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El triunfo de Lula: una oportunidad y grandes desafíos

Tobias Käufer | Ramona Samuel
31 de octubre de 2022

La victoria electoral de Lula da Silva en Brasil obliga a una revisión de las relaciones con la Unión Europea.

Lula da Silva.
Lula y sus seguidores celebran la victoria.Imagen: Lincon Zarbietti/dpa/picture alliance

La victoria de Luiz Inácio Lula da Silva, de 77 años, fue estrecha pero indudable. Con el 50,9% de los votos, el político de izquierdas reconquistó la presidencia de Brasil.

Lula quiere renegociar el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, que está  prácticamente listo para ser firmado. Una de las claves es la protección del medio ambiente.

Por otra parte, los analistas esperan ver quién determinará la política económica del país en el futuro. "La definición del equipo de economistas enviará un mensaje importante a los mercados", comentó el diario Estadao.

En cuanto a Europa, Lula señaló su disposición a negociar, pero dejó claro que el tratado de libre comercio UE-Mercosur, que ya está listo para ser firmado, tendría que ser renegociado: "No tenemos ningún interés en acuerdos comerciales que condenen a nuestro país al eterno papel de exportador de bienes y materias primas."

La reindustrialización de Brasil

El profesor Roberto Goulart Menezes, del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia (UnB), expresó una opinión similar en una entrevista con DW: "El futuro gobierno de Lula debe reevaluar los términos del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea con un enfoque en la cuestión de la industria. En opinión de Goulart Menezes, "Lula debería intentar proceder junto con Mercosur y elaborar su propia línea para que el tratado sea más equilibrado".

Ahora, el mayor obstáculo se ha salvado con la elección de Lula: "Se superará el punto central que impedía la ratificación por parte de la Unión Europea: el área medioambiental", agrega Goulart Menezes. Durante la campaña electoral, Lula había prometido una estrategia de deforestación cero en la selva amazónica, un punto de referencia que ningún gobernante de Brasil ha podido alcanzar todavía. Tanto la UE como el gobierno alemán plantearon normas medioambientales verificables como requisito previo para la ratificación del acuerdo. Goulart Menezes afirma que Lula mantiene un intercambio activo con los gobiernos de Francia y Alemania.

La agroindustria brasileña debe asumir responsabilidades

Pero no basta con un replanteamiento en la cúpula del futuro gobierno brasileño. "La agroindustria brasileña debe apoyar las medidas medioambientales del nuevo gobierno. Y Lula debe separar los agronegocios destructivos, que deforestan la Amazonía y otros ecosistemas, de otros que sí respetan las normas laborales y medioambientales", exige Goulart Menezes.

El sector agroindustrial necesita urgentemente ser involucrado en la coordinación que el gobierno de Lula busca con la Unión Europea. China, el mayor socio comercial de Brasil, cooperaría con el nuevo gobierno y ayudaría en la transición energética. "Creo que Lula volverá a traer a la ex ministra de Medio Ambiente Mariana Silva a este puesto para acabar con el aislamiento mundial de Brasil", considera el profesor Goulart Menezes.

Lo que quiere la ciudadanía brasileña

En su discurso tras su victoria, Lula recordó lo que quieren los brasileños: "Vivir, comer y tener una buena vivienda". Además de buenos empleos, quieren un salario que crezca por encima de la inflación y una sanidad y educación públicas de calidad.

Lula puede contar con una base sólida para su plan: tanto la internacionalmente controvertida industria agroalimentaria como la compañía petrolera semiestatal Petrobras han obtenido beneficios récord recientemente.

(jov/er)

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