El sospechoso de la desaparición de McCann guarda silencio
11 de junio de 2020
La policía alemana investiga a Christian B. como el autor de la desaparición de la niña inglesa Madeleine McCann, cuando tenía tres años. Un abogado del acusado, Friedrich Fülscher, dijo que no hablará sobre este caso.
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El nuevo sospechoso alemán de la desaparición de la niña británica Maddie, hace 13 años en Portugal, no quiere hablar del caso, declaró uno de los abogados a la cadena de televisipon n-tv.
"Christian B. no habla por el momento sobre este caso y les pedimos que comprendan que nosotros los defensores tampoco hablamos", explicó Friedrich Fülscher.
La policía alemana anunció durante esta semana que estaba investigando a Christian B., que cumple una condena por tráfico de drogas en la cárcel de Kiel, norte de Alemania, como posible autor de la desaparición de la niña inglesa Madeleine McCann, cuando tenía 3 años.
El sospechoso solo puede salir de su celda en compañía de algún funcionario de prisiones y a horas diferentes del resto de los detenidos, precisó durante una audiencia ante la comisión del Parlamento regional.
Los dos abogados del sospechoso que estaban encargados de su defensa renunciaron sin dar explicaciones y han sido reemplazados por otros dos defensores que amenazaron con enjuiciar a conocidos de su cliente que lo describieron como agresivo y sospechoso.
La fiscalía de Brunswick, en el norte de Alemania, investiga a Christian B. por sospechas de que habría sido el autor del secuestro y la muerte en 2007 de Maddie cuando pasaba unas vacaciones con sus padres en el pequeño balneario portugués de Praia da Luz.
El alemán, condenado en varias ocasiones por violencia sexual a menores, habría entrado en el apartamento de los McCann para robar pero cuando estaba dentro, habría decidido llevarse a la pequeña, según la justicia alemana.
Después de trece años de la desaparición de la pequeña, la identificación de este nuevo sospechoso ha devuelto la esperanza de aclarar el profundo misterio que rodea a este caso.
La justicia alemana también indicó que estudia otra desaparición de una pequeña hace cinco años en Alemania que guarda similitudes con la de Madeleine McCann.
JU (n-tv.de, afp)
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Lucha contra la explotación sexual infantil en Colombia
La ONG holandesa “Down to Zero Alliance” combate la prostitución infantil. Eline van Nes visitó Bogotá y Riohacha en Colombia para averiguar más sobre esta lucha contra el abuso comercial de niñas y niños.
Imagen: DW/E. van Nes
Vendiendo su cuerpo como mercancía
En Santa Fe, un populoso barrio de Bogotá conocido como la "zona de tolerancia", niñas, niños y travestis se paran en las calles para vender sexo. La edad de consentimiento en Colombia es de 14 años. Sin embargo, es un delito grave si alguien paga a una niña o un niño menor de 18 años por sexo. La prostitución es legal en Colombia, pero se limita a los burdeles y zonas designadas.
Imagen: DW/E. van Nes
Un lugar para sentirse seguro
Esta es una de las 16 niñas acogidas por la Fundación Renacer, un refugio para víctimas de explotación sexual comercial. La explotación sexual comercial de la niñez comprende la prostitución infantil, la pornografía infantil y el tráfico infantil con fines sexuales. A las niñas y niños - de 7 a 17 años de edad - se les brinda ayuda y apoyo psicológico.
Imagen: DW/E. van Nes
Un techo sobre sus cabezas
En el refugio, cada niña y niño tiene su propia cama y casillero para sus pertenencias. En promedio, las víctimas permanecen un año aquí, en donde reciben alimentos y asistencia psicológica. Algunos niños fueron abandonados por sus familias, otros tienen familiares que los visitan de vez en cuando, pero no tienen los medios para protegerlos de la explotación sexual comercial.
Imagen: DW/E. van Nes
Un hogar para niños colombianos y venezolanos
Una de las chicas en un refugio para víctimas de explotación sexual comercial frente a un mural de la organización. Las dos banderas representan los países de origen. Hay chicas colombianas, venezolanas e indígenas wayuu. Las niñas y los niños sufren cambios de humor extremos, pasando del llanto incesante a la violencia física.
Imagen: DW/E. van Nes
Creciente sensibilización
Mario Gómez es un fiscal de Bogotá, especializado en trata de personas. Gómez dirige una campaña nacional para aumentar la conciencia sobre los peligros que se esconden tras ofertas de trabajo que parecen demasiado buenas para ser honestas. Muchas víctimas no quieren hablar de su situación. Algunos no se ven como víctimas de la explotación sexual, otros se avergüenzan o tienen miedo de represalias
Imagen: DW/E. van Nes
Reflexionando sobre su futuro
William Plazas, un voluntario de 17 años, en su habitación. Según William, muchos colombianos y venezolanos en problemas económicos consideran la prostitución como una salida a la falta de dinero. Él conoce a muchas niñas y niños que son explotados sexualmente, pero no son conscientes de ello. Algunos niños, niñas y jóvenes hacen “favores sexuales” por conseguir un nuevo teléfono móvil.
Imagen: DW/E. van Nes
Un vínculo fuerte
Luz Ángela Lavao, la madre de William, protege a sus hijos, especialmente a su hija de 13 años, Valentina, porque viven muy cerca del distrito rojo de Bogotá. William tiene una fuerte relación con su madre y comparte todo con ella. Fue gracias a su madre que William terminó siendo voluntario de la Fundación Renacer, donde se involucró en proyectos de prevención.
Imagen: DW/E. van Nes
Superando su trauma
Una joven víctima de explotación sexual muestra un dibujo de su hogar. Para proteger a los niños, sus caras son ocultadas. La fotógrafa tampoco le hace preguntas sobre sus malas experiencias a los niños. Sus dibujos y juegos revelan cuán traumatizados están los niños y jóvenes, qué extrañan o sueñan. Y, en el caso de los venezolanos, a quién y qué han tenido que abandonar en su país.