DW: La política exterior juega un rol central en la campaña de los candidatos presidenciales. ¿Qué se debate?

Maysam Behravesh: El esquema general y las líneas estratégicas de la política exterior y de seguridad iraní son establecidas por el líder supremo, el ayatolá Jamenei, y su círculo interno de asesores de confianza, incluidos los principales miembros del Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica (CCRI) o Guardias Revolucionarios. Esa es básicamente la estructura gubernamental dominante que tiene un poder sin rival en el país. Pero esto no significa que el presidente electo o su ministro de relaciones exteriores sea impotente o redundante. El presidente puede influir decisivamente en el proceso de toma de decisiones en dos puntos clave. En primer lugar, el presidente elige al secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional (SNSC), y el segundo lugar puede ser determinante durante la fase de implementación de las políticas.

Sabemos que durante las conversaciones nucleares algunas de las "líneas rojas" del Líder fueron claramente violadas por el equipo negociador iraní, lo que llevó a sus partidarios y críticos del acuerdo nuclear a hostigar al presidente Hasán Rohaní y al canciller Mohammad Yavad Zarif. Incluso llegaron a catalogarlos como "traidores". Por otra parte, si asumiéramos que el presidente no tiene influencia alguna, como algunos sostienen, ¿cómo explicaría usted la enorme diferencia entre la política exterior de Rohaní y la del expresidente Mahmud Ahmadineyad? Después de todo, Jamenei y el aparato de Estado fueron uno solo en ambos períodos.

El encuentro del candidato conservador Ebrahim Raisi con un funcionario ruso puso sobre la mesa el debate sobre la influencia rusa en las elecciones iraníes. ¿Cree usted que Rusia quiere interferir?

No es fácil saber si Rusia va a interferir en las presidenciales de Irán o no. Pero, por supuesto, los rusos están profundamente interesados ​​en el resultado. Y este interés se debe al hecho de que los rusos han utilizado estratégicamente a Irán durante las últimas décadas para equilibrar sus propias relaciones con Estados Unidos y otras potencias occidentales, por un lado, y con China, por el otro. Básicamente, lo que favorece a Moscú es un Irán aislado y solitario, sin vínculos con Occidente . De este modo, se ven obligados a acudir a Rusia en busca de apoyo político y militar. Ese tipo de relación llegó a su apogeo en los tiempos de Ahmadineyad.

¿Qué efecto tendrá el resultado de la elección obre el conflicto sirio?

Esa es una pregunta difícil. Hay dos cosas a tener en cuenta. En primer lugar, el tema Siria no está dentro de las competencias de la administración. La línea maestra es determinada fundamentalmente por el líder supremo y su círculo de asesores CGRI.

En segundo lugar, y más significativo en mi opinión, parece que hay diferencias en los enfoques hacia Siria entre el gobierno moderado de Rohaní y la dirección revolucionaria, que incluye al ayatolá Jamenei.  Podemos ver qué sucedió con el ataque químico del 4 de abril en Jan Sheijun. Rohaní pidió la formación de un comité para investigar el caso - como también lo hizo el canciller alemán Sigmar Gabriel - e hizo hincapié en la necesidad de reformas en el gobierno sirio. Mientras tanto, Jamenei se centró en la respuesta estadounidense y catalogó a los ataques con misiles contra la base aérea de al-Shayrat como un "error estratégico".

En términos generales, desde que asumió el cargo en 2013, Rohaní parece haber renunciado a Siria. Y en paralelo no quiere – ni parece tener la audacia para – buscar conflictos con el poderoso Líder supremo sobre este tema.

Así que,si resulta reelecto Rohaní es probable que Irán tenga una continuidad de la misma política hacia Siria. Pero la pregunta clave es qué pasará si el que gana es Raisi. Es probable que, en ese caso, la política de la República Islámica hacia Siria, así como para con Yemen, se intensifiquen. Raisi sería el que consolide la "economía de resistencia" del Líder supremo, al tiempo que sería el promotor de su política exterior revolucionaria.

Rohaní siempre dice que su gobierno está interesado en buenas relaciones con los vecinos. Pero con el presidente estadounidense y sus políticas contra Irán, el país está completamente solo en la región. ¿Cómo puede cambiar Rohaní esta situación, si es que gana la elección?

No tengo ninguna duda de la sinceridad de las intenciones y esfuerzos de la administración Rohaní en mejorar las relaciones con los vecinos, entre ellos Arabia Saudita y Turquía. Pero, para ser franco, Rohaní no puede cambiar el escenario de la noche a la mañana. La política regional de Irán puede experimentar un considerable grado de continuidad, si es reelegido Rohaní. Pero sus relaciones con Occidente se verán afectadas negativamente si Raisi gana las elecciones, y esto incluso puede repercutir negativamente incluso en el acuerdo nuclear.

Maysam Behravesh es investigador en el Departamento de Ciencias Políticas, Universidad de Lund, Suecia.

Autora: Shabnam von Hein (DG/ CP)