Fueron solo dos de los 16 estado federados alemanes los que celebraron elecciones este 1 de septiembre. Y solo estaban convocados a las urnas cinco de los 61 millones de ciudadanos con derecho a voto que hay en toda Alemania. Pero los comicios de Turingia y Sajonia tienen significancia más allá de estas regiones.

Por una parte, debido a que por primera vez el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) logró más de un tercio de los votos a nivel regional, y un nuevo partido populista, la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), consiguió resultados de dos dígitos en su primera justa electoral. Y, por otra, porque nunca los partidos que gobiernan en Berlín, a nivel nacional, habían salido en conjunto tan mal parados de unos comicios regionales.

Mala nota para el SPD y sus aliados

Tanto en Sajonia como en Turingia, el AfD obtuvo el doble de votos que los partidos de la coalición que gobierna Alemania, integrada por socialdemócratas (SPD), verdes y liberales (FDP).

En parte, los resultados de liberales y verdes ni siquiera alcanzan para entrar en los parlamentos de Sajonia y Turingia. El SPD, del canciller alemán, Olaf Scholz, no sufrió un desastre similar, pero con un 6 por ciento en Turingia cosechó el peor resultado de su historia en unos comicios regionales.

Desaprobación al gobierno federal

¿Querían los electores lanzar una advertencia al gobierno federal? Cuatro de cada cinco alemanes están disconformes dese hace tiempo con el trabajo del gobierno del canciller Scholz. El político cristianodemócrata (CDU) Jens Spahn comentó en el canal ZDF: "Olaf Scholz es el rostro del fracaso, también en Turingia y Sajonia".

La coalición de Berlín da la impresión de estar reñida y de no tener capacidad de acción. No sirvió de mucho que el gobierno reaccionara rápido y unido al ataque perpetrado con cuchillo en Solingen y anunciara un endurecimiento de la política de seguridad. Sorpresivamente, 28 personas que habían delinquido fueron deportadas a Afganistán.

Consternación por el éxito del AfD

El AfD calificó el resultado de los comicios regionales como un éxito "histórico”. Scholz, en cambio, lo calificó de "amargo” y se mostró preocupado. "Nuestro país no debe acostumbrarse a esto. El AfD hace daño a Alemania. Debilita la economía, divide a la sociedad y arruina el prestigio de nuestro país”, subrayó el canciller federal.

La presidenta de la AfD, Alice Weidel, demandó, por su parte, la renuncia del gobierno federal. A su juicio, la coalición tripartita "debería preguntarse si está en condiciones de seguir gobernando. A más tardar después de las elecciones en Brandeburgo, debería plantearse la cuestión de elecciones anticipadas, porque no se puede seguir así”, dijo. Las elecciones de Brandeburgo tendrán lugar el 22 de septiembre.

Elecciones en Brandeburgo: el AFD encabeza sondeos

El AfD también figura a la cabeza de las encuestas en Brandeburgo, pero seguido de cerca por el SPD. Los socialdemócratas harán todo lo posible por mantener la calma hasta entonces, porque habrá allí mucho en juego. El partido lidera el gobierno de Brandeburgo desde 1990.

El presidente del SPD, Lars Klingbeil, aseguró que Scholz sigue contando con el respaldo de su partido. Pero ese apoyo podría flaquear si fracasa el intento de lograr la reelección del primer ministro Dietmar Woidke en Brandeburgo. En tal caso, podrían cobrar fuerza en el SPD las voces a favor de nombrar candidato para las elecciones generales de 2025 al actual ministro de Defensa, Boris Pistorius, más popular que Scholz entre la ciudadanía.

Presión sobre la coalición

En la actual coalición de gobierno hay bastante potencial de conflicto. Pero, en realidad, ninguno de los partidos que la integra podría darse el lujo de permitir que se disuelva ahora. Porque perderían si se adelantaran las elecciones.

Pero la Unión Cristianodemócrata (CDU), el principal partido de oposición, de seguro incrementará la presión sobre el gobierno. Actualmente, no solo demanda que se apliquen con premura los anunciados cambios en la política de inmigración, sino que pide también más severidad en otras materias. El jefe de la CDU, Friedrich Merz, dijo que el gobierno debería declarar una "situación de emergencia nacional", para poder rechazar inmigrantes directamente en la frontera alemana.

(ers/cp)