En Filipinas, decenas de miles de personas fueron evacuadas por la llegada del tifón Nock-Ten. Pese a la emergencia, las autoridades siguen buscando a quienes perpetraron un ataque explosivo cerca de una iglesia católica
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En Filipinas, más de 200.000 personas buscaron refugio para protegerse del tifón Nok-Ten, que tocó tierra este 25 de diciembre en el este del país con vientos sostenidos de 185 kilómetros por hora y rachas de hasta 225 kilómetros por hora. Así lo informaron las autoridades de la provincia de Catanduanes. El servicio meteorológico local emitió una alerta por tormentas para 38 provincias y pronosticó olas de hasta 2,5 metros de altura en algunas regiones costeras. En algunas provincias se vio interrumpido el suministro eléctrico.
Los deslizamientos de tierra y la caída de árboles bloquearon algunas carreteras. Decenas de miles de personas fueron evacuadas por la llegada del tifón de categoría cuatro. Los equipos de emergencia trabajaron a destajo durante toda la jornada para realojar en centros deportivos y escuelas a miles de residentes de la región de Bícol, donde se encuentra Catanduanes, ante la "grave amenaza” que supone el tifón, bautizado por los locales como "Nina”. Se ha declarado el estado de alerta para una docena de provincias.
Ni el tifón detiene la violencia
Se prevé que el tifón llegue este lunes (26.12.2016) a la capital, Manila. A pesar de la emergencia, la Policía filipina continúa buscando a los responsables de un ataque con granada que dejó trece heridos este 24 de diciembre frente a un iglesia católica del sur del país. Entre los lesionados figura un oficial. La explosión sucedió a unos 30 metros de las puertas del recinto religioso de la ciudad de Midsayap, en la provincia de Cotabato, en la sureña isla de Mindanao, donde actúan varios grupos islamistas radicales.
Filipinas es un país predominantemente católico –80 por ciento de la población–, pero, en Mindanao, la mayoría de la población profesa la fe musulmana. Estas formaciones extremistas exigen la independencia de Mindanao. La explosión de este sábado (24.12.2016) se produjo debajo de un coche policial e hirió a varios de los feligreses que oían la misa de Nochebuena desde la calle. Las autoridades investigan con miras a constatar si existen motivos políticos o religiosos detrás del ataque. Hasta ahora nadie se ha atribuido el atentado.
En el pasado, extremistas locales relacionados con la red terrorista Al Qaeda llevaron a cabo atentados con bombas contra iglesias en los días de Navidad. El 80 por ciento de la población del país es católica.
ERC ( EFE / dpa / Reuters )
Después del tifón: estado de emergencia en Filipinas
Tras el paso del tifón Haiyan, Filipinas está sumida en el caos y necesita ayuda. La población no cuenta con lo más necesario para sobrevivir, y las enfermedades acechan por la acumulación de cadáveres y escombros.
Imagen: Imago
Sin escapatoria
El tifón Haiyán azotó Filipinas el viernes con vientos que, según informaciones actuales, alcanzaron los 380 kilómetros por hora. Las Naciones Unidas estiman que cerca de 660.000 personas perdieron sus hogares debido al fenómeno meteorólogico, uno de los más devastadores que alguna vez haya visto el planeta.
Imagen: Reuters
Amenaza de epidemias
En la foto, una madre y sus hijos tratan de protegerse con trozos de tela del olor penetrante, proveniente de los cadáveres, y de las bacterias que éstos dispersan en el aire. El calor empeora aún más la situación.
Imagen: Reuters/Edgar Su
Recuperando los cuerpos de las víctimas
Los sobrevivientes conviven en Tacloban con las bolsas en las que se depositan los cadáveres de las víctimas. Casi cada familia de las regiones afectadas ha perdido a algún ser querido. Las autoridades locales ya están preparando fosas comunes para sepultar a los muertos lo antes posible, pues día a día aumenta el peligro de que produzcan brotes epidémicos.
Imagen: Reuters/Romeo Ranoco
Aferrarse a lo mínimo
Aquí, un hombre busca materiales en los desechos con la esperanza de poder hallar plástico, comida o ropa que lo ayuden a satisfacer sus necesidades básicas. Pero la devastación es tan grande que no hay casi nada que pueda volver a usarse. Además, muchas de las calles en Tacloban y en otras ciudades están anegadas, y la esperada ayuda no llega.
Imagen: Reuters/Tim Barker
Grito de ayuda
En Tacloban, los niños ayudan transportando lo que encuentran a sus refugios provisionales. "Necesitamos comida y agua", se lee en el cartel. La gente es presa de la desesperación, pues justamente esas dos cosas, necesarias para la supervivencia -comida y agua potable- es lo que más les falta.
Imagen: Reuters/Romeo Ranoco
Estado de emergencia en varias regiones
En el caos dejado por el tifón, la población intenta conseguir alimentos sea como fuere, incluso saqueando tiendas. También hay quien aprovecha la situación para obtener lo que nunca podría pagar: electrodomésticos. Los soldados velan por el orden en la ciudad más golpeada por Haiyan.
Imagen: picture alliance/dpa
Alemania envía ayuda
Alemania colaboró en la ayuda a los damnificados, en un primer envío, con 5.400 mantas, 3.000 tiendas de campaña y equipo médico. Además, también llegaron ya a Manila rescatistas y especialistas en catástrofes de la Organización de Ayuda Técnica ante Catástrofes (Technischer Hilfswerk).
Imagen: picture-alliance/dpa
Todo el mundo colabora
Más de 20 países se comprometieron a ayudar a Filipinas. Alemania apoya las acciones de rescate con 1,5 millones de euros. La Unión Europea prometió ayuda por cerca de 10 millones de euros. Además de soldados, EE. UU. envía naves militares, como el portaaviones "USS George Washington", en la foto.
Imagen: picture-alliance/dpa
El trabajo voluntario, más importante que nunca
La Cruz Roja de Filipinas trata de distribuir alimentos y otros bienes entre los sobrevivientes con ayuda de voluntarios. Además, junto con las autoridades locales, apoya las evacuaciones masivas en las regiones afectadas.
Imagen: picture-alliance/dpa
Una nueva tormenta se aproxima
El ciclón "Zoraida" se mueve en dirección a la isla sureña de Mindanao, y ya se decretó el estado de alerta para 28 provincias. Sin embargo, los meteorólogos estiman que no alcanzará la fuerza que tuvo el tifón Haiyan.