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PolíticaPolonia

Elecciones: ¿Regresa Polonia a la senda europea?

Jacek Lepiarz
16 de octubre de 2023

El partido gobernante conservador PiS es la fuerza más votada en Polonia. Sin embargo, la oposición puede contar con una mayoría en el Parlamento. Donald Tusk quiere volver a gobernar el país en el futuro.

El candidato polaco a la presidencia Donald Tusk, sonriendo.
Donald Tusk, "el hombre más feliz" después del recuento de la mayoría de los votos en las elecciones polacas.Imagen: Kacper Pempel/REUTERS

Según los primeros pronósticos de este lunes (16.10.2023) del instituto de opinión IPSOS, el partido de Jaroslaw Kaczynski, Ley y Justicia (PiS), logró el 37 por ciento de los votos en las elecciones partamentarias. Junto con su posible socio en coalición, el Partido Confederación e Independencia (6,2 por ciento), no lograría la mayoría en el parlamento. En cambio, la Coalición Cívica de Donald Tusk, el partido Tercer Vía y la Nueva Izquierda habrían logrado ya el 51 por ciento, de acuerdo al escrutinio del 80 por ciento de los votos.

El PiS quiere seguir gobernando

A pesar de estas desfavorables cifras, Kaczynski no está dispuesto a tirar la toalla. Se trata de "la cuarta victoria del PiS en las elecciones parlamentarias", subrayó el político nacionalista de derecha. "No permitiremos que Polonia sea traicionada, que pierda lo más valioso en la historia de la nación: el derecho a decidir su propio destino", afirmó.

Tusk, sin embargo, no se dejó intimidar por tales declaraciones y anunció que iniciaría conversaciones para formar un gobierno de coalición "tan pronto como se confirmen los resultados de las elecciones".

El político de 66 años, que gobernó con el país de 2007 a 2014, tiene buenas razones para estar orgulloso de sus logros. En 2022 regresó de Bruselas, donde dirigía el Partido Popular Europeo (PPE). En Polonia reorganizó el partido en crisis, organizó una exitosa campaña electoral e hizo frente a difamaciones del PiS.

Jarolslaw Kaczynski quiere que el PiS siga gobernando en Polonia.Imagen: Aleksandra Szmigiel/REUTERS

El turno del presidente polaco Andrzej Duda

Ahora todas las miradas están puestas en el presidente Andrzej Duda. Debe convocar la primera sesión del nuevo Parlamento en un plazo de 30 días y luego, en un plazo de dos semanas, nombrar a un político de su elección para formar gobierno. Este deberá recibirá la aprobación parlamentaria para su gabinete en un plazo de otros 14 días. Si fracasa, la iniciativa pasa al Parlamento, que puede utilizar su mayoría para elegir a un candidato como primer ministro. El proceso podría prolongarse hasta finales de año.

Varios políticos de la oposición pidieron a Duda que transfiriera el mandato del gobierno a los tres partidos de la oposición, pero Duda está muy conectado al PiS, apoyó las políticas del partido de Kaczynski en los últimos años y con su veto podría complicarle la vida al posible nuevo gobierno.

Tusk anunció, durante la campaña electoral, que lo primero que quería hacer era recuperar los medios de comunicación públicos, que el PiS había reducido a una herramienta de propaganda para el gobierno. También quiere que enfrenten su responsabilidad quienes han violado el Estado de derecho.

"Polonia vuelve a la senda europea"

La oposición democrática planea una política de reorientación hacia la UE: "El objetivo del gobierno liberal será restablecer el Estado de derecho, para que el dinero congelado de la UE, proveniente del fondo de reconstrucción, finalmente pueda fluir hacia Polonia", dijo a DW Piotr Buras, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR).

"Con Tusk, el gobierno polaco se convertirá en un actor constructivo en la UE, mejorando las relaciones con sus socios más importantes y restaurando la confianza en la postura proeuropea de Polonia", afirmó el politólogo.

"Polonia vuelve a la senda europea", aseguró Rafal Trzaskowski, alcalde de Varsovia y hombre de confianza de Tusk.

La participación en las urnas polacas fue del 72,9 por ciento. Incluso a media noche, los votantes esperaban ante los colegios electorales de las grandes ciudades para poder votar, y los vecinos les proporcionaban comida y bebida.

"Una fiesta de la democracia. El PiS tendría que tomar nota de que no todo puede comprarse con dinero”, dijo el sociólogo Jerzy Flis. Según él, la gran movilización entre los votantes entre 18 y 29 años habría contribuido al éxito de la oposición.

(rmr/er)

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