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Elecciones en Renania: el semáforo se pone en negro y verde

16 de mayo de 2022

Las elecciones en NRW fueron la primera gran prueba de la opinión pública desde el cambio de poder en Berlín. Y al SPD y FDP no les fue bien. Los socialdemócratas tienen motivos para preocuparse, opina Christoph Strack.

Deutschland Wahlplakate - Landtagswahl 2022 NRW
Imagen: Revierfoto/dpa/picture alliance

El partido del canciller toca fondo. Al Partido Socialdemócrata alemán (SPD), en las elecciones estatales de Renania del Norte-Westfalia (NRW, por sus siglas en alemán), le fue peor que nunca en la historia de ese estado federado. Con una amarga derrota, los socialdemócratas terminaron por debajo del umbral del 30% de votos por primera vez desde 1947, en la elección regional número 18 en NRW. Y en las elecciones más importantes de Alemania en este año.

Tradicionalmente, las elecciones regionales Renania del Norte-Westfalia  se consideran unas "elecciones federales en miniatura". Los ganadores de las elecciones en la región del Rin y el Ruhr son la Unión Demócrata Cristiana (CDU), del actual ministro presidente Hendrik Wüst, pero sobre todo el partido Los Verdes, con su candidata puntera, Mona Neubaur. Con un 18%, los verdes lograron más que en las últimas dos elecciones estatales en Renania del Norte-Westfalia, en 2012 y 2017, juntas.

Y el gobierno estatal de Renania del Norte-Westfalia tiene que reorganizarse. Porque el Partido Demócrata Liberal (FDP), que hasta ahora estaba en la coalición de gobierno, se ha derrumbado. Su presidente  Christian Lindner, habló temprano en la noche del domingo de un "resultado desastroso" y una noche triste.

Christoph Strack.Imagen: DW

Entonces, ¿ahora qué? La coalición "semáforo" rojo-verde, entre el SPD y los ecologistas, no tiene tampoco suficientes votos para desbancar al actual gobierno. Una coalición semáforo al estilo de Berlín sí tendría una clara mayoría absoluta en el Parlamento estatal, pero incluiría a un FDP en caída libre en la región, y a un ministro presidente regional del SPD no especialmente popular, por decirlo suavemente. Pero está claro que es posible formar una coalición de gobierno contra la formación con más votos, es decir, contra la CDU. Los socialdemócratas ya han presidido varias veces el gobierno en Düsseldorf, siendo el segundo partido del Parlamento regional.

Pero los ganadores de las elecciones son la CDU y Los Verdes. Una coalición negro-verde sería el resultado obvio de estos comicios. Tampoco sería algo inédito en el panorama político alemán. En Hesse, la CDU y Los Verdes han gobernado durante ocho años bajo el ministro presidente cristianodemócrata Volker Bouffier, alguna vez considerado un conservador de línea dura. Muy lejos de esa línea, Winfried Kretschmann, de Los Verdes, ha gobernado en Baden-Württemberg durante seis años al frente de una coalición verdinegra. Ahora, tanto en NRW como en Schleswig-Holstein -que eligió su Parlamento estatal hace ocho días y también situó a la opción negra-verde en primera posición- la CDU y Los Verdes podrían tomar el poder. Más de 38 millones de los 83 millones de habitantes de la República Federal viven en estos cuatro Länder.

Cuando el semáforo deje de parpadear y se ponga negro y verde, empezarán a sonar las alarmas en el SPD de Berlín. Se trata ahora de la imagen, a menudo desafortunada, del canciller, Olaf Scholz, y de ministros y ministras en posiciones complicadas. Y ciertamente también -más difícil, pero tanto más necesario- de llegar a un acuerdo más honesto sobre cómo se comportaron o se están comportando los socialdemócratas con respecto a Rusia.

¿Podría NRW ser negro y verde como estado federal? La región representa, como pocas en la antigua República Federal, al menos en la parte occidental, el resurgimiento tras el declive económico y la transformación energética. El fin de la hulla es el ejemplo más conocido internacionalmente, la disputa abismal (particularmente entre la CDU y los Verdes) sobre la minería del lignito es más reciente.

Pero gobiernos verde y negro-verde se han dado desde hace tiempo a nivel municipal en Renania del Norte-Westfalia. Ciudades como Bonn o Mönchengladbach tienen un alcalde verde; en Colonia, Los Verdes ayudaron a garantizar que el alcalde actual fuera elegido para el cargo. En otras ciudades, como Düsseldorf o Wuppertal, existen coaliciones negro-verdes en los parlamentos locales. Así como el estado de Baden-Württemberg, centro de la industria automovilística, vive bien con verde y negro. Tal decisión está pendiente ahora en Renania del Norte-Westfalia. De concretarse, el negro y el verde serían la poderosa alternativa a la coalición semáforo.

Por cierto, el SPD también tiene otra cosa de la que preocuparse: las elecciones de NRW representan el rápido ascenso de Los Verdes, camino a convertirse en un partido mayoritario. Sí, Robert Habeck, Annalena Baerbock, también Cem Özdemir, son los jefes destacados y ciertamente dejaron huella en las elecciones a orillas del Rin y del Ruhr. Pero los verdes cubren temas muy diferentes a nivel federal, estatal y local. Y continúan aumentando a un ritmo superior al promedio entre los grupos de votantes más jóvenes. Por regla general, los sistemas políticos tienen uno o dos partidos mayoritarios. Pero, ¿tres?

Atrás quedaron los tiempos en que en el partido verde se contaban únicamente ecologistas y bienintencionados. En NRW, los débiles resultados de los liberales, de la ultraderechista AfD y de La Izquierda han demostrado que es complicado conseguir resultados dirigiéndose a un único público objetivo sin salirse de los clichés.

(lgc/cp)

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