El otro día volvió a ocurrir en el tren. La inspectora pidió a todos los pasajeros que mostraran sus billetes. Nour Al Zoubi fue la única del compartimento que tuvo que mostrar una identificación adicional. De lo contrario, amenazó la revisora, llamaría inmediatamente a la policía. Situaciones como ésta son normales desde hace tiempo para esta mujer de origen sirio, que trabaja como asesora en el Consejo para los Refugiados de Turingia.

"Existe ese racismo cotidiano", afirma en una entrevista con DW. "Después de seis años en Gera, estoy acostumbrada", señala.

Al Zoubi no se plantea marcharse, ni siquiera en el caso de que la AfD, calificada como partido de extrema derecha por la Oficina para la Protección de la Constitución en Turingia, ganara las elecciones regionales. "Ha aumentado el número de votantes de la AfD, pero también el número de alemanes que están a favor de una cultura de acogida de extranjeros", dice.

Entonces, ¿qué teme si el domingo se produce un claro giro a la derecha?

"Veremos aún más racismo en los espacios públicos, a un nivel superior. No solo insultos, sino también violencia física. Eso me temo, sobre todo cuando oyes lo que acaba de pasar en Southport, en el Reino Unido", indica.

Temor a una victoria de la AfD

A unos 150 kilómetros al este, Ismail Davul tiene pensamientos similares en Dresde. Nacido en Turquía, llegó a Sajonia en 2006 para estudiar y ahora lleva casi once años trabajando en el Consejo de Extranjeros de la ciudad.

"Algunos ya me han preguntado, ¿qué significará si gana la AfD? Y el estado de ánimo es muy claro: la gente tiene miedo", explica. Algunos ya dicen que piensan marcharse si gana este partido, reconoce Davul.

"La información que recibimos hoy es que algún inmigrante es atacado, acosado o escupido por su aspecto, color de piel o dialecto. Hoy en día esto es casi algo normal en la calle", recalca.

La AfD también seduce a migrantes

Aunque muchos migrantes están muy preocupados por una victoria electoral de la AfDen Turingia y Sajonia, hay otros que están decididos a votar al partido que ha hecho socialmente aceptable el término "remigración".

Para Özgür Özvatan, sociólogo político de la Universidad Humboldt de Berlín, la AfD se dirige principalmente a los votantes de Erdogan de origen turco y a los alemanes étnicos de Rusia. "El mensaje es, en primer lugar, el de atraer a la gente por su orgullo nacional, algo que no está mal tenerlo", dice a DW.

"Un vídeo a favor de Erdogan, por ejemplo, capta emocionalmente a las personas de origen turco. Y para los ruso-alemanes, la narrativa es que tuvieron que renunciar a su lengua, que se espera que hablen alemán correctamente lo antes posible, que siguen siendo invisibles aquí y que tuvieron que renunciar a todo hace 30 años", indica Özvatan.

Así que la narrativa de la AfD a los votantes inmigrantes es: antes había que trabajar duro para conseguirlo todo, pero a los nuevos refugiados se les da todo.

Para el experto, este mensaje funciona muy bien en redes sociales como Tiktok, donde la AfD está haciendo una gran campaña para captar los votos de los jóvenes inmigrantes, con mucho dinero y también con la ayuda de influencers inmigrantes. Según el politólogo, el cálculo es sencillo: solo puede convertirse en un partido popular con los votos de personas con una historia de migración.

"La AfD ha comprendido muy bien que el algoritmo de recomendación (en redes sociales) permite difundir simultáneamente posiciones casi contradictorias", señala.

(aag/ers)