Elecciones legislativas en Siria en medio del alto el fuego
13 de abril de 2016
Hoy comienza una nueva ronda de negociaciones en Ginebra, a la que el Gobierno no se unirá hasta el viernes por los comicios, en los que se espera que Al-Asad reafirme su control de la cámara de representantes.
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Los centros electorales abrieron en Siria este miércoles (13.04.2016) a las siete de la mañana, hora local (04:00 GMT), y cerrarán a las siete de la tarde (16:'00 GMT) para la elección de un nuevo Parlamento. Están en juego los 250 escaños de la cámara única del país, pero sólo se votará en las zonas bajo control del Gobierno. Quedan excluidas la región de Al Raqa, dominada por el grupo terrorista Estado Islámico y la de Idleb, bajo control en su mayor parte del Frente al Nusra, filial local de Al Qaeda.
Unos 3.450 candidatos se han postulado a estas elecciones para las que se han habilitado 7.191 centros de votación. Estos comicios se desarrollan en medio de un alto el fuego, iniciado el pasado mes de febrero, que ha reducido los niveles de violencia en el territorio sirio. Las elecciones se prevén dominadas por el partido nacionalista Baaz del presidente Bashar Al-Asad y otras fuerzas oficialistas. Desde Estados Unidos se consideran unas elecciones ilegítimas e incluso la oposición moderada tolerada en Damasco están boicoteándolas.
Las elecciones coinciden con un frágil alto el fuego, roto únicamente en torno a la ciudad de Alepo, bombardeada estos últimos días, y con el comienzo este mismo miércoles de una nueva ronda de negociaciones en Ginebra entre una delegación del Gobierno y otra de la oposición, aunque las autoridades no se incorporarán hasta el viernes por la celebración de las elecciones.
LGC (EFE / AFP)
¿Qué queda de Palmira?
En 2015, el Estado Islámico impactó al mundo al destruir monumentos de la antigua ciudadela de Palmira. Una exposición en Colonia muestra dibujos que documentan el esplendor de esas maravillas de la humanidad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Artista, arquitecto, arqueólogo
Como muchos de quienes viajaron hacia Oriente en el siglo XVIII, el artista francés Louis-François Cassas provenía de una familia de clase acomodada. Su padre era marqués y agrimensor real. En 1785, Louis-Francois estuvo dos meses en Palmira, haciendo croquis de prácticamente todas las ruinas de ese legendario centro cultural de la Antigüedad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Lo que quedó
Cassas encontró solo ruinas en Palmira. Sin embargo, en lugar de dibujar lo que veía, intentó reconstruir la ciudad y poner sobre el papel su antiguo esplendor. El museo Wallraf-Richartz de Colonia tiene 123 de esos dibujos en su colección. Algunos de ellos fueron restaurados para la exhibición "Palmira: ¿qué queda?", que también muestra la destrucción provocada por los terroristas en la región.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Oasis para comerciantes
Palmira está ubicada a medio camino entre Damasco y la frontera con Irak. Erigida entre los siglos I y III d. C., los monumentales edificios se mantenían bien preservados, como mudos testigos de la magnificencia de la ciudad greco-romana. Caravanas de comerciantes trasladaban especias, gemas preciosas y ropas a la ciudad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Diferentes estilos e influencias
Con el tiempo, Palmira fue mezclando su arquitectura greco-romana con estilos locales. El teatro romano semicircular tiene una fachada diseñada al estilo de un palacio oriental. En ese escenario se presentaban obras en arameo.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Marczok
Fascinación con la historia
Artistas y arquitectos han intentado desde fechas tan tempranas como el siglo XV revivir el espíritu de la antigua ciudad. Pero la perspectiva de Cassas era única: usando colores diferentes, distinguió la arquitectura existente de la imaginaria en sus dibujos. El negro representa a la realidad, el rojo señala sus reconstrucciones.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
El centro de la vida religiosa
El templo de Bel fue construido hacia fines del siglo II d. C. bajo dominio romano. Bel era el equivalente local para el dios griego Zeus. La arquitectura combina tradiciones arquitectónicas romanas y griegas, con la adición de ornamentaciones orientales.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Perdido para siempre
El templo de Baalshamin, de aproximadamente dos mil años de antigüedad y una de las estructuras más completas halladas en Palmira, fue una de las maravillas destruidas por el Estado Islámico. Baalshamin, el "Señor del Cielo", era una de las deidades supremas de Palmira.
Imagen: Reuters/Stringer
Cuánto se perdió y cuánto queda
La Gran Columnata fue la principal avenida de la ciudad. Allí había tiendas a ambos lados de la calle, además del mercado del Ágora, un teatro y un complejo de baños romanos. Cuánto destruyeron los fanáticos del Estado Islámico y cuánto quedará para la posteridad es hoy un misterio. Habrá que esperar que las fuerzas del gobierno sirio terminen de expulsar a los insurgentes de la región.