"Es un poco extraño", dice a DW Jean-Paul, un transeúnte del centro de París. "Fue muy sorprendente que Macron decidiera disolver el Parlamento. No sé qué pensar".

Jean-Paul no es la única persona perpleja. El presidente francés, Emmanuel Macron, sorprendió el domingo (9.6.2024) a la nación, incluidos muchos miembros de su propio partido, Renacimiento, cuando disolvió el Parlamento y convocó elecciones legislativas anticipadas. Se celebrarán en dos vueltas, el 30 de junio y el 7 de julio.

La sorpresa se produjo después de que el partido de Macron, Renacimiento, antes conocido como La France En Marche! (Francia en Marcha), sufriera una derrota aplastante frente a la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) en las elecciones al Parlamento Europeo, lo que le ha puesto aún más en una situación de desventaja a nivel nacional.

La RN, antiinmigración y euroescéptica, de la que Marine Le Pen fue presidenta durante 10 años antes de ceder las riendas a su actual líder, Jordan Bardella, en 2022, obtuvo más del 30 por ciento de los votos, frente al 15 por ciento de Renacimiento.

Al conocerse los resultados el domingo por la noche, el presidente francés declaró: "La extrema derecha es, a la vez, el empobrecimiento de los franceses y la degradación de nuestro país. Así que, al final de este día, no puedo actuar como si no hubiera pasado nada", dijo.

¿Riesgo calculado o apuesta loca?

El sorprendente anuncio de Macron se convirtió inmediatamente en la gran noticia de las elecciones europeas. Analistas de toda Europa se apresuraron a tratar de entender a qué estaba jugando el presidente francés.

Mujtaba Rahman, experto en la UE de la consultora Eurasia Group, describe la decisión de Macron como un "riesgo calculado o una apuesta loca".

"Macron parece contar con una mayor participación y una mayor cautela a la hora de votar en las próximas elecciones parlamentarias", escribió Rahman en X, antes Twitter. Los votantes suelen utilizar las elecciones al Parlamento Europeo para castigar a los gobiernos nacionales impopulares.

En cualquier caso, es probable que Macron, que tiene un índice de desaprobación del 65 por ciento, se vea obligado a convocar elecciones parlamentarias anticipadas cuando intente aprobar el presupuesto de 2025 a finales de este año, añadió Rahman.

Macron consiguió un segundo mandato en 2022, pero, desde entonces, ha presidido un gobierno en minoría. A menudo ha tenido problemas para imponer su agenda en el Parlamento, y la mayoría de las veces ha forzado las cosas con herramientas constitucionales que le han hecho impopular.

Macron pretende "desafiar a las encuestas"

Pawel Zerka, del grupo de expertos del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, señala a DW que la decisión de Macron debe analizarse a través de este prisma: tras el fracaso de su partido en las elecciones europeas, el presidente francés se arriesgaba a vivir los tres últimos años de su mandato "bajo la sombra del resultado, en el que perdió claramente frente a Marine Le Pen".

Macron habría tenido que vivir con una Le Pen "instándole repetidamente a convocar nuevas elecciones e intentando deslegitimar su gabinete", afirmó.

Así que el presidente francés, conocido por su confianza, sus grandes visiones y su flamante forma de hablar, optó por pasar a la ofensiva e intentar recuperar los corazones y las mentes de los franceses.

"Macron cree que puede desafiar a las encuestas enfrentando a Francia a una dura elección entre el statu quo pro UE, pro Ucrania y centrista, frente al riesgo existencial de un gobierno de extrema derecha que sigue siendo visceralmente antieuropeo y tiene un historial de adoración y apoyo al presidente ruso Vladimir Putin", argumenta Rahman, analista de la UE.

(gg/ms)