Un veneno de pez similar a la heroína: ¿el nuevo analgésico?
Hanna Fuchs
30 de marzo de 2017
Científicos descubrieron una sustancia que podría servir de base para un analgésico de última generación: el veneno con el cual un pez se defiende inyectándoselo a sus enemigos.
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El nombre mismo asusta: "Dientes de sable baboso". Este pez pertenece al género de los Meiacanthus y a la familia de los blénidos. Posee caninos curvos en la mandíbula inferior en la que tiene glándulas de un veneno comparable con las sustancia básicas de la heroína, dice el equipo de investigación dirigido por Bryan Fry, de la Universidad de Queensland, Australia en la revista "Current Biology".
"Este pez le inyecta a otros congéneres péptidos opiáceos que actúan como la heroína o la morfina e inhiben el dolor más que causarlo", describe Fry en un comunicado de la universidad. "Una estrategia extremadamente inusual”, según los científicos.
No toda delicia es saludable
Un ataque del dientes de sable baboso provoca en la víctima una caída de la presión arterial que, a su vez, la hace más lenta e inhibe sus movimientos. Así, el depredador que se trague un pez de estos es obligado a escupirlo de nuevo tras la debida inyección de este pequeño agresor. Por eso, los depredadores que conocen su táctica, prefieren evitarlo.
"Frenando al atacante, el dientes de sable baboso logra, por lo general, escapar al depredador”, explica más adelante el biólogo Bryan Fry, conocido por su trabajo en toxinas de animales venenosos, su evolución y las oportunidades de usar su veneno como medicina. Como en el caso de este pez, de apenas cinco centímetros de largo.
La esperanza de los científicos
El pez en cuestión, de la familia de los blénidos son nativos del Pacífico, incluyendo la Gran Barrera de Coral, el mayor arrecife de coral del mundo en las costas de Australia. Debido a la decoloración de los corales se teme que varias especies de peces desaparecerán gradualmente.
"El estudio proporciona un buen ejemplo de por qué necesitamos proteger la naturaleza. Si se pierde la gran barrera de coral, también perdemos peces como los blénidos dientes de sable baboso con su veneno que puede ser la base para la próxima generación de analgésicos".
Hannah Fuchs (jov/cp)
Maravillas submarinas (23.10.2015)
En el mundo se conocen unas 30.000 especies de peces, algunos son realmente sorprendentes.
Imagen: imago/Olaf Wagner
El astrónomo
Este pez se esconde en la arena y espera el paso de la presa, que atrapa a la velocidad de un rayo. El pez astrónomo tiene una cabeza grande con boca hacia arriba. ¡Y ojos gigantes! ¡Cuidado! Es venenoso.
Imagen: picture-alliance / OKAPIA KG
La anguila eléctrica
La anguila eléctrica es un “pez cuchillo” del Nuevo Mundo, que hace temblar a su víctimas. Genera sobrecargas de energía con tensiones de hasta 600 voltios. Investigadores han encontrado que usa su órgano productor de sobrecargas eléctricas como los murciélagos su sonar: para identificar el paradero de su potencial presa.
Imagen: imago/Olaf Wagner
El francotirador
El pez francotirador vive en aguas salobres y tiene otro truco para matar a su presa: escupe una corriente de agua. Los insectos tocados caen al agua - y el pez arquero tiene su almuerzo. Algunos escupen hasta dos o tres metros de distancia.
Tóxico y bien camuflado. Este pez se parece a una piedra cubierta de algas, pero con espinas venenosas. Su veneno puede ser mortal para los humanos.
Imagen: gemeinfrei
El pez globo
Su nombre se debe a que tiene un estómago tan flexible que, cuando se siente amenazado, en segundos traga agua hasta quedar como una pelota. Pero también produce tetrodotoxina, una toxina que puede matar a una persona rápidamente. En Japón el pez globo es considerado un peligroso “manjar”.
Imagen: picture alliance/Arco Images
El pez pescador
El pescador utiliza señuelos para pescar: tiene una carnosidad en la cabeza, que incluso alumbra para atraer a la ingenua presa. Los que se acerquen terminan en las fauces del gigante depredador.
Imagen: Flickr/Stephen Childs
El víbora
En fondo de los mares hay los más raros peces. Los peces tienen que adaptarse a la alta presión, a la oscuridad plena y a la falta de alimento, como este pez víbora de 35 centímetros de largo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Los lenguados
En esta familia de peces planos se cuentan por decenas. Su forma les permite camuflarse enterrándose en el sedimento. En el transcurso de su vida, sus ojos cambian de lugar, de los lados hacia arriba de la cabeza.
Imagen: picture-alliance/dpa/H.Bäsemann
Caballitos de mar
Los caballitos de mar son una de las pocas especies que nadan verticalmente. Pero como esto no funciona realmente bien, son malos nadadores. Los machos los que cargan los huevos fertilizados y “dan a luz” a los bebés.
Imagen: picture-alliance/ dpa
Tiburón martillo
Los investigadores creen que la función de su cabeza en forma de martillo y con los ojos a cada lado es ofrecerles una mejor visión.