Se los conoce como el "bloque negro" (black bloc). Son los protagonistas de los incidentes que han tenido lugar en las protestas contra el G-8, los anarquistas violentos que dominan los titulares de la prensa, robándoles la película a los miles de manifestantes pacíficos que se oponen a la globalización en su forma actual.

La descripción que se hace del "bloque negro" en los artículos sobre los incidentes ocurridos en Rostock y sus alrededores insinúa que se trata de una especie de organización internacional que propicia el vandalismo en nombre de una agenda anticapitalista. Eso le confiere un aire atemorizante y hace pensar en una suerte de ejército anarquista, controlado por un par de individuos.

Una etiqueta, muchas motivaciones

En realidad, sin embargo, el "bloque negro" no es otra cosa que una etiqueta general que se aplica a manifestantes de diversos grupos, que se unen para desarrollar algún acto o aplicar alguna táctica conjunta. Las convicciones de los individuos que forman parte de ese "bloque" pueden ser muy diferentes.

"Sólo se puede crear un nuevo orden mundial mediante la lucha violenta", señaló a DW-WORLD un integrante del "bloque negro", que se identificó como Ernesto. "Hemos visto cuán ineficaces han resultado las protestas pacíficas", indicó, añadiendo: "Millones de personas salieron a las calles tratando de detener la invasión de Irak, pero las corruptas potencias mundiales siguen adelante con su guerra. Luchar por el cambio es el único camino. De lo contrario, enfrentaremos un futuro de lucha por la supervivencia, esclavitud y control".

"Justicia social"

En el campamento de Fischereihafen, en Rostock, donde el negro es el color del momento, una joven danesa llamada Lea describe su propia motivación en términos muy distintos. "Este es un movimiento de justicia social que quiere recuperar el poder... para devolverlo al pueblo", afirma. "El G-8 no es más que una familia del crimen organizado; los rostros pueden cambiar, pero los objetivos siguen siendo los mismos: dinero y poder. Asumimos el papel de policías ciudadanos, porque esa gente es criminal y tiene a los verdaderos policías en el bolsillo", dice Lena, añadiendo: "a través de la acción directa, intentamos desenmascarar a esos criminales ante los ojos de las masas".

Mientras algunos miembros del "bloque negro" piensan que dicha acción directa debe ser de naturaleza violenta, otros creen que la fuerza radica en la unidad y la solidaridad. Refiriéndose a la manifestación del pasado sábado, el berlinés Martin X opina que "antes de que volaran las piedras, la fuerza estaba en esa gran cantidad de gente congregada". Aunque acepta la violencia contra blancos como la sede de una transnacional, como un gesto simbólico, considera que "la imagen del bloque moviéndose como un todo es más potente que la de un automóvil en llamas".

Los otros manifestantes

No sólo la prensa, sino también otros manifestantes ignoran los matices del "bloque negro". "Para mí, no hay nada que justifique lanzar piedras y combatir con la policía" dice Andi Friedrich, quien viajó desde Berlín a Rostock para tomar parte en la marcha de protesta al aeropuerto militar. A su juicio, "con eso no se consigue otra cosa que transformar la historia de miles de manifestantes pacíficos en la historia de unos cuantos idiotas violentos".

"Nosotros hemos visto qué es lo que se consigue en realidad", acota Carla. "Hemos visto una creciente brutalidad policíaca contra gente inocente atrapada en el caos; hemos visto más restricciones... Esas son, a su vez, cosas contra las que deberíamos protestar, pero no tiene sentido si consideramos que estos problemas han sido causados por aquellos que marchan a tu lado pidiendo paz y justicia".