Colombia celebra este domingo la primera vuelta de las elecciones presidenciales, con el fantasma del incidente de la presa hidroeléctrica de Ituango ocurrido hace un par de semanas a sus espaldas. Para que el medio ambiente se tenga en cuenta más allá de los desastres, trece organizaciones lanzaron la iniciativa #ColombiaVotaSostenible para que se integre en la campaña presidencial así como "en la agenda del futuro gobierno de Colombia”. Así, pretenden "impulsar la agenda ambiental en la esfera política y económica” con el objetivo de "construir un desarrollo socioeconómico más incluyente, equitativo y bajo en carbono, sustentado en la biodiversidad”.

Teniendo en cuenta los retos que plantea la conservación de los recursos naturales en la implementación del proceso de paz, proponen replantear el modelo de desarrollo actual y formular un nuevo Plan Nacional de Desarrollo. "Esperamos brindar herramientas que permitan a los ciudadanos involucrarse de manera activa tanto en el periodo electoral como durante el próximo gobierno para exigir a nuestros gobernantes que tomen decisiones que representan las necesidades de la población en materia de sostenibilidad”, confían.

Por este motivo, han llevado a cabo un análisis sobre las distintas propuestas de los candidatos presidenciales. La minería es un aspecto clave cuyo desarrollo abarca diversas perspectivas, ya que mientras el izquierdista Gustavo Petro ha anunciado que no permitirá ni el fracking ni la minería a cielo abierto, el derechista Iván Duque ha avanzado que quiere seguir desarrollando la misma, al igual que el oficialista Germán Vargas Llera, quien además quiere reglamentar la participación ciudadana en los procesos de consulta sobre este tema. El estudio también apunta la intención del centrista Sergio Fajardo de reducir la minería ilegal y la falta de acción en este ámbito por parte del liberal Humberto de la Calle.

Además de esta comparativa, las organizaciones han planteado una serie de propuestas centradas en nuevos modelos de desarrollo, cambio climático, ordenamiento territorial, deforestación y agua en las que se incluyen recomendaciones de política y una hoja de ruta para el periodo 2018-2022. "Para garantizar un desarrollo verdaderamente sostenible y respetuoso de los recursos naturales, incluimos una visión a largo plazo, es decir, a 2030”, aseguran.

¿Una tendencia en la región?

La iniciativa colombiana se dio a conocer a la par de la campaña #LACVotaSustentable, impulsada por el Grupo de Financiamiento Climático para América Latina y el Caribe (GFLAC). "Estaba trabajando en un decálogo con la intención de que se tuviera en cuenta en toda la región buscando más integridad, fuerza y mayor participación de varias voces”, explicó a DW Andrea Cantillo, de la organización CLIC. "Empezamos a trabajar como organizaciones y redes regionales para coordinar estos esfuerzos nacionales en uno regional”, añadió.

Por ese motivo, aunque la campaña aprovechó la proximidad de las elecciones presidenciales colombianas para presentarse, #LACVotaSustentable también quiere hacerse un hueco en otros países de Sudamérica donde se celebrarán elecciones este año. Así, se están estableciendo conversaciones con organizaciones en Brasil y en Perú, que aún se encuentran en la fase inicial del proceso.

En México, cuyas elecciones presidenciales se celebrarán el próximo mes de julio, la iniciativa ya está consolidada y pretende "garantizar que los candidatos integren los conceptos básicos para mitigar y adaptar los efectos del cambio climático, así como demandar que el siguiente sexenio presidencial contenga las acciones pertinentes para cumplir con los compromisos nacionales e internacionales adoptados del país en el marco del Acuerdo de París y la Ley General de Cambio Climático de México”, explicó a DW Liliana Estrada, investigadora para GFLAC e Inteligencia Pública.

Todo ello teniendo en cuenta que en anteriores campañas electorales, "el tema fue casi nulo e inexistente y los compromisos adoptados por el gobierno actual ha sido insuficientes y el progreso limitado en estos 6 años para atender la reducción de emisiones”, agregó.

Por este motivo, se lleva a cabo una evaluación y análisis de las propuestas de los candidatos a partir de cuatro preguntas clave y un decálogo teniendo en cuenta aspectos como el incremento de la conservación de especies, la creación de un plan nacional de adaptación que reconozca las necesidades locales derivadas de los efectos del cambio climático y la integración de todas estas propuestas en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024, entre otras.

Aunque el impulso a la integración de energías renovables y el desarrollo de sistemas de transporte público de movilidad sustentable se encuentran entre las propuestas de los candidatos mexicanos, las organizaciones medioambientales proponen una serie de acciones en distintas áreas: energía, transporte, financiamiento, adaptación, ciudades y consumo responsable. Así, destacan la eliminación de los subsidios a proyectos de combustibles fósiles, la creación de una unidad de gestión para el Fondo de Cambio Climático, la publicación y el fortalecimiento de los planes de manejo de las 120 Áreas Naturales Protegidas a nivel federal.

Aunque Estrada reconoció que "existe un avance en estas campañas de tomar en cuenta al cambio climático, pues los candidatos están integrando acciones importantes con la finalidad de atender al fenómeno", lamentó las carencias existentes en cuestiones de transparencia. "Muchas de las acciones podrían no implementarse por falta de recursos, mecanismos de vigilancia que garanticen su aplicación y participación democrática en la toma de decisiones en la materia", concluyó la investigadora mexicana.

Autora: Judit Alonso (DZC) 

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