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El terror vuelve a Indonesia

17 de julio de 2009

Desde hace años Indonesia es blanco de ataques terroristas, sobre todo los hoteles de lujo, donde los baños de sangre se repiten pese a la estricta vigilancia y las medidas anti-terroristas adoptadas por el gobierno.

Las paredes del Marriott: testigos mudos de una devastadora detonación.Imagen: AP

Nueve personas murieron tras la detonación de artefactos explosivos en los hoteles Ritz Carlton y Marriott. Los terroristas no sólo destruyeron la fachada del Marriot, sino también la sensación de seguridad que la población y el país habían recuperado en los últimos cuatro años sin atentados. Se cree que los atacantes se hicieron pasar por huéspedes.

Indonesia es el país musulmán más poblado del mundo. Sin embargo, las tendencias radicales y fundamentalistas apenas si se ven representadas en la sociedad local. La tolerancia religiosa se encuentra incluso anclada en la Constitución del país. No obstante, tampoco en el pasado eso ha podido evitar atentados como los que se acaban de perpetrar en Yakarta.

Los peores atentados terroristas en la historia de Indonesia tuvieron lugar en la isla de Bali, el 12 de octubre del 2002. Poco antes de la medianoche, hora local, estalló una bomba en un bar. El explosivo se encontraba escondido en una mochila y se cree que también mató a quien la llevaba puesta. Segundos después estalló un coche bomba ante una discoteca. Más de una tonelada de químicos habían sido colocados en un vehículo de transporte. El atentado mató a más de 200 personas, la mayoría turistas.

Nido de terroristas

Guardias de seguridad tras los atentados en Indonesia.Imagen: AP

Poco después el religioso islámico Abu Bakar Bashir (cofundador de la organización terrorista Jemaah Islamiyah, quien posteriormente fue acusado y condenado) realizó declaraciones que acapararon los titulares de la prensa. “Creo que los atentados fueron realizados por servicios secretos extranjeros. Supongo que detrás se encuentran los americanos. ¿Porqué lo digo?, porque los americanos quieren demostrar que Indonesia es un nido de terroristas, como ellos aseguran”, dijo Bashir.

Con esas declaraciones Bashir intentó distraer la atención de los verdaderos sospechosos del crimen. En aquel momento Indonesia ya había sido blanco de atentados, pero con otros móviles. El 13 de septiembre de 2000 detonó un coche bomba en un estacionamiento subterráneo en Yakarta que mató a 15 personas. Las investigaciones no encontraron un vínculo con el terrorismo islámico, sino con el previsto proceso contra el ex-dictador Suharto, que comenzaba en ese momento.

Los atentados de Bali de 2002 supusieron un shock para Indonesia. Los investigadores indonesios responsabilizaron a la organización islámica Jemaah Islamiyah y más de 30 sospechosos fueron detenidos, tres de ellos fueron condenados a muerte después de un proceso realizado en el 2003.

Jemmah Islamiah, brazo de Al Qaeda

El 5 de agosto de 2003, el Hotel Marriott de Yakarta se convirtió en blanco de otro atentado que costó la vida a doce personas y dejó heridas a más de 140. Un año después, en septiembre de 2004 estalló un coche bomba en la embajada de Australia en Yakarta. Un año más tarde, una serie de atentados se produjo en la isla de Bali, donde detonaron bombas caseras en tres distintos lugares, matando a un total de 20 personas.

Detrás del terrorismo en Indonesia se sospecha comúnmente la mano de la organización Jemaah Islamiah, considerada una rama de Al Qaeda, que también es activa en otros países de la región como Malasia y Filipinas. Desde los atentados de Bali las fuerzas de seguridad indonesias actuaron con dureza extrema contra cientos de sospechosos. Muchos antiguos líderes de Jemmah Islamiah siguen encarcelados. En noviembre de 2008 ,los tres principales responsables de los atentados de Bali fueron ejecutados.

Duro revés para el gobierno indonesio

Empleados del Ritz-Carlton evacuados tras el atentado.Imagen: AP

Pero la organización tiene contactos en Singapur, Malasia, Filipinas y Tailandia, en donde el grupo es considerado peligroso y se estima que estaría en condiciones de atacar de nuevo. Para el gobierno indonesio y sus fuerzas de seguridad los nuevos atentados representan un severo revés, después de la consecuente política anti-terrorismo impulsada por el presidente Susilo Bambang Yudhoyono.

Los recientes acontecimientos comprueban que los atentados suicidas no se eliminan con medidas de seguridad. La isla de Bali, en todo caso, se encuentra en estado de alerta. “Reforzaremos las medidas de seguridad y los controles callejeros, tanto para mantener la seguridad como para demostrar presencia”, afirma el jefe de la policía de Bali, Ashikin Husein, que añade que la seguridad para la población y para los turistas, es su prioridad.


Autora: Hendra Pasuhuk/ Eva Usi

Editor: Emilia Rojas

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