Electromovilidad en China
11 de octubre de 2011 Objetivo del proyecto: desarrollo de conceptos y tecnología en el ámbito de la electromovilidad
Medidas: investigación de nuevas técnicas en materia de baterías y sistemas de dirección, pruebas en el transporte de cercanías
Dimensión del programa: proyectos en veinte ciudades de todo el país
Volumen de la inversión: 3,5 millones de euros
Fábrica para el resto del mundo, superpotencia económica, campeón mundial de las exportaciones: los adjetivos se agotan para calificar el potencial del gigante asiático. La economía china florece y el bienestar va en aumento, con sus correspondientes consecuencias: personas, bienes y servicios requieren una mayor movilidad. El número de vehículos aumenta, las carreteras registran atascos y la contaminación atmosférica crece. Circunstancias que, para el medio ambiente, constituyen un problema: el país ya es el mayor emisor de CO2 del mundo, especialmente debido a la contribución del sector del transporte. Y el medioambiental no es el único reto surgido del progreso económico. Cada vez son mayores las dificultades para satisfacer la demanda de combustible, en su mayor parte adquirido en el exterior.
La electromovilidad podría ser la clave para la solución de dichos problemas. Así lo ha identificado también el propio gobierno chino, que pretende invertir 15.000 millones de dólares hasta 2016 en el desarrollo de la electromovilidad. Un estudio reciente del Banco Mundial concluye que China podría asumir a corto plazo el liderazgo mundial en dicho ámbito.
Pero el camino no estará exento de obstáculos. Aún no se dispone de una tecnología suficientemente avanzada y que sea asequible. Las baterías son demasiado caras, los vehículos demasiado pesados y la tecnología relativa a los sistemas de dirección es insuficiente. Empresas públicas y privadas han asumido el reto. También alianzas empresariales con la participación de la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ, por las siglas en alemán) impulsan la investigación en dichos ámbitos. Más de veinte ciudades chinas fomentan ya la electromovilidad en fase de pruebas tanto en el sistema de transporte público como en la red de taxis.
El desarrollo ya se encuentra en una fase mucho más avanzada en cuanto a bicicletas y ciclomotores eléctricos. Alrededor de 20 millones de unidades de vehículos eléctricos de dos ruedas se venden cada año en China. En muchos lugares, las motocicletas convencionales ya están prohibidas.
Un reportaje de Ariane Reimers