En México, la inconclusión de varios proyectos de infraestructura ambiciosos hace que la opinión pública dude de toda promesa grandilocuente, incluida la de vigorizar al sureste del país a punta de rieles de ferrocarril.
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Aunque Andrés Manuel López Obrador no será juramentado como presidente de México hasta el 1 de diciembre, es él quien define el curso de la agenda política nacional desde su victoria en las elecciones federales del pasado 1 de julio. De ahí que a nadie le extrañara el aplomo con que anunció, hace unos días, la construcción del primer gran proyecto de infraestructura de su Gobierno, una vía de ferrocarril de 1.500 kilómetros de longitud cuyo objetivo principal será impulsar la economía del deprimido sureste mexicano, permitiendo que el llamado "tren maya” lleve turistas y mercancía a ese rincón del país.
Con un costo estimado de entre 6.000 y 8.000 millones de dólares, esa vía férrea pasará por Cancún, Palenque, Chichén Itzá y otras localidades claves de la industria turística de aquí a cuatro años… si todo sale como López Obrador lo espera. El hecho de que ambiciosos proyectos de infraestructura hayan quedado inconclusos en los últimos años ha hecho que la opinión pública mexicana termine dudando y mofándose de toda nueva promesa grandilocuente. A finales de 2012, el presidente Enrique Peña Nieto celebró la idea de tender una vía de ferrocarril en los estados Quintana Roo y Yucatán, pero ésta nunca cristalizó por limitaciones presupuestarias.
Fiascos en serie
Dos años más tarde, el sueño de viajar con un tren de alta velocidad entre Ciudad de México y Querétaro también quedó hecho añicos cuando se reveló que pudo haber habido conflicto de intereses en la licitación de la construcción de esa línea de ferrocarril. En general, la red ferroviaria nacional, emblema de la Revolución Mexicana y del desarrollo del país, ha desaparecido casi completamente tras su privatización en 1995; sólo algunas rutas para el transporte de bienes sobreviven. Si bien Peña Nieto asumió la responsabilidad de resucitar el sistema de trenes, a estas alturas cabe decir sin ambages que fracasó estrepitosamente.
Si a estos fiascos se suma la posible suspensión de la construcción del nuevo aeropuerto de Ciudad de México, concebido por el arquitecto estrella Norman Foster y descrito por el propio López Obrador como "símbolo de la corrupción”, queda claro por qué las ostentosas ofrendas de los mandatarios suelen ser vistas con suspicacia. López Obrador le echó en cara a Peña Nieto las irregularidades del proceso de adjudicación de contratos para la construcción del aeropuerto y el alto costo de la obra –13.000 millones de dólares, de los cuales el 30 por ciento provino de los bolsillos de los contribuyentes–; pero su "tren maya” también es blanco de críticas.
A López Obrador se le reprocha la intención de echar mano a recursos económicos destinados originalmente al fomento del turismo, su indiferencia de cara a potenciales conflictos con propietarios de tierras y los posibles efectos nocivos que su tren al sureste podría surtir sobre el medio ambiente. Todas estas circunstancias parecen darle la razón a quienes claman en voz baja: "¿‘Tren maya'? Ver para creer”.
Andreas Knobloch desde Ciudad de México (ERC/ERS)
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Hyperloop, el tren más veloz del mundo
¿Alguna vez soñó con viajar a la velocidad del sonido? Con el Hyperloop, el medio de transporte visionario de Elon Musk, podría hacerlo en un futuro no muy lejano. En México ya se planea el Mexloop.
Imagen: REUTERS/Nick Kincade/Tesla Motors
El transporte del futuro
Los fans de la teletransportación están un paso más cerca de cumplir su sueño: el Hyperloop, el medio de transporte visionario concebido por Elon Musk, el fundador de Tesla Motors, podría hacerlo posible dentro de solo 10 años, según expertos, viajando a 1.000 kilómetros por hora. ¿Cómo? Aquí se lo explicamos.
Imagen: REUTERS/Nick Kincade/Tesla Motors
Mexloop: de Ciudad de México a Guadalajara, en 38 minutos
México ha sido uno de los diez ganadores del Hyperloop One Global Challenge. El proyecto pretende unir a Ciudad de México con Guadalajara por medio del Hyperloop y lograr que un trayecto de aproximadamente 6 horas en auto (532 kilómetros) se realice en tan solo 38 minutos. Las dos paradas serían Santiago de Querétaro y León, creando así una megalópolis virtual en el país.
Imagen: FR-EE
Viajar a 1.000 kilómetros por hora
El sistema de transporte ideado por Elon Musk, el cual el magnate describió como una combinación "entre un Concorde, un tren bala y una mesa de hockey de aire", estará impulsado por energía solar y llevará pasajeros a velocidades increíbles e impensables hasta el momento.
Imagen: Hyperloop Technologies
Pruebas de competición
Para saber si es utopía o realidad, Musk llamó en 2015 a participar una competición de diseño, la Hyperloop Pod Competition, reuniendo a 120 equipos, en total cerca de 1.200 estudiantes de ingeniería e informática de todo el mundo, para crear una maqueta de la cápsula magnética, llamada “Pod”.
Imagen: WARR/TUM
Prototipo de la Universidad de Múnich
El equipo WARR de la Universidad Tecnológica de Múnich ganó el concurso abierto por Elon Musk en 2015 con un prototipo que fue probado en Hawthorne, California, y llegó a los 324 kilómetros por hora, la máxima velocidad alcanzada hasta el momento.
Imagen: Andreas Heddergott/TU München
Impulsado por un sistema de vacío
El Hyperloop es una cápsula de transporte que se desliza sobre un colchón de aire a través de un tubo en el que se creó un vacío para poder romper más rápidamente la resistencia del aire. Aquí, una maqueta que muestra su interior.
Imagen: Hyperloop Technologies
Un prototipo muy especial
Para el prototipo, el equipo de la Universidad Tecnológica de Múnich (TUM) utilizó el compresor que había concebido originalmente Elon Musk. En la foto, la directora del proyecto, la brasileña Mariana Avezum (dcha.), con Johannes Gutsmiedl, ingeniero en sistemas.
Imagen: Uli Benz/TU München
Más rápido que un avión
En este diseño se ve una de las cápsulas de transporte de pasajeros en la estación. Un viaje entre San Francisco y Los Angeles, de cerca de 600 kilómetros, es recorrida en 2 horas y 38 minutos en tren, y en 1 hora y 15 minutos en avión. Con el Hyperloop, se podría recorrer en solo 30 minutos.
Imagen: picture-alliance/SpaceX via AP/P. Larson
¡Pasajeros, al tren!
Pero no es un tren cualquiera, sino un Hyperloop, nombre que alude a los bucles en los viajes en el tiempo. Ya se han realizado pruebas y, si bien aún los prototipos no llegan a alcanzar la velocidad de 1.000 kilómetros por hora, se acercan a los 400 km/h.
Imagen: Hyperloop Technologies
Hyperloop One
La compañía Hyperloop One, con sede en Los Angeles, California, EE. UU., tiene como objetivo desarrollar la cápsula de transporte que podría competir con la aviación. Según informa la TUM, ya Lufthansa se habría mostrado interesada por el proyecto.
Imagen: BIG
Los ganadores celebran
Desde el 27 al 29 de enero de 2017, los estudiantes de la Universidad Tecnológica de Múnich demostraron en la final, en el campo de prueba de SpaceX, en Hawthorne, California, que su esfuerzo valió la pena. En un primer ensayo, el prototipo de la TUM alcanzó la velocidad de 324 kilómetros por hora, y ganaron el concurso. Elon Musk se hizo presente en el lugar para felicitar al WARR.