El diario rumano, Evenimentul Zilei, teme el avance del terrorismo hacia Europa: "Las explosiones en Estambul destrozaron dos años de lucha contra el terrorismo. Nos encontramos de nuevo en la misma situación tras los atentados del 11 de septiembre. Todo lo ocurrido desde esa fecha ya no significa mucho. El terrorismo no ha disminuido en absoluto. ¿Qué será si los atentados se repiten en otro lugar que en Turquía? ¿Si la próxima vez serán mucho más cerca del corazón de Europa?"

Turquía en la mira

El rotativo alemán, Die Welt, opina: "Al-Qaeda no escogió por casualidad a Turquía como nuevo campo de batalla. Tampoco se trata de una casualidad que durante la visita de George W. Bush a su aliado de guerra, Tony Blair, en Londres, dos instituciones británicas se conviertan en blanco de ataques suicidas. Se trata de un plan elaborado y un cálculo cínico con el fin de obstaculizar el ‘camino erróneo’ de Turquía. Pues nada sería peor para los fanáticos que un país islámico, que es económicamente prospero, logre una simbiosis con los valores occidentales. Un estado turco reformado de tal manera amenazaría las extrañas teorías de esos fanáticos y daría una prueba del absurdo del terrorismo islámico."

Urgencia de soluciones políticas

El diario Luxemburger Wort, de Luxemburgo, comenta: "Terror por todas las partes. Bombas en Afganistán, en Israel, en Irak, y ayer de nuevo en Turquía. [...] De este modo, el terrorismo ya no sólo sucede ante las puertas de Europa, sino se acerca cada vez más a su centro. El terrorismo se ha convertido en la herramienta brutal para conseguir objetivos políticos. [...] Para poner fin al terrorismo, el mundo occidental –y no sólo EEUU sino también Europa- tiene que encontrar soluciones políticas para los conflictos permanentes que en su mayoría no tienen origen religioso. Uno de esos focos que urgentemente necesita una solución es el conflicto del Oriente Medio. En este asunto, Bush parece haber indicado en Londres un cambio de opinión."

Confrontación sin alternativas

El diario francés, Libération, escribe: "Sean las que sean las diferencias sobre la estrategia de EEUU en Irak entre franceses y alemanes por un lado, e italianos, británicos y turcos por el otro – sería un error ignorar que todos somos el blanco para los fanáticos de Allah. Las máquinas destructoras de Osama bin Laden se dirigirán pronto contra Berlín y París, así como ya lo hicieron contra Nueva York y Estambul, independientemente de lo que ocurra o no en Irak o en Palestina. En esta guerra, la neutralidad no es una alternativa."