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Elecciones regionales: la temperatura de la política alemana

Mirra Banchón28 de enero de 2008

Hesse y Baja Sajonia votaron ayer. La democracia cristiana registra fuertes pérdidas de votantes; la socialdemocracia se siente ratificada en su curso. Y la izquierda de Die Linke bate sus alas en ascenso.

Roland Koch y Andrea YpsilantiImagen: AP

La jornada electoral del 27 de enero en los estados federados de Hesse y Baja Sajonia ha dejado claras algunas cosas a nivel de toda Alemania. La primera y más clara es que la democracia cristiana de la canciller alemana, Angela Merkel, cuenta desde ahora con un posible príncipe heredero, Christian Wulf. Si bien en la CDU ha perdido puntos, su victoria en Baja Sajonia es clara.

El segundo asunto que queda muy claro es que con la entrada del partido de izquierda Die Linke a ambos Parlamentos regionales, la configuración política del país se altera y pasa a tener cinco bloques políticos. Es decir, a la izquierda de la socialdemocracia se está consolidando una fuerza que no se debe ignorar. Por otro lado, la socialdemocracia se ve ratificada en haber alejado su curso de la agenda 2010 del ex canciller Schröder. Y por último, sea lo que fuere que salga de las posibles coaliciones que se plantean, esto sentará precedente de cara a las elecciones de 2009.

La CDU de anteayer

A Roland Koch -quien ha sido primer ministro de Hesse por nueve años, y uno de los personajes más importantes de la política conservadora del país- no le resultó la receta utilizada en campaña. No sólo que los votantes se distanciaron de sus lemas con tintes racistas, sino que, al parecer, se alejan de la línea más conservadora de la democracia cristiana. Koch representa no sólo el ayer, sino el anteayer de la CDU, opinan analistas de la prensa europea. Que Andrea Ypsilanti –la socialdemócrata ganadora de la jornada electoral- lleve el apellido de su ex marido griego y que el candidato de los Verdes, Tarek Al-Wazir, sea hijo de un yemenita y una alemana no fueron, por suerte, un móvil válido para no votar por ellos. Uno de cada cuatro votantes asiduos de la democracia cristiana no le dieron su voto a Koch.

“La gente no tiene miedo a los extranjeros ni a los comunistas”, opina Gerd Grässler, analista de DW-RADIO, quien puntualiza: “temen más bien al futuro incierto y a que el repunte económico no llegue a la población, a que en el camino de la globalización y la economía de mercado se pierda la justicia social”.

Según aseveró a la prensa el secretario general de la CDU, Ronald Pofalla, su partido confía en que el todavía primer ministro de Hesse pueda continuar "el exitoso trabajo, esta vez en coalición con los liberales”. Esta fórmula les ha dado buenos resultados, como consta en los resultados de las elecciones en Baja Sajonia. En ese land –que la socialdemocracia perdió en 2003-, la moderación de Christian Wulff hizo que aventajara a su contrincante del SPD, Wolfgang Jüttner, por 12 puntos. Su campaña fue basada en los éxitos económicos de la región y el primer ministro de Baja Sajonia no ha perdido lustre.

A pesar de que la CDU sigue siendo -por un 0,1 punto más- la mayor fuerza de Hesse, su mayoría en coalición con las fuerzas liberales del FDP no bastaría para asumir el gobierno. Entre tanto, un Koch contrito ha aceptado su responsabilidad en este gran fracaso conservador; una coalición con los socialdemócratas es, hasta el momento, inimaginable.

Los verdaderos ganadores: Die LinkeImagen: AP

Los socialdemócratas se alegran

El inesperado triunfo en Hesse de la candidata socialdemocráta Andrea Ypsilanti le confiere alas al SPD. Su líder, Kurt Beck, “se ve corroborado en su simbólico giro a al izquierda y querrá separarse aún más de su compañero de coalición. Los conflictos con la canciller Angela Merkel están programados; para ella vienen tiempos difíciles”, vaticina el diario vienés die Presse. “La socialdemocracia ha vuelto”, aseveraba Ypsilanti quien hasta entrada la noche de la jornada electoral llevó la delantera en el recuento de votos. “Hemos luchado por otro tipo de cultura política en el país y hemos ganado”, clamaba jubilosa. Algunas horas más tarde, si bien el triunfo absoluto no ha llegado, no queda duda que Ypsilanti y el SPD ganaron en Hesse.

¿Con Die Linke?

Claro queda para todos que sumamente difícil será configurar el gobierno. ¿Quién con quién?, se preguntan los diarios alemanes. Si los cristianodemócratas descartan de plano una coalición con el SPD, lo mismo los liberales del FDP. Teniendo a los Verdes dispuestos a la coalición, Ypsilanti no se cortó ni un pelo en rechazar de plano toda posible alianza con el izquierdista Die Linke. Herederos del SED de la ex República Democrática Alemana y conformado por la decepcionada ala izquierdista del SPD, una coalición con ellos sería dañina, con miras a las próximas elecciones federales, opinan algunos. Los líderes de Die Linke, por su parte, están dispuestos. Otros analistas ven en esta negativa una voluntaria soga al cuello.

Christian Wulff seguirá siendo primer ministro de Baja SajoniaImagen: AP

Es innegable que el partido del ángel caído Oskar Lafontaine va cobrando cada vez mayor energía; esto se debe menos a la fe en su fuerza política y en sus promesas de mayor justicia social, que a la voluntad de dar una bofetada con guante blanco a los políticos actuales, analizaba el barómetro político posterior a los resultados electorales. Por otro lado, no hay que olvidar que si bien estas son elecciones regionales, comentaba a DW-WORLD, Nils Diederich, investigador del Otto-Suhr-Institut en Berlín. “pueden significar un espaldarazo para Die Linke, que ha salido del rincón de los partido pequeños”. En resumen, con miras a este complejo panorama de ganadores y perdedores, lo más claro es que Die Linke cobra fuerza. Y que la combinación de colores de la política regional sigue estandoabierta.

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