al jugador y darle todo el tiempo necesario para su recuperación.

En el ámbito de la selección alemana aún hay esperanzas de que el mediocampista supere la lesión y regrese a vestir la casaca nacional. Pero se ve difícil que ello ocurra a tiempo para la Eurocopa 2008.

Así las cosas, tanto Sorín como Frings son dos futbolistas especialmente talentosos a los cuales el destino, la vida o simplemente el físico, los ha puesto a prueba. Por ahora, la que decidirá el rumbo de estas dos brillantes trayectorias es la evolución en sus respectivas rodillas. Y eso es algo tan impredecible como aquella ronda de penales entre Argentina y Alemania, en Berlín.